Contra Wickmayer, la mejor Muguruza
Garbi?e accede a la tercera ronda con una actuaci¨®n sobresaliente: 6-2 y 6-4 (en 1h 20). En la siguiente fase, el s¨¢bado, le espera la rumana Cirstea, a la que derrot¨® este a?o (Australia) en el ¨²nico precedente
Se meneaba Garbi?e Muguruza como si fuera un serrucho abri¨¦ndose paso en la madera, el¨¦ctrica y con la mirada desafiante, como si tuviera alguna cuenta pendiente con Yanina Wickmayer, pero nada de eso. En todo caso, consigo misma, porque aunque las cosas no est¨¦n termin¨¢ndole de salir bien este a?o tiene el deseo y el hambre para regresar arriba, mucho apetito para volver a hacer algo importante en Wimbledon. Ahora bien, va paso a paso, dice. Y este jueves, lo que proced¨ªa era derribar a la belga, y as¨ª lo hizo: 6-2 y 6-4 (en 1h 20m).
Jug¨® espl¨¦ndidamente Muguruza, seria y entonada desde el principio. Y eso que no era presa sencilla Wickmayer, porque tiene una pegada imponente y abarca pista con cuatro zancadas. Sin embargo, Garbi?e se la llev¨® por delante en el primer parcial (roturas para 3-1 y cerrar la manga en 32¡¯) y fue agujere¨¢ndole la moral en el segundo. Fue sacando de sus casillas a la belga e induci¨¦ndole al error, porque si la una golpeaba duro la otra lo hac¨ªa m¨¢s fuerte, y si la una buscaba el ¨¢ngulo la otra lo hac¨ªa con un punto m¨¢s de precisi¨®n a¨²n.
Esa fue la t¨®nica en la pista 3. Muguruza, instalada en el 15? pelda?o del ranking, debe recuperar su sitio, de modo que ahora le toca actuar en escenarios secundarios e ir recuperando poco a poco el estatus. Triunfos as¨ª seguro que contribuyen, porque esta vez volvi¨® a verse a una Garbi?e centrada y lineal, sin altibajos. Aguant¨® el empell¨®n de la belga y cercen¨® sus opciones con un juego consistente y dominando la escena. Se defendi¨® con bravura ¨Csalv¨® las cuatro bolas de break en contra que tuvo su rival, dos de ellas para evitar el 5-4 en la recta final¨C y contragolpe¨® maravillosamente con el rev¨¦s.
Jug¨® Muguruza, al fin y al cabo, como la mejor Muguruza. Si el primer d¨ªa resolvi¨® con oficio contra Alexandrova, esta vez cerr¨® con mucho brillo. Sirvi¨® y resto bien, mand¨® en el peloteo y tambi¨¦n en la red (8/10). Y, ante todo, ofreci¨® la fiabilidad: solo 10 errores no forzados. Dej¨® un muy buen feeling y sell¨® su acceso a la tercera ronda sin ceder ning¨²n set. El s¨¢bado, al otro lado de la red estar¨¢ la rumana Sorana Cirstea (63), a la que bati¨® en el ¨²nico precedente entre ambas, este a?o en los dieciseisavos de Australia.
DJOKOVIC Y FEDERER, SIN OPOSICI?N
En la pista central, La Catedral, el men¨² volvi¨® a ofrecer el juego de Roger Federer y Novak Djokovic, quienes resolvieron sus respectivos compromisos sin contratiempos y por la v¨ªa m¨¢s firme.
Primero venci¨® el serbio (6-2, 6-2 y 6-1 a Adam Pavlasek), quien despu¨¦s de estar solo 40 minutos sobre la pista el primer d¨ªa, por el abandono de Martin Klizan, volvi¨® a ahorrar combustible, con solo 1h 34m de estancia contra el checo. Se medir¨¢ en la tercera ronda con el let¨®n Ernests Gulbis, que protagoniz¨® la sorpresa de la jornada al apear a Juan Mart¨ªn del Potro (6-4, 6-4 y 7-6).
Despu¨¦s, como cierre, Federer despach¨® al serbio Lajovic en otra aparici¨®n brillante (6-2, 6-2 y 6-1). Ahora, el cuadro le depara un enfrentamiento con Mischa Zverev, uno de los escasos jugadores que, juegue donde juegue, conserva la esencia cl¨¢sica del tenis en hierba. Se impuso a Mikhail Kukushkin por 6-1, 6-2, 2-6, 3-6 y 6-4.
Y en clave espa?ola, a los triunfos de David Ferrer y Garbi?e Muguruza se uni¨® el de Albert Ramos. El barcelon¨¦s, citado con en la tercera ronda, dobleg¨® a Andrey Rublev por 7-5, 6-7, 4-6, 6-3 y 6-4 (3h 32m).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.