Muere Gretel Bergmann, la saltadora de altura a la que Hitler vet¨® por jud¨ªa de los Juegos de Berl¨ªn
La atleta fue humillada por los nazis y se exili¨® a Estados Unidos, donde ha fallecido a los 103 a?os
Gretel Bergmann tuvo al destino en contra. Nacida para la gloria deportiva, choc¨® con un tiempo y un espacio adverso: la Alemania nazi de 1936. Era una de las mejores saltadoras del mundo, pero tambi¨¦n jud¨ªa y como tal fue apartada por Hitler de los Juegos Ol¨ªmpicos de Berl¨ªn. 81 a?os despu¨¦s, Gretel ya con el nombre de Margaret, ha muerto tranquilamente en su casa de Queens, Nueva York. Ten¨ªa 103 a?os y una historia que no se debe olvidar.
Hubo un tiempo en que Gretel fue alemana. Hija de un empresario, hab¨ªa nacido en 1914 en la peque?a Laupheim, cerca de la frontera suiza. Morena y chispeante, en 1931 y 1932 arras¨® en los campeonatos del sur de Alemania de salto de altura. Su futuro parec¨ªa asegurado hasta que Hitler lleg¨® al poder y se abrieron las puertas de la barbarie. En 1933, fue expulsada por jud¨ªa del club de atletismo. Sus padres, advirtiendo la amenaza que se cern¨ªa, la enviaron al Reino Unido. All¨ª la joven Gretel volvi¨® a hacer lo que mejor sab¨ªa y fue campeona nacional de 1934 y 1935.
El caso atrajo atenci¨®n mundial. Su ¨¦xito y exilio se hab¨ªan vuelto una muestra del antisemitismo nazi. El r¨¦gimen hitleriano, temeroso de un boicot estadounidense a sus anhelados Juegos de Ol¨ªmpicos, intent¨® apagar el fuego y la invit¨® a volver a su patria bajo la promesa de participar en los campeonatos. Gretel acept¨®.
A su regreso, bati¨® el r¨¦cord nacional de salto de altura (1,6 metros). Fue el 30 de junio de 1936. Faltaba solo un mes para el inicio de los Juegos. Pero su marca no fue inscrita. Cuando el equipo estadounidense ya estaba embarcado rumbo a Berl¨ªn, emergi¨® la verdad. Un enviado nazi le hizo saber que no iba a participar en los campeonatos. Con su pelo oscuro y su rostro canela, era demasiado jud¨ªa. Iban a buscar a otra menos evidente. ¡°Fue para m¨ª un golpe terrible, porque era la mejor¡±, explicar¨ªa 79 a?os despu¨¦s.
Asqueada de Alemania, Gretel logr¨® salir en 1937. Lleg¨® a Nueva York con 10 d¨®lares y el juramento de no volver a su tierra natal. En Estados Unidos no se estuvo quieta. Limpi¨® casas, trabaj¨® de masajista y, c¨®mo no, volvi¨® a retar a la fuerza de la gravedad con abrumador ¨¦xito: obtuvo el oro en los campeonatos estadounidenses de 1937 y 1938. Pero lo m¨¢s importante, como ella misma recordar¨ªa, fue que consigui¨® traer a sus padres y librarles de los campos de exterminio.
Casada con otro exiliado, el corredor Bruno Lambert, con el paso de los a?os dej¨® el deporte y tuvo una familia. Pero nunca olvid¨®. En 1986 rechaz¨® acudir a Berl¨ªn al aniversario de los 50 a?os de los Juegos. Y m¨¢s de una vez se descubri¨® llorando al ver pruebas de atletismo por la televisi¨®n. ¡°Me acordaba de lo que fui y lo que podr¨ªa haber conseguido¡±. Solo en 1999, cuando en su peque?a ciudad natal decidieron bautizar con su nombre el estadio local, regres¨® a Alemania. ¡°Volv¨ª porque pens¨¦ que cuando los ni?os preguntasen qui¨¦n era esa Gretel Bergmann, contar¨ªan la historia de lo sucedido¡±. Este martes, rodeada de los suyos, Gretel muri¨®. Era una saltadora de altura.
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