La plata es suficiente para Espa?a en Waterpolo

Los Mundiales de Nataci¨®n alteraron la cadena alimenticia del ecosistema del Danubio a la altura de la isla Margarita. El torrente de luz sobre la piscina de waterpolo en plena noche atrajo a toda la gama de lepid¨®pteros de h¨¢bitos nocturnos. Una nube de polillas sobrevolaron el espejo de agua del centro Alfred Haj¨®s, cubierto diariamente por una atm¨®sfera crepitante a la que acudieron a comer todas las criaturas de h¨¢bitos insect¨ªvoros de la regi¨®n. Los partidos de waterpolo se disputan en un clima hostil. En el aire cazaron los cern¨ªcalos y los murci¨¦lagos; en el agua cazaron las jugadoras de waterpolo estadounidenses. Como el pez legendario que se comi¨® el anillo de Pol¨ªcrates de Samos, las norteamericanas acuden a pelear por todo lo que brilla con una voracidad ¨²nica en la historia del waterpolo. Ya suman dos oros ol¨ªmpicos y tres medallas de oro mundial, la ¨²ltima la que le arrebataron a Espa?a por goleada (13-6).

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La resistencia que ofrece Espa?a a este fen¨®meno tiene un enorme m¨¦rito. La selecci¨®n que dirige Miki Oca ha sido la ¨²nica que ha despojado a las americanas de un t¨ªtulo cuando las elimin¨® en los cuartos de final del mundial de Barcelona, en 2013. Espa?a, cuyo modelo es tributario del sistema de clubes asentados en comunidades locales, carece de los recursos de los pa¨ªses que persiguen el podio. Estados Unidos, Canad¨¢, Australia, Rusia o Hungr¨ªa son superiores por peso social, por superestructura y por infraestructura.

¡°Sobre todo, lo que han mostrado estas jugadoras es una gran capacidad competitiva¡±, dice Miki Oca, ¡°un gran esp¨ªritu de lucha que han combinado con orden, ideas claras y serenidad¡±.

Las espa?olas aguantaron el embate hasta el tercer cuarto. El partido se quebr¨® ah¨ª, justo despu¨¦s de un gol de Anna Espar cuando faltaban siete minutos. Con el marcador luciendo una distancia m¨ªnima de 5-4 a su favor, el cardumen de Estados Unidos se abalanz¨® sobre la mitad de piscina que defend¨ªan sus rivales, provocaron cuatro expulsiones temporales, y aprovecharon con precisi¨®n cada superioridad. Rachel Fattal, Kiley Neuschul, Maggie Steffens y Aria Fischer ametrallaron la porter¨ªa espa?ola en cinco minutos. Fue una andanada terminal. El partido se agot¨® en dos contraataques frustrados. Primero Bea Ortiz y despu¨¦s Judith Forca lanzaron los tiros a los palos. El de Bea rebot¨® en el agua. La pelota permaneci¨® a la deriva un instante a la espalda de la portera americana. Con el 8-4 en el marcador, el punto de suerte que necesitaba Espa?a se hab¨ªa perdido.

Oca dirigi¨® hasta Budapest la renovaci¨®n del equipo que obtuvo la plata ol¨ªmpica en 2012 y el oro en el mundial de 2013. Sus principales apoyos en Hungr¨ªa fueron Anna Espar, la conductora del juego, Laura Ester, la portera, y la magn¨ªfica Paula Leiton, la boya de apenas 17 a?os.

Leiton, encantada

¡°Me sent¨ª s¨²per c¨®moda desde el primer d¨ªa¡±, dijo Leiton, autora de un gol en la final. ¡°Me hicieron sentir parte del equipo. En los primeros partidos tuve much¨ªsimos nervios y lo pas¨¦ muy mal, pero partido a partido el equipo se sinti¨® mejor junto. La posici¨®n de boya es una de las m¨¢s duras. Todo es encajar y seguir. Pero me encanta ser el centro del equipo y poder ayudar a mis compa?eras a encontrar espacios o a ofrecerme para que me den la pelota¡±.

El sistema de competici¨®n que curte a las nadadoras estadounidenses desde sus colegios hasta la red universitaria de la NCAA ha desarrollado un equipo fastuoso. Dobles campeonas ol¨ªmpicas desde 2012 y triples campeonas mundiales desde ayer, estas mujeres han depredado las piscinas del mundo con la monoton¨ªa de lo predecible. De Londres a Brasil y de Kaz¨¢n a Budapest, donde se fagocitaron a Espa?a con una goleada inapelable.

Rusia fue bronce imponi¨¦ndose a Canad¨¢ en el partido por el tercer puesto.