Un equipo argentino agranda las ¨¢reas para que le den un penalti

El f¨²tbol argentino sigue regalando situaciones bizarras, amparadas en la falta de control y la negligencia de los dirigentes. El pasado domingo, Deportivo Riestra y Comunicaciones intentaron definir el segundo ascenso a la B Nacional (segunda categor¨ªa), que acompa?ar¨ªa a Mor¨®n, clasificado en el primer lugar. Sin embargo, un nuevo esc¨¢ndalo puso el desenlace en una pausa, por lo menos hasta dentro de unas horas. El partido de vuelta lo ganaba Riestra por 2 a 0 en su casa y uno de los goles fue de penal, luego se conoci¨® que las ¨¢reas estaban agrandadas en forma intencional para sacar ventaja. En suma, y sobre el final, un jugador local que no era de la partida invadi¨® el campo y motiv¨® a que decenas de hinchas lo copiaran. El ¨¢rbitro suspendi¨® las acciones cuando faltaba jugarse los 5 minutos adicionales.

El inciso G del art¨ªculo 106 del Reglamento de Transgresiones y Penas de la AFA indica que ¡°cuando se produzca desorden o agresi¨®n en la cancha o entre el p¨²blico asistente, promovido por dirigente, delegado, jugador o integrante de personal t¨¦cnico de uno o de los dos equipos¡± se debe dar por perdido el partido al infractor. Pero tambi¨¦n es cierto que, en Argentina, hay un refr¨¢n que est¨¢ por encima de las normas y que indica que ¡°hecha la ley, hecha la trampa¡±. Basta recordar el caso del club Liniers, que jug¨® durante 29 a?os con su cancha torcida, provocando decenas de goles ol¨ªmpicos.

La decisi¨®n de la AFA fue terminante, aunque no lleg¨® a conformar a la mayor¨ªa: suspensi¨®n de un a?o al estadio de Riestra, 2.000.000 de pesos (113.000 d¨®lares) de multa y quita de 23 puntos el pr¨®ximo torneo, ?La final? Los cinco minutos restantes se juegan el pr¨®ximo jueves, en dos tiempos de dos minutos y medio.

La final del domingo ha dejado tela para cortar, pero no solamente por la invasi¨®n de campo del jugador Leandro Freire, que luego del partido se excus¨®: ¡°En el final entramos a festejar, est¨¢bamos muy contentos y quer¨ªamos estar al lado de los muchachos¡±. Con las horas, se descubri¨® que Riestra hab¨ªa agrandado las ¨¢reas, con el objeto de que le cobren un penal y poder remontar as¨ª el 0-1 del partido de ida.

Las im¨¢genes a¨¦reas tomadas sobre el campo de juego del peque?o estadio ubicado en el sur de la Ciudad de Buenos Aires luego de la malograda final exhiben la doble marcaci¨®n de las ¨¢reas. El peri¨®dico La Naci¨®n confirm¨® que durante el d¨ªa lunes, un empleado del club borr¨® las l¨ªneas de cal para achicar el ¨¢rea grande, pero algunas marcas quedaron. All¨ª fue donde el domingo cay¨® el delantero Gonzalo Bravo y el juez Paulo Vigliano cobr¨® penal.

Nada pudo hacer Germ¨¢n Yacaruso, arquero del cartero, quien luego dijo a la prensa: ¡°Tanto las ¨¢reas chicas como las grandes eran m¨¢s extensas de lo normal, me di cuenta enseguida. Vivimos de esto, las l¨ªneas las usamos como referencia y no eran reglamentarias. De todos modos, lo que sucedi¨® en el cierre es mucho m¨¢s grave¡±. Teniendo en cuenta que las medidas reglamentarias del ¨¢rea grande son de 40,3 metros de ancho y de 16,5 de largo, Riestra habr¨ªa agrandado cerca de 66 metros cuadrados su ¨¢rea para el partido definitorio.

El entrenador de River, Marcelo Gallardo, opin¨® con contundencia: ¡°Basta con esto de la viveza criolla y de que estas situaciones queden en la nada m¨¢s all¨¢ de a qui¨¦n perjudiquen y m¨¢s all¨¢ de los equipos de este caso. No estoy enjuiciando, cada uno sabe c¨®mo act¨²a pero debe haber leyes que se tomen y medidas que puedan hacer que el f¨²tbol argentino de una vez por todas pueda salir del pozo adonde est¨¢ hace much¨ªsimo tiempo¡±.

Desde la AFA reconocen que se trata de ¡°un tema complicado¡±. No es para menos, de un lado est¨¢ Riestra, el equipo que gerencia el implacable exabogado V¨ªctor Stinfale y tiene a Diego Maradona como t¨¦cnico em¨¦rito. Del otro est¨¢ Comunicaciones, hoy conducido por un ¨®rgano fiduciario, pero que alguna vez pretendieron el empresario de medios Daniel Hadad y el poderoso gremialista Hugo Moyano.