Los Mundiales buscan la nueva estrella del atletismo

Un d¨ªa en Londres se cruzaron subiendo y bajando del podio Mo Farah y Usain Bolt, los triunfadores. Fue un d¨ªa de jolgorio e ingenuidad compartida, alegr¨ªa sin sombras, como todos los de los Juegos del 12 en el siempre rebosante Estadio Ol¨ªmpico. Farah, el fondista brit¨¢nico imbatido en 5.000 y 10.000 metros en Mundiales y Juegos desde entonces, termin¨® haciendo el gesto de Bolt, tan menudito y sonriente en el podio; el jamaicano correspondi¨® llev¨¢ndose las manos a la cabeza con un florido arco de los brazos, la firma del fondista.

Cinco a?os despu¨¦s, el gran atletismo, y algunos de sus h¨¦roes de entonces, regresa al Estadio Ol¨ªmpico de Londres, reconvertido en el campo de f¨²tbol del West Ham, el club de los dos martillos cruzados. El cielo est¨¢ nublado, sopla el viento cuando no llueve y en las calles de la capital brit¨¢nica nada recuerda lo que ocurre en el estadio, en las afueras a¨²n en construcci¨®n. Al fulgor patri¨®tico, tan crecido el agosto ol¨ªmpico, no se le ve por ninguna parte. Y, por si hiciera falta alguna nota melanc¨®lica m¨¢s, Bolt y Farah han regresado para decir adi¨®s a las pistas. Ambos dejar¨¢n un buen vac¨ªo, m¨¢s grande el del gigante jamaicano, que ha monopolizado todo lo que huele a gloria y business en el atletismo mundial. En el estadio, a¨²n vac¨ªo, suena a tope el Sweet Caroline de Neil Diamond.

Sin Farah y, sobre todo, sin Bolt, el star system sobre el que el atletismo debe basar su supervivencia en competencia con los grandes deportes televisivos, queda tocado del ala.

Bien puede salir tranquilo a pasear por Londres el surafricano Wayde van Niekerk, quiz¨¢s el mayor talento atl¨¦tico nacido despu¨¦s de Bolt, que apenas nadie le reconocer¨¢. Y ya es campe¨®n ol¨ªmpico y Mundial, y en Londres es favorito para ganar los 200m y los 400m, lo que solo ha hecho Michael Johnson en 1995 y 1996; y se pronostica que hasta puede bajar de los 43s en los 400m, una barrera fabulosa. Y le podr¨ªa acompa?ar en su paseo el norteamericano Christian Taylor, que tampoco ser¨ªa muy reconocido a pesar de ser ya dos veces campe¨®n ol¨ªmpico y otras dos mundial y tener en el punto de mira los 18,29m que Jonathan Edwards, la gloria brit¨¢nica, fij¨® como r¨¦cord del mundo de triple en 1995. Para ganar el Mundial de Pek¨ªn en 2015, Taylor salt¨® ya 18,21m. ¡°Me encantar¨ªa batirlo en la tierra de Edwards¡±, anuncia Taylor. ¡°He o¨ªdo, adem¨¢s, que el d¨ªa de la final, el 10, es el cumplea?os de su hijo. Ser¨ªa un buen regalo¡­¡±

Bolt quiere irse como lleg¨®, ganando, dejando al mundo con la boca abierta de sorpresa y de alegr¨ªa, la fanfarria de la velocidad pura. Correr¨¢ solo los 100m y el relevo corto con Jamaica. Los 200m, la distancia en la que comenz¨®, le vienen largos en un a?o de semijubilaci¨®n en el que apenas pudo entrenarse y competir. Pese a ello, pese a haber bajado solo una vez de los 10s y roz¨¢ndolos (9,95s), el plusmarquista mundial desde 2009 (9,58s) es el favorito para ganar la final del s¨¢bado. Su superioridad te¨®rica se debe tanto al hecho de que el que deber¨ªa haber sido su gran rival, el joven canadiense Andre de Grasse, se torci¨® el isquio el lunes y es baja como a que detr¨¢s de ¨¦l la velocidad es un p¨¢ramo. Solo 11 de los participantes han bajado en 2017 de los 10s, y el n¨²mero uno, el campe¨®n universitario norteamericano Christian Coleman (9,82s en junio), ha corrido tanto este a?o en pista cubierta (ocho carreras de 60m y siete de 200m) y al aire libre (12 de 100m, 10 de 200m, una de 300m, siete relevos cortos y cuatro largos) y est¨¢ tan cansado que pocos le consideran favorito. Los rivales de Bolt ser¨¢n los viejos de siempre, Justin Gatlin, inagotable a los 35 a?os, y Yohan Blake, el amigo jamaicano.

De Farah, que el viernes sale favorito del 10.000, poco se sabe. Al fondista no le gusta que le pregunten por las investigaciones por dopaje que afectan a su entrenador, Alberto Salazar, y se niega a hablar con la prensa. Su contribuci¨®n, as¨ª, al star system es tan inexistente como el propio star system, y casi tan negativa como el positivo de las sprinters ucranias Olesya Povh y Olha Zemliak /sel segundo de su carrera), las dos primeras bajas de Londres por dopaje.