Los mejores 100 metros de Londres
Bolt se lesion¨®, y con ello enviaba un mensaje, el ¨²ltimo, a sus competidores: no me hab¨¦is podido ganar
A Jos¨¦ Luis S¨¢nchez Para¨ªso?Los campeonatos del mundo de atletismo m¨¢s largos de la historia terminaron este domingo en Londres. Ser¨¢n recordados, sin duda, como los de la retirada de Usain Bolt, al que vimos caer lesionado el s¨¢bado por la noche en su ¨²ltima carrera de relevos. Si echamos un vistazo a la prensa de los ¨²ltimos d¨ªas veremos que la jubilaci¨®n del que ha sido el mejor velocista de la historia ha ensombrecido unos campeonatos, por lo dem¨¢s mediocres en lo que a marcas se refiere. Pero la pobreza de los registros obtenidos por los atletas, con honrosas excepciones, no debe ocultar la belleza de algunas de las pruebas a las que hemos asistido. Por ejemplo, la de los 3.000 metros obst¨¢culos femeninos, en la que dos norteamericanas, Emma Coburn y Courtney Frerichs, esta ¨²ltima pr¨¢cticamente desconocida, vencieron a las favoritas, las kenianas, y Ruth Jebet, la mujer que hoy todav¨ªa conserva el r¨¦cord del mundo, haciendo adem¨¢s una marca excelente, cercana a los nueve minutos. O la final de los 10.000 metros masculinos, la ¨²ltima victoria de otro grande, Mo Farah, cuyos cien metros finales fueron mucho m¨¢s emocionantes que los que al d¨ªa siguiente coronaron a Gatlin como nuevo y abucheado campe¨®n del mundo. Han sido, adem¨¢s, los mundiales en los que se han reivindicado los 200 metros lisos, una prueba que siempre ha vivido arrinconada entre el 100 y el 400, que ni es una recta ni es una vuelta, pero que esta semana en Londres ha brillado con luz propia, con dos finales, en hombres y en mujeres, extraordinariamente competidas.
Se va Bolt, el mejor. Un atleta excepcional, empezando por su altura, 1,95 metros, que le permit¨ªa correr el hect¨®metro en 41 zancadas. Unas zancadas tambi¨¦n excepcionales, por lo largas, como acabo de apuntar y por su asimetr¨ªa: la escoliosis de Usain se traduc¨ªa en que una mitad era m¨¢s larga que la otra. Excepcional, en fin, por su cercan¨ªa, su simpat¨ªa, sus gestos, que prodigaba a¨²n en la l¨ªnea de salida, algo que le distingu¨ªa de sus rivales, serios y concentrados. Muchas veces he pensado que m¨¢s all¨¢ de deficiencias t¨¦cnicas, siempre discutibles, y de su enorme envergadura, sus legendarias malas salidas le deb¨ªan algo a esa falta de concentraci¨®n. Como nunca he dudado de que esa hiperactividad antes de la salida conten¨ªa un mensaje impl¨ªcito para todos sus rivales: soy tan superior que no necesito concentrarme, y si me quedo un poco en los tacos pues ya os coger¨¦. En definitiva, resaltaba su caracter¨ªstica m¨¢s notable, los ¨²ltimos treinta metros, en los que Bolt llegaba desde atr¨¢s y sus competidores le o¨ªan venir y se agarrotaban intentando correr m¨¢s deprisa esos metros finales, en los que todo velocista sabe que lo m¨¢s importante es mantener la relajaci¨®n.
Quiz¨¢ lo m¨¢s llamativo de estos mundiales ha sido que los grandes atletas, los que se van y los que est¨¢n llegando, se hayan fijado metas muy dif¨ªciles de alcanzar. En efecto, no se trataba de ganar una prueba; era preciso doblar y ganar dos. Y no ha podido ser. Los que se iban despu¨¦s de Londres, quiz¨¢ ya no estaban en condiciones de hacerlo. Y los que buscaban en la capital brit¨¢nica estrenar su reinado no estaban suficientemente maduros todav¨ªa. Ni Bolt, que se jubilaba, pudo ganar los cien y el relevo corto, ni Mo Farah, que se pasa a la marat¨®n, lo consigui¨® hacer en los 5.000 y en los 10.000. Tampoco el llamado a sustituir a Usain como icono del atletismo mundial, el sudafricano Van Niekerk, logr¨® ganar el 400 y el 200. Ni tan siquiera Allyson Felix, a pesar de aumentar su incre¨ªble colecci¨®n de medallas, lo consigui¨® en las dos pruebas individuales en las que compiti¨®. Quiz¨¢ esta es la parte de la herencia de Bolt que deber¨ªamos olvidar m¨¢s r¨¢pidamente: ser¨¢ muy dif¨ªcil volver a ver a atletas capaces de ganar dos pruebas en los mismos campeonatos.
Estos mundiales pasar¨¢n a la historia como los ¨²ltimos en los que particip¨® un superhombre, posiblemente el mejor atleta de la historia. La noche del s¨¢bado Usain Bolt no pudo completar su posta en el 4x100. Una lesi¨®n se lo impidi¨®. Ayer domingo los titulares de casi todos los peri¨®dicos ten¨ªan algo de dram¨¢tico y nos describ¨ªan al ¨ªdolo ca¨ªdo, la faceta m¨¢s humana del ser sobrenatural. Creo que cabe, al menos, otra interpretaci¨®n. Se lesion¨®, es cierto. Y con ello, como hac¨ªa antes de o¨ªr el disparo de salida al no parar de gesticular, enviaba un mensaje, el ¨²ltimo, a sus competidores: no me hab¨¦is podido ganar.
Alfredo P¨¦rez Rubalcaba corri¨® los 100 metros lisos en 10,9s.
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