Kasp¨¢rov sufre por el reloj y comparte el ¨²ltimo puesto
El ruso, irregular en las partidas r¨¢pidas, jugar¨¢ 18 m¨¢s en el modo rel¨¢mpago con los mismos rivales
No hay mayor pesadilla para un ajedrecista que jugar bien y perder por errores graves. A Gari Kasp¨¢rov le ocurri¨® hoy en dos partidas, y gan¨® la otra por un regalo de su rival. Terminado el torneo r¨¢pido, la Copa Sinquefield se completar¨¢ el jueves y viernes en San Luis (EEUU) con otra competici¨®n, en la modalidad rel¨¢mpago y con los mismos diez participantes. El excampe¨®n, brillante a veces pero muy inseguro, comparte el ¨²ltimo puesto con Viswanathan Anand y David Navara.
?Por qu¨¦ el viejo le¨®n Kasp¨¢rov se ha metido en un territorio dominado por machos j¨®venes y muy agresivos? ?Acaso le queda algo por demostrar tras haber sido el rey de la manada durante dos decenios (1985-2005)? Para contestar esas preguntas con tino hay que saber que hablamos de un ser humano muy extraordinario. Y no tanto porque sea un genio, sino porque ¨¦l s¨®lo entiende la vida como una sucesi¨®n ininterrumpida de retos grandiosos que debe superar: ser el mejor ajedrecista de la historia, portar el estandarte del homo sapiens en la lucha contra las computadoras (duelos contra Deep Blue en 1996 y 1997), destronar a Vlad¨ªmir Putin, universalizar el ajedrez como herramienta educativa¡ y codearse con los grandes machos del boxeo mental a los 54 a?os, al menos en las modalidades de partidas r¨¢pidas.
Quien mejor expres¨® esa manera de entender la vida fue la gran inspiradora, su madre, Clara Kasp¨¢rova, en una entrevista con EL PA?S SEMANAL, a finales de 1985: ¡°Ser siempre el n¨²mero uno es dur¨ªsimo y muy dif¨ªcil. Por tanto, vivir por el placer de vivir es algo que ni mi hijo ni yo comprendemos¡±. No ser¨¢n pocos quienes, al leer esas frases, perder¨¢n toda la envidia que pudieran tener de la gloria, la fama, el dinero y la gran intensidad vital de Kasp¨¢rov.
Atentar contra las leyes de la biolog¨ªa -ninguno de los 40 mejores del mundo tiene m¨¢s de 50 a?os- es un reto apasionante para Kasp¨¢rov y sus millones de admiradores, pero muy arriesgado y peligroso porque puede llegar a ser psicol¨®gicamente destructivo para quien considera que el ¨²nico n¨²mero consustancial con ¨¦l es el uno. Su madre le educ¨® para afrontar este tipo de desaf¨ªos, pero eso no es una garant¨ªa de ¨¦xito.
Todo ello qued¨® muy ilustrado en la partida de la 7? ronda (primera del mi¨¦rcoles) contra el checo David Navara, de 32 a?os, 33? del mundo y colista del torneo hasta ese momento. Kasp¨¢rov, con las piezas blancas, se lanz¨® a la yugular desde el inicio, logr¨® una clara ventaja sin apurarse mucho de tiempo como en partidas anteriores, y tuvo la sangre fr¨ªa -al estilo de su eterno rival, Anatoli K¨¢rpov- de echar el freno, cambiar las damas y entrar en un final muy f¨¢cil de ganar, con ventaja decisiva. Hasta ah¨ª fue una lecci¨®n magistral.
Pero entonces ocurri¨® la tragedia. Es dif¨ªcil saber si fue por sobreexcitaci¨®n, ligera presi¨®n del reloj, exceso de confianza, reflejos disminuidos por la edad o todo ello a la vez. Lo cierto es que Kasp¨¢rov hizo una jugada (34 Cd3) que cualquier profesional o aficionado de alto nivel hubiera descartado, cuando ten¨ªa dos muy sencillas que ganaban. Y la consciencia de ese yerro provoc¨® otros, que le llevaron a una derrota de las m¨¢s dolorosas.
Mientras el desolado excampe¨®n rumiaba su amargura en el camerino, Navara explic¨®: ¡°En esta modalidad r¨¢pida, todo el mundo, incluso los campeones, pueden cometer errores. Hace a?os me concienci¨¦ de ello, y me he acostumbrado a no perder concentraci¨®n aunque mi posici¨®n sea perdedora, sin que importe qui¨¦n sea el rival. Por eso he podido aprovechar los errores de Kasp¨¢rov¡±.
Las consecuencias de ese trauma se vieron de inmediato, en la octava partida, ante el vietnamita Liem Le Quang, de 26 a?os, 22? del mundo y gran sorpresa del torneo. Pero no por lo que ocurr¨ªa en el tablero, donde la lucha no era muy excitante: en su porf¨ªa por el juego perfecto y la ansiada victoria, Kasp¨¢rov se apur¨® much¨ªsimo de tiempo en una posici¨®n muy equilibrada. Tras 25 movimientos s¨®lo le quedaba un minuto, por diez de su rival.
Con margen suficiente, forzar tablas hubiera sido muy f¨¢cil, pero bajo tanta presi¨®n s¨®lo faltaba saber cu¨¢ndo llegar¨ªa el fallo decisivo del ruso. Sin embargo, ocurri¨® lo que nadie pod¨ªa esperar: el vietnamita, que luchaba por el primer puesto, se dej¨® una torre y tuvo que abandonar. La suerte ca¨ªa por fin del lado de los dioses.
Cabe suponer que esa peculiar victoria tuvo algo de bals¨¢mico, porque Kasp¨¢rov parec¨ªa m¨¢s animado cuando afront¨® la ¨²ltima ronda con negras ante un peso pesado, el estadounidense Fabiano Caruana, de 25 a?os, 5? del mundo. El gran reto ahora consist¨ªa en ganar esa partida para terminar con el 50% de la puntuaci¨®n posible, un rendimiento m¨¢s que digno para el envejecido Kasp¨¢rov.
El Ogro de Bak¨² inici¨® ese combate, con negras, m¨¢s concentrado que nunca, e incluso logr¨® tres minutos de ventaja en una posici¨®n igualada. Luego volvi¨® a sufrir, y de nuevo se apur¨® de tiempo, y perdi¨®, porque incluso para ¨¦l roza imposible aguantar la presi¨®n de un rival tan fuerte como Caruana con s¨®lo unos segundos en el reloj.
El reto no termina aqu¨ª: Kasp¨¢rov tambi¨¦n disputar¨¢ el jueves y el viernes un torneo frente a los mismos rivales en la modalidad rel¨¢mpago: cinco minutos por jugador para toda la partida (m¨¢s tres segundos por jugada). Los puntos acumulados en el torneo que termin¨® hoy valdr¨¢n el doble que los de las partidas rel¨¢mpago para la clasificaci¨®n final combinada. Pero eso es lo que menos le importa a Kasp¨¢rov; ¨¦l necesita demostrarse, y tambi¨¦n a su madre y al mundo entero, que es un ser excepcional, capaz de desafiar incluso a la biolog¨ªa.
Clasificaci¨®n: 1? Aroni¨¢n 6 puntos; 2?-3? Caruana y Nakamura 5,5; 4? Nepomniachi 5; 5? Leinier Dom¨ªnguez 4,5; 6?-7? Le Quang y Kariakin 4; 8?-10? Kasp¨¢rov, Anand y Navara 3,5.
Retransmisi¨®n en directo en ingl¨¦s: http://grandchesstour.org/2017-grand-chess-tour/watch-live-2
Retransmisi¨®n en directo en espa?ol: https://chess24.com/es
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