Suso, ¡®vasco¡¯ del mismo C¨¢diz

Jos¨¦ Joaqu¨ªn Fern¨¢ndez S¨¢ez de la Torre, m¨¢s conocido como Suso, fich¨® por el Milan en enero de 2015. Esa noche, el administrador delegado del club lombardo, Adriano Galliani, lo invit¨® a cenar junto con su familia. Al cabo de la velada, despu¨¦s de horas de observaci¨®n, Galliani no reprimi¨® la curiosidad. Hab¨ªa convivido con decenas de jugadores a lo largo de su vida y en Suso advirti¨® algo extra?o. ¡°?De verdad este chico es de C¨¢diz?¡±, le pregunt¨® a los padres, sorprendido. ¡°?Pero naci¨® all¨ª o...?¡±, insisti¨®. ¡°?Porque es demasiado serio para ser andaluz! ?Parece vasco!¡±.

Suso era del mismo Cai pero el ojo de Galliani no iba completamente descaminado. Nacido en las barriadas del sur del ensanche, llevaba inscrito en el gesto taciturno un sello que lo diferenciaba. Ten¨ªa apenas 21 a?os y hac¨ªa m¨¢s de seis que se hab¨ªa marchado fuera del microclima de su ciudad natal, arrastrado por el deseo de trasladar la magia de su zurda a la rutina profesional.

Dec¨ªa Vicente del Bosque que para el Madrid la mejor cantera es la madrile?a. Una de las primeras causas de fracaso en las canteras reside en el desarraigo que experimentan los adolescentes cuando les trasplantan de una regi¨®n a otra. Son c¨¦lebres las lloreras de Andr¨¦s Iniesta en La Mas¨ªa y solo estaba a 500 kil¨®metros de Albacete. Los jugadores andaluces soportan las migraciones tempranas peor que la mayor¨ªa y C¨¢diz es el extremo m¨¢s meridional e inaccesible de Andaluc¨ªa. El periplo de Suso por media Europa no tiene precedentes. Su inscripci¨®n en la lista de Julen Lopetegui para jugar con la selecci¨®n absoluta por primera vez es la consagraci¨®n, m¨¢s que de una carrera, del viaje de un pionero.

¡°Me lo tomo como un sue?o¡±, dijo este mi¨¦rcoles, serio como le cal¨® Galliani, los brazos tatuados sobre la mesa de conferencias de Las Rozas, y con la seguridad que confieren los retos conseguidos. La temporada pasada hizo siete goles y dio nueve asistencias en 34 partidos arrancando desde la banda derecha del Milan. Este curso suma dos goles y dos asistencias en dos partidos de Serie A. Como dice su padre, Jes¨²s: ¡°Montella [el t¨¦cnico milanista] conf¨ªa tanto en ¨¦l que le ha puesto a jugar hasta infiltrado¡±.

Desde que luci¨® como mediapunta alev¨ªn en el Club Deportivo Berchmans, no hab¨ªa encontrado m¨¢s estabilidad. Apenas jug¨® seis meses en el juvenil del C¨¢diz cuando el Madrid y el Liverpool de Rafa Ben¨ªtez compitieron por firmarle. Con solo 15 a?os, en 2010, fich¨® por el Liverpool; se instal¨® en una casa familiar y sus padres, por motivos laborales, solo le pudieron visitar espor¨¢dicamente. Jug¨® en la Premier, fue cedido al Almer¨ªa en 2013, fatig¨® en la Liga, y acab¨® en el Milan en 2015 cargando experiencia y frustraciones. En Inglaterra aprendi¨® a soportar el rigor f¨ªsico. En Almer¨ªa comprendi¨® que tampoco Espa?a le aseguraba el ¨¦xito.

El trasiego del Milan crepuscular de Berlusconi no fue el destino m¨¢s seguro. El t¨¦cnico, Mihajlovic, debi¨® considerarle inviable para el calcio, de tan canijo como le vio, con sus 177 cent¨ªmetros de estatura. Por propia iniciativa, en enero de 2016 Suso decidi¨® ir cedido al Genoa que dirig¨ªa Gian Piero Gasperini. Gasperini no tard¨® en descubrir un secreto: por debajo de la envoltura de apariencia fr¨¢gil se escond¨ªa un superviviente y un diablo desequilibrante. Su regreso al Milan corrobor¨® una adaptaci¨®n rar¨ªsima.

¡°Me gusta jugar por dentro y por fuera, en corto y en largo¡±, dice. ¡°Con la filosof¨ªa de la selecci¨®n siempre me he encontrado c¨®modo en todas las categor¨ªas¡±.

Lopetegui le conoce desde la sub-20. Tras un largo periplo, ambos se han vuelto a reunir.