Hablando de leyendas, Pau Gasol
Cada verano por estas fechas el deporte espa?ol tiene una cita, adem¨¢s de con la gloria, con la decencia. Ocurre cuando este chico salta a la cancha con la selecci¨®n de baloncesto
En lo que va de siglo, cada verano por estas fechas el deporte espa?ol tiene una cita, adem¨¢s de con la gloria, con la decencia. Ocurre cuando la selecci¨®n de baloncesto salta a la cancha. Y no solo por los triunfos que acumula, que son un esc¨¢ndalo, cierto, pero en ese terreno deportes como el f¨²tbol sala est¨¢n por delante. Y no digamos el hockey sobre patines. No es una cuesti¨®n de comparar, tan aficionados como somos al y t¨² m¨¢s. Lo trascendente de la cuesti¨®n es que hay un grupo de muchachos que ininterrumpidamente, verano tras verano, nos ense?an todos los valores que debe tener eso que llamamos deporte. Desde que un 15 de agosto de hace 16 a?os Pau Gasol debutara con la selecci¨®n absoluta, los ¨¦xitos han convertido al baloncesto espa?ol en el m¨¢s admirado del planeta, con y sin NBA. Es este un pa¨ªs en el que los medios de comunicaci¨®n, todos en general, acostumbramos a expedir certificados de mito con alegre desenfado. Reciben tan honorable distinci¨®n desde barbilampi?os j¨®venes que vuelan a lomos de una moto hasta rijosos y simp¨¢ticos futbolistas que llenan las muy admiradas redes sociales de chanzas y chirigotas tras haber logrado la proeza de, por ejemplo, marcar un gol. As¨ª las cosas, en el imaginario colectivo de nuestro deporte no queda sitio para m¨¢s h¨¦roes. A reventar est¨¢ el gallinero. Conviene, pues, hacer un ejercicio riguroso y elevar en lo posible el list¨®n. Sub¨¢moslo entonces, arriba, m¨¢s arriba, m¨¢s todav¨ªa, que llegar¨¢ el momento en que ah¨ª solo encontremos a Rafa Nadal y a Pau Gasol. Porque de leyendas hablamos, ?no?
No hace muchas fechas sac¨¢bamos lustre al ata¨²d de Nadal, golpeado como era por las lesiones y porque, ya puestos, hay mucho fiscal de la palabra dispuesto a demostrar que a partir de los 30 uno es un matado. Hoy, Nadal, a sus 31 a?os, es el n¨²mero uno del tenis mundial. Qu¨¦ cosas. Y viene al recuerdo el a?o 2014, cuando los Lakers de Gasol, con los que el espa?ol hab¨ªa ganado dos t¨ªtulos de la NBA, firmaron la peor temporada de los tiempos modernos, lo que empuj¨® a Pau a abandonar Los ?ngeles y emigrar a otros lares (Chicago) en busca de lo que algunos calificaron de millonaria prejubilaci¨®n. Apenas un a?o despu¨¦s, con Espa?a en las semifinales del Eurobasket, el prejubilado Gasol ejecut¨® la mejor actuaci¨®n que se le recuerda a un jugador europeo, consiguiendo ¨¦l solo tanta valoraci¨®n como el equipo de Francia al completo. Qu¨¦ cosas.
Hoy, Gasol vuelve a liderar al mejor equipo que jam¨¢s tuvo el deporte espa?ol, con el que busca otro oro en el Europeo, el cuarto que ser¨ªa. Todo comenz¨® con el siglo, un agosto de 2001 en el que la fase final se disput¨® precisamente en Turqu¨ªa, como ahora. Desde entonces han llovido 11 medallas. Pese al martilleo de las lesiones, pese a la baja del jugador m¨¢s determinante que habita en suelo europeo (Llull), no hay m¨¢s favorita en este torneo que la pandilla de Pau. Tanta es la qu¨ªmica que existe en este grupo que alguien de la categor¨ªa de Navarro acepta de buen grado su papel residual en el equipo. Y todos asumen el liderazgo de Pau, que viene a ser algo as¨ª como el alcalde aquel de Amanece que no es poco: ¡°Todos somos contingentes, pero t¨² eres necesario¡±. M¨¢s all¨¢ de colores, banderas y otros pa?os, a esta gente no queda otra que mostrarle un respeto reverencial. Como mostr¨® el p¨²blico de Madrid al homenajear a Navarro cuando super¨® a Epi como el jugador espa?ol m¨¢s internacional de la historia. ?Se imaginan al p¨²blico del Bernab¨¦u regalando un homenaje a un futbolista del Bar?a o al del Camp Nou a uno del Madrid? R¨ªan, r¨ªan. O lloren, ustedes ver¨¢n.
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