Nadal, en busca del ¡®rodillo¡¯ perdido
Despu¨¦s de tres triunfos discretos, el n¨²mero uno apunta a la mejora del ¡®drive¡¯ para dar un salto exponencial en los octavos ante Dolgopolov: "Tengo que apuntalar la confianza con la derecha"
Camuflado debajo de una visera de color ros¨¢cea y mientras apuraba una botella de medio litro de agua, Rafael Nadal lo desliz¨® entre l¨ªneas. Mencion¨¢ndolo, pero sin la intenci¨®n de subrayarlo m¨¢s de lo necesario, de soslayo. Ante Leonardo Mayer, el mallorqu¨ªn volvi¨® a superar algunas fases comprometidas (6-7, 6-3, 6-1 y 6-4, en 3h 15m), pero a diferencia de las dos rondas previas no aludi¨® al nerviosismo ni al tiempo de adaptaci¨®n que requiere cogerle el pulso a cualquier torneo. Nadal apunt¨® a una cuesti¨®n puramente t¨¦cnica. ?Por qu¨¦ no se ha visto hasta ahora a un gran Nadal en Nueva York?
"El rev¨¦s viene funcionando m¨¢s o menos bien y el servicio tambi¨¦n. Lo ¨²nico que tengo que apuntalar es la confianza con el drive. Si cojo la confianza otra vez me mover¨¦ m¨¢s r¨¢pido y ser¨¦ capaz de producir esa sensaci¨®n de rodillo, que es la que necesito y la que me hace tener opciones de competir al m¨¢ximo nivel", describi¨® el n¨²mero uno del mundo, que esta noche encara en los octavos de final del US Open a un jugador absolutamente indescifrable y siempre peligroso, el ucranio Alexandr Dolgopolov.
Deber¨¢ elevar el nivel Nadal, cuya derecha no percute con la misma incidencia que sus mejores fases del a?o, lo que hace que se haya resentido sensiblemente su dominio de los partidos a lo largo de todo el verano. Ocurri¨® tanto en Montreal como en Cincinnati, y ahora en Flushing Meadows, en el contexto de una pista complicada por las condiciones ¡ªtecho cerrado, griter¨ªo, constante movimiento¡¡ª, la sensaci¨®n se ha hecho todav¨ªa m¨¢s palpable. Por momentos, el balear ha perdido el mando en los puntos y no rige los peloteos.
La pegada se mantiene, porque ha sido capaz de producir una cifra considerable de ganadores en los tres primeros partidos ¡ª33 frente a Lajovic, 40 ante Daniel y 39 contra Mayer¡ª; sin embargo, Nadal no consigue imponer ese flujo de juego y ese ritmo que desborda al rival. La derecha, el talism¨¢n del mallorqu¨ªn, es ahora mismo la cuenta pendiente. En ello trabaja y conf¨ªa en revertirlo cuando se adentra en la fase decisiva del torneo, percibida con optimismo a pesar de las sombras de la primera semana.
¡°No estoy del todo satisfecho, porque pod¨ªa haber jugado mejor de lo que lo he hecho, pero puedo ir a m¨¢s¡±, sostiene Nadal; ¡°hab¨ªa entrenado la semana previa mucho mejor de lo que lo he hecho en los partidos, pero no es menos cierto que he ganado tres partidos y que he ganado bien. He luchado en todo momento y he mantenido en todo momento la concentraci¨®n. ?Que puedo hacerlo mejor? S¨ª. ?Que creo que voy a hacerlo mejor? Tambi¨¦n. A lo mejor lo hago peor, pero creo que estoy preparado. As¨ª lo siento¡±.
CONTRA EL ENIGM?TICO DOLGOPOLOV
Hoy, hacia las 19.00 en Espa?a (Eurosport), estar¨¢ al otro lado de la red Alexandr Dolgopolov, uno de esos tenistas muy dif¨ªciles de calibrar. Capaz de lo mejor y de lo peor, el ucraniano supone siempre una amenaza, aunque a sus 28 a?os nunca ha llegado a explotar.
Ocupa el 64? puesto del ranking y a lo largo de su carrera solo ha engarzado tres t¨ªtulos; uno este a?o, en Buenos Aires, y otros dos bastante m¨¢s lejanos en Washington (2012) y Umag (2011). A pesar de su irregularidad, se trata de un tenista que se desenvuelve bien en superficie r¨¢pida y que se fabrica tiros desde todos los ¨¢ngulos.
"A nadie le gusta jugar contra un rival as¨ª", manifest¨® Nadal. "Es verdad que es un jugador inestable, pero es inestable porque tiene subidas y bajadas durante el a?o, pero cuando juega bien no es nada inestable. Tiene un talento importante y ahora viene jugando bien", continu¨®.
Antes del choque con Nadal, el ucraniano dej¨® en el camino, entre otros, al serbio Viktor Troicki, al checo Tomas Berdych y al alem¨¢n Jan-Lennard Struff.
"En Cincinnati perdi¨® con Kyrgios, pero jug¨® muy bien y hasta ahora ha hecho partidos de muy alto nivel. Me guste o no me guste, juego contra ¨¦l. Lo que pase al otro lado de la pista lo puedo controlar menos. Si juego bien y tengo confianza, el rival tambi¨¦n lo tendr¨¢ que hacer bien durante mucho tiempo", cerr¨® el balear.
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