Garbi?e Muguruza abraza la rutina
La espa?ola, virtual n¨²mero uno y citada en los octavos con Kvitova, da con su mejor nivel a partir de la variaci¨®n en los h¨¢bitos cotidianos: "Ahora lo doy todo. Siento que he mejorado mucho como tenista"
Octubre de 2016, Singapur. No son a¨²n las nueve de la ma?ana y a unos 100 metros de altura, sobre la azotea de un hotel, irrumpe Garbi?e Muguruza tratando todav¨ªa de digerir el despertar. Tiene cara de sue?o y, aunque le encanta dormir, lleva en pie un buen rato y se predispone a ir al gimnasio para machacarse los m¨²sculos durante hora y media. Mientras ella se dirige a la sala, las otras participantes de la Copa de Maestras todav¨ªa se quitan lega?as y apuran el desayuno con tranquilidad. ¡°Es lo que toca. No puedo perder ni un segundo¡±, dice la espa?ola, llamada tarde o temprano a hollar la cima del tenis.
De momento, despu¨¦s de avasallar a Magdalena Rybarikova durante 61 minutos (doble 6-1) y citarse en los octavos del US Open con Petra Kvitova, se convirti¨® en la n¨²mero uno virtual. Un hito que deber¨¢ rematar a partir de hoy, en el pulso contra la checa, y a lo largo de la pr¨®xima semana, en la que un triunfo en Nueva York o bien un tropiezo de las otras dos aspirantes al trono (Karolina Pliskova y Elina Svitolina) le garantizar¨ªan el ¨¦xito. ¡°Por supuesto que hace ilusi¨®n, pero debo ir d¨ªa a d¨ªa, sin precipitarme. Eso me funciona y debo seguir por la misma l¨ªnea, tom¨¢ndome cada partido como si fuera una final¡±, constata la bicampeona de Grand Slam.
Desde hace aproximadamente un a?o, Muguruza descubri¨® una nueva realidad. Perdi¨® de golpe la inocencia que le dec¨ªa que podr¨ªa vivir solo de su talento y se dio cuenta de que la gloria se esfuma mucho m¨¢s r¨¢pido de lo que viene. ¡°No pod¨ªa estar siempre metida en una burbuja. Lo de Roland Garros me abri¨® los ojos¡±, razona. Por eso, antes de cerrar la temporada pasada ya trabaj¨® mentalmente la venidera, de ah¨ª la escena de Singapur. Entendi¨® que si quer¨ªa llegar a lo m¨¢s alto y acumular grandes trofeos no le val¨ªa con un empe?o pasajero. El secreto estaba en algo tan simple y tan complejo como el d¨ªa a d¨ªa, en la rutina que antes la y con la que ha ido poco a poco conciliando.
¡°Ahora intento darlo siempre todo¡±, indic¨® despu¨¦s de exhibirse ante Rybaricova; ¡°siento que he mejorado mucho como tenista. Este verano ha sido muy bueno para m¨ª y estoy jugando muchos partidos. Este hecho hace que tenga mucha confianza".
Trabajo, trabajo y m¨¢s trabajo
El tenis, ha comprendido definitivamente Muguruza, demanda el esfuerzo diario y la atenci¨®n al m¨¢s m¨ªnimo detalle. T¨¦cnicamente ha seguido evolucionando, absorbiendo de su t¨¦cnico, Sam Sumyk, y del asesoramiento de Conchita Mart¨ªnez; f¨ªsicamente ha dado un salto cualitativo gracias al trabajo con el preparador franc¨¦s Laurent Lafitte; y desde el punto de vista medi¨¢tico cuida m¨¢s la exposici¨®n y los mensajes con el objetivo de controlar mejor la presi¨®n del exterior, expectante siempre con ella, hoy d¨ªa mejor tenista y mejor atleta, cada vez una profesional m¨¢s redonda y camino de convertirse en una referencia fiable.
Tanto es as¨ª que est¨¢ a un paso del n¨²mero uno, al que acceder¨ªa mediante cinco situaciones. La primera, autom¨¢tica, ganando el t¨ªtulo en Flushing Meadows; la segunda, si alcanza la final y Svitolina no se proclama campeona; la tercera, llegando a las semifinales, siempre y cuando Svitolina no luchase por el cetro y Pliskova no saliera victoriosa; la cuarta, accediendo a los cuartos si las otras dos rivales son finalistas; y la ¨²ltima, incluso cediendo en cuartos si las otras no figuran en el cartel del choque definitivo.
Este es el escenario actual que afronta Muguruza. ¡°Muy centrada¡±, transmiten desde su entorno, y mucho m¨¢s consciente de que el ¨¦xito no depende de la inspiraci¨®n puntual, sino del trabajo y m¨¢s trabajo, de aspectos cotidianos como el madrug¨®n, privarse de alguna que otra hamburguesa y el saber escuchar. Tan dif¨ªcil y tan sencillo. El d¨ªa a d¨ªa.
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