Rabiot pone en marcha la trituradora de Neymar y Mbapp¨¦ en Celtic Park

El PSG fue una orquesta sinf¨®nica en El Para¨ªso de Celtic Park. Previsiblemente deslumbrante durante un concierto que dur¨® 40 minutos. Lo que tard¨® el equipo de Emery en meter el 3-0 antes de engolosinarse en su autocontemplaci¨®n. Los jugadores son hedonistas.? No hubo manera de que se inhibieran frente a la tentaci¨®n de los arabescos recreativos, pero solo despu¨¦s de la goleada. Marcaron sucesivamente Neymar, Mbapp¨¦ y Cavani en un aluvi¨®n de paredes, regates y desmarques que se derram¨® por todos los carriles del campo. Cuando empez¨® la segunda parte, el Celtic no ten¨ªa otro plan que ganarse el respeto de su hinchada.

El partido perdi¨® dosis importantes de sentido competitivo pero no perdi¨® due?o. Mientras hubo disputa la se?al fue clara: si el PSG conserva su mediocampo con salud, ser¨¢ un rival abrumador para cualquier oponente y una caudalosa fuente de placer para los aficionados del mundo.

Es asombroso lo que hacen Neymar y Mbapp¨¦ con el bal¨®n en los pies. Pero lo que de verdad los eleva a la condici¨®n de superjugadores es su conducta cuando el bal¨®n lo lleva un compa?ero. El PSG es una mina de desmarques: Neymar, Mbapp¨¦, Cavani, Alves, Rabiot y Draxler (que entr¨® en la segunda parte) provocan un tormento en sus marcadores porque se cuelan por una espumadera. Eso hizo Neymar en la jugada que antecedi¨® al 1-0. Comenz¨® con un contragolpe lanzado por Silva, con maniobra de Rabiot meti¨¦ndose a la espalda de los mediocentros antes de recibir y trazar el pase en el hueco. Neymar coordin¨® la entrega con la carrera, el control y el disparo sutil sobre Gordon. Un gol de galer¨ªa.

Rabiot manej¨® los hilos del mediocampo con la intuici¨®n y el toque de un busquets y el punto desequilibrante de un gran diez. Neymar fue su primer socio en la izquierda. En la derecha se le ofreci¨® Mbapp¨¦, emparejado con Alves en la banda m¨¢s caliente. El 2-0 lleg¨® en jugada elaborada. Gracias a un pase raso y perpendicular a la zaga del Celtic. Lo fue a recibir Neymar al c¨ªrculo central con una carrera quebrada, arrastrando a Ralston, tocando y abriendo para Alves antes de volver sobre sus pasos e ir a rematar al segundo palo. Cincuenta metros de carrera que valen una fortuna en este juego. Dos desmarques en cinco segundos que le sirvieron para descolgarle la pelota de cabeza a Mbapp¨¦ para que remachara. El 2-0 a los 20 minutos.

Dicen los agoreros que el 4-3-3 est¨¢ en crisis. Que el modelo que llev¨® el Bar?a a la perfecci¨®n en 2011 ha sido superado. ?Por qui¨¦n? ?Por qu¨¦? No se sabe. Mientras esperamos al inventor asistimos a la barcelonizaci¨®n de los grandes aspirantes. El Madrid de Zidane, con Isco en la temporada pasada; y ahora este PSG que acab¨® marcando hasta sin querer: el 4-0 fue en contra.

La goleada fue consecuencia del dominio en el mediocampo, en donde Varratti y Motta acompa?aron sin distracciones a Rabiot. Jugador de gestos majestuosos, completo en su interpretaci¨®n de todas las facetas del partido, de gran zancada y manejo de las dos piernas, este parisino ha vivido a?os bajo sospecha. Especialmente en el entorno federativo. All¨ª en la selecci¨®n los prefieren de musculatura expl¨ªcita y movimientos mec¨¢nicos. Rabiot, de 22 a?os, no lleva n¨²mero de serie. Encuentra salidas por senderos imprevisibles. Es el eslab¨®n que fortalece a una delantera descomunal.

Hace tiempo que los franceses anhelan un equipo campe¨®n. France Football hace el recuento esta semana. Los futbolistas franceses inundan el continente con 62 jugadores en 21 clubes diferentes. Solo tres finales (1999, 2007 y 2010) de la Liga de Campeones se disputaron sin un elemento franc¨¦s. El Madrid de Zidane, Benzema y Varane constituye la ¨²ltima prueba de que el pa¨ªs cuenta con medios. Falta que Par¨ªs y su equipo se sumen a la fiesta. Este PSG re¨²ne condiciones de campe¨®n m¨¢s que ning¨²n otro equipo en la historia del f¨²tbol franc¨¦s.

El m¨¢s feliz parece Edison Cavani. Lejos de verse oprimido por la competencia, el nueve uruguayo se frota las manos. Es el cazador en medio de la manada. En Glasgow meti¨® dos goles, el primero (3-0) de penalti, el segundo (5-0) con un cabezazo acrob¨¢tico.

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