Juanmi se desata en la Real

A Juanmi (Coin, M¨¢laga, 1993) le llamaban el canijillo o el canijo, nada nuevo bajo el sol de su tierra donde canijo refleja no solo la altura sino el minimalismo aparente de su estructura (1,70m por 63 kilos). Poco para un delantero aun en la reivindicaci¨®n de los peque?os en el f¨²tbol espa?ol. Juanmi de moreno o de rubio platino segu¨ªa siendo peque?o lo que solo garantizaba un juego pizpireto, como el de esos chicos que juegan al escondite y siempre se libran los primeros. Esconderse y resurgir era (y es) su argumento futbol¨ªstico. Y, por eso, no lo tuvo f¨¢cil, ni en el M¨¢laga, con Pellegrini, con Schuster o Javi Gracia, ni, menos a¨²n, con Ronald Koeman, en el Southampton, que le anunciaba continuamente la puerta de salida (jug¨® cedido en el Racing), hasta que la Real puso sus ojos en ¨¦l.

Y Juanmi, acostumbrado a ser meritorio, a subsanar problemas como un fantasma que se quita la s¨¢bana en el ¨¢rea, asumi¨® su papel, entendi¨® que la vida futbol¨ªstica era un crucigrama que ten¨ªa que resolver poco a poco y cuando Willian Jos¨¦, grande, grandull¨®n, o Carlos Vela, h¨¢bil como el pincel de un dibujante, no encontraban hueco en el ¨¢rea, Juanmi asomaba su pelo platino con su juego de p¨ªcaro, de tah¨²r del ¨¢rea. Los suyos casi nunca eran goles insustanciales, sino reivindicativos. En el f¨²tbol se llaman goles de listo, de los que si le ganan un metro a un central es como si le hubieran ganado dos. Un dos por uno en el ¨¢rea.

De puntillas

Ven¨ªa del f¨²tbol ingl¨¦s, donde hace tiempo que ya la envergadura no es argumento ¨²nico (desde que Francia le inculc¨® el savoir faire) y lleg¨® a la Real Sociedad de puntillas. En realidad, ¨¦l siempre juega de puntillas, como si quisiera volar por encima de su estatura. Y esta temporada ha explotado, a la par que su equipo, ambos intratables, nueve puntos en tres partidos, 10 goles en tres partidos (sin contar los cuatro que le endos¨® la Real al Rosenborg en la Liga Europa el jueves), tres de ellos de Juanmi, apareciendo en el ¨¢rea como el acompa?ante del prestidigitador, del ilusionista, ahora estoy aqu¨ª, ahora estoy all¨ª.

Y todo en dura lucha con Willian Jos¨¦, un cl¨¢sico nueve, o Januzaj, un falso nueve, o Agirretxe, en adaptaci¨®n tras una largu¨ªsima lesi¨®n, o Xabi Prieto, que es Xabi Prieto. Ah¨ª mueve sus 63 kilos de peso para ser titular o suplente porque siempre ser¨¢ indispensable, aunque nunca insustituible. Le espera el Real Madrid, que se enfrenta al l¨ªder. Las primeras jornadas siempre deparan curiosidades, pero la Real no es una curiosidad. Se le da bien el Real Madrid y el Bar?a, si apuntan flojera. Eusebio ha hallado el contrapeso t¨¢ctico a la fuerza f¨ªsica. Y Juanmi est¨¢ en el centro de la balanza.