El Valencia Basket, campe¨®n de la Supercopa

Campe¨®n contra campe¨®n, y ninguno es Madrid ni Barcelona. Una nueva clase ha sacudido a la ¨¦lite del baloncesto espa?ol. Y al frente de todos el Valencia Basket, vencedor de la pasada Liga frente al Madrid y que este curso ha comenzado con la misma hambre de grandeza. Se fue del banquillo Pedro Mart¨ªnez y Txus Vidorreta ha continuado con el mismo molde. Un equipo solidario, obrero, en el que el talento individual est¨¢ a favor de obra, y en el que los nuevos entran en la rueda de producci¨®n. Con ese esp¨ªritu levant¨® este s¨¢bado el conjunto valenciano la Supercopa Endesa en un ejercicio de personalidad y superaci¨®n. Remont¨® 15 puntos al Gran Canaria, que defend¨ªa corona al abrigo de su afici¨®n, y demostr¨® que el t¨ªtulo de la ACB se lo tendr¨¢n que arrebatar de las manos con sudor y sangre.

Defensa contra defensa. En los cinco primeros minutos los dos equipos apenas sumaron 10 puntos entre los dos: 6-4. Lo sufri¨® mucho m¨¢s el Valencia, incapaz ante el muro del Gran Canaria. Los de amarillo se enclaustraron y si no estiraron m¨¢s su ventaja fue porque no cerraron el rebote ofensivo. El Valencia resisti¨® con las segundas oportunidades y despert¨® cuando San Emeterio sac¨® a la pista sus galones. En el Granca percut¨ªan Albert Oliver, el m¨¢s veterano de la Liga (39 a?os), y el joven Oriol Paul¨ª (23). Entre el hist¨®rico y el alumno lanzaron al conjunto de Luis Casimiro a esa ventaja de 15 puntos que parec¨ªa m¨¢s que s¨®lida. Sobre todo porque el Valencia agotaba sus posesiones con la pelota quem¨¢ndole en las manos. Hasta que San Emeterio dijo ¡®aqu¨ª estoy yo¡¯.

Despu¨¦s de colgarse el bronce con la selecci¨®n, Saneme sigui¨® con el mono de trabajo. Su exhibici¨®n en el tercer cuarto, con 14 puntos, fue de tal magnitud que provoc¨® no solo el desconcierto del Gran Canaria, sino el arre¨®n general de los valencianos. En un parcial demoledor, el equipo de Vidorreta dio la vuelta al partido (35-37). San Emeterio llev¨® al grupo hasta la orilla y luego se retir¨® con una lesi¨®n muscular. Era el descanso del guerrero despu¨¦s de ganar la batalla.

Encendida la chispa, todos siguieron al l¨ªder. Principalmente la roca Dubljevic, con 16 puntos y siete rebotes, y Green, mvp con 13 puntos, otro pe¨®n para la causa. No iba a rendirse el Gran Canaria, claro, que carg¨® con la fe de otro incombustible, Aguilar. Por eso el partido era un duelo de campeones. Y en estos escenarios ha aprendido a moverse mejor el Valencia, que disputaba su cuarta final consecutiva entre la pasada temporada y esta (Copa del Rey, Eurocup, Liga y Supercopa).

Las derrotas en las dos primeras le tocaron el orgullo. Aunque lejos de caer en el des¨¢nimo, se levant¨®, le birl¨® la Liga al Madrid y ha arrancado este curso como acab¨® el anterior. Con hambre y un t¨ªtulo.