Un gol de Andone da la victoria al Deportivo ante el Getafe y mantiene a Pepe Mel

El marcador indic¨® al final del partido que el Deportivo venci¨® al Getafe. El marcador es un tirano. En su dictadura Pepe Mel seguir¨¢ en su puesto al frente del conjunto de Riazor, donde se present¨® sabedor de que si su equipo sumaba apenas un punto deber¨ªa pasar a firmar el finiquito. Si el marcador no fuese tan mand¨®n el t¨¦cnico har¨ªa las maletas, hu¨¦rfano del apoyo de quien rige la parcela deportiva del club. Si se impusiese la raz¨®n igual los criterios y los focos deber¨ªan de ser muy diferentes, siquiera porque Mel es, como quien dice, casi un reci¨¦n llegado. ?Qu¨¦ hubiese cambiado si el Getafe marca un gol en la ¨²ltima jugada? El marcador, s¨ª. Tambi¨¦n las decisiones. No parece muy atinado.

Mel no tiene asegurada su continuidad en el Deportivo. Se discutir¨¢ sobre ella este fin de semana y en todo caso ¨¦l se siente amenazado. ¡°Si gano me la jugar¨¦ en Eibar y si gano all¨ª luego volver¨¦ a jug¨¢rmela contra el Girona¡±. Los rectores del Deportivo deben decidir si tienen que moverse sobre tan fino hilo ya desde el inicio de octubre. ¡°Estoy tranquilo, cuestionado seguir¨¦ igual. Las realidades se pueden tapar, pero siguen ah¨ª¡±, resolvi¨® el t¨¦cnico al final. Y complet¨®: ¡°No digo que se injusto, el Depor no puede estar abajo¡±.

Al Deportivo le falt¨® lo habitual, f¨²tbol entre otras cosas. Tampoco es que sobre el verde mostrase urgencias. Gestion¨® el partido desde la paciencia, en definitiva desde su acostumbrada indefinici¨®n, con todos los futbolistas que reclamaba la gente sobre el campo. Mel eligi¨® para jugarse el puesto, como dir¨ªan en Argentina, al equipo del pueblo. Junt¨® a Lucas P¨¦rez, Emre ?olak, Fede Valverde y Cartabia, a Sch?r y Sidnei atr¨¢s, a dos laterales que alg¨²n d¨ªa fueron extremos. Desigual en su trabajo, tocado como estaba y est¨¢, el Deportivo mereci¨® ganar el partido y as¨ª lo hizo. Por intenciones y por oportunidades. Se top¨® con el meta Guaita, decisivo en los momentos importantes, como en la recta final de la primera parte cuando sac¨® de forma felina dos remates consecutivos de Lucas P¨¦rez y Juanfran. El portero rescat¨® al Getafe cuando el equipo no fue capaz de restar, que es a lo que se dedic¨® durante un largo tramo de partido. M¨¢s desahogado en la clasificaci¨®n, mucho m¨¢s firme en sus convicciones, el grupo de Bordal¨¢s se aboc¨® a un partido largo, a un combate f¨ªsico, pero tambi¨¦n mental. Quiso jugar con los nervios de su rival, que lat¨ªan prisioneros en una d¨¦bil celada y dispuestos a desparramarse al primer traspi¨¦.

La iniciativa fue del Deportivo, detalle con el que adem¨¢s el Getafe se sinti¨® encantado. M¨¢s lo estuvo cuando percibi¨® el p¨ªrrico despligue de los chicos de Mel, incapaces de conseguir que la pelota viajase por dentro y se distribuyese desde ah¨ª, a partir de Emre ?olak y cerca de la zona de la verdad. El Deportivo sali¨® por los flancos, con Luisinho y Juanfran, pero sin generar superioridades, lleg¨® al ¨¢rea a empellones, sin fluidez, con demasiados centros sencillos de defender.

Con el turco aparec¨ªa una luz diferente, pero tambi¨¦n la oscuridad del riesgo. As¨ª lleg¨® el gol del Getafe, en su empe?o por regatear en un espacio en el que no tocaba. Resolvi¨® Amath y el Deportivo tembl¨®. Por delante quedaba casi toda la segunda parte y ah¨ª tuvo el partido el Getafe, lo tuvo Amath de nuevo ante Pantilimon, que hizo una parada. Lo tuvo Bordal¨¢s, que en lugar de ir a hacer sangre se puso una tirita. O varias. Nada m¨¢s marcar retir¨® del campo a ?ngel y llam¨® a Molinero y poco despu¨¦s se fue Jorge Molina para que entrase Sergio Mora. Renunci¨® al ataque Bordal¨¢s y le dio aliento a un equipo moribundo que encontr¨® el empate en la primera oportunidad en la que Lucas P¨¦rez tuvo el bal¨®n en el ¨¢rea y en su zurda. Sin finura, no muy sobrado de fe, con trancas y con barrancas al mando, el Deportivo lleg¨® al triunfo con una inverosimil maniobra de Andone, que hab¨ªa empezado la tarde en el banquillo, casi sobre la bocina. En el cortoplacismo imperante, Mel se dio por renovado durante quince d¨ªas m¨¢s.