El Bar?a sucumbe ante el frenes¨ª del Estrella Roja

Se dice que las remontadas solo lo son cuando el que va a remolque logra ponerse por delante. Eso lo consigui¨® el Bar?a a falta de menos de tres minutos despu¨¦s de ir perdiendo todo el partido ante el Estrella Roja. Era la primera ventaja blaugrana (79-80) y la ¨²nica de un encuentro que se le fue en unos minutos finales horriblemente gestionados por los de Sito Alonso, en ataque y defensa. No pudo culminar esa remontada el Bar?a, as¨ª que no sirvi¨® para sumar su segunda victoria en esta Euroliga en un choque que ense?¨® algunos de sus males del a?o pasado, aunque en el bagaje positivo queda la forma de reaccionar y de no perder nunca la cara a un partido dif¨ªcil ante un rival intenso y correoso.

Nunca se sinti¨® a gusto el equipo catal¨¢n en un partido que naci¨® fulgurante, como si ambos equipos tuvieran prisa por encontrar el aro cuanto antes. Y de las prisas sali¨® mejor parado el Estrella Roja, que en cada ataque se met¨ªa hasta la cocina y anotaba con facilidad. Los primeros puntos del equipo serbio fueron una colecci¨®n de bandejas y mates. Los dos p¨ªvots, Bjelica y Lessort, se pusieron las botas sin que Seraphine y Moerman hicieran gran cosa. Del continuo abuso del aro blaugrana salieron las primeras ventajas locales, que r¨¢pidamente rondaron la decena de puntos (20-10, m. 7).

Ante la debilidad interior, Sito Alonso opt¨® por cambiar de pareja. Tomic y Oriola intentaron taponar la herida sin demasiado ¨¦xito inicial. En ataque se apost¨® por surtir de balones a Tomic, pero el croata se mostr¨® err¨¢tico en territorio enemigo. No pod¨ªa el Bar?a ralentizar el juego ante el frenes¨ª de los de Belgrado, animados ante la alfombra roja que hab¨ªa hasta la canasta del Bar?a. La mayor¨ªa de los puntos del Estrella Roja se convirtieron a un palmo del aro.

El partido no se calmaba, pero el Barcelona decidi¨® cerrarse m¨¢s en defensa y permitir los lanzamientos exteriores de su rival. Una t¨¢ctica arriesgada cuando hay un conjunto balc¨¢nico enfrente pero que al menos sirvi¨® para frenar el chorro anotador del Estrella Roja. Entr¨® el juego entonces en una fase de lanzamientos que ni tocaban hierro, p¨¦rdidas de bal¨®n¡­ desacierto en general. En ese fango se manej¨® bien Kevin Seraphine, que caz¨® varias canastas seguidas que ventilaron al Bar?a. El parcial de 0-8 ajust¨® el partido mediado el segundo cuarto (33-28) y comenz¨® la que fue la din¨¢mica del duelo: arreones de uno y otro para equilibrar o desequilibrar m¨¢s o menos el marcador. Una pura goma.

Con sus p¨ªvots mejor controlados, apareci¨® en el Estrella Roja Pero Antic, el veterano p¨ªvot macedonio con pinta feroz aunque juega a siete metros del aro, y sus triples sacaron de la niebla al equipo serbio. Tambi¨¦n ayud¨® Rochestie, entonces el ¨²nico exterior con una punter¨ªa regular. La racha final dej¨® al Bar?a tocado al descanso, 14 abajo y s¨ªntomas preocupantes.

Apareci¨® Heurtel

Lo m¨¢s alarmante era la desaparici¨®n de los referentes azulgrana. Ni rastro de Heurtel, Hanga, Ribas o Tomic. Solo Seraphine manten¨ªa el hilo de vida con su casi inmaculada serie de tiro, pero con solo eso no daba ni para acercarse en el marcador. Solo cuando apareci¨® Heurtel el Bar?a abrig¨® esperanzas de ganar. El final del tercer cuarto del franc¨¦s acerc¨® a los de Alonso a un rival que cuando se sent¨ªa cercado respond¨ªa con arrebatos, como el que protagonizaron Rochestie y Dobric en el per¨ªmetro.

El partido era un tobog¨¢n, aunque el Barcelona no lograba acercarse lo suficiente como para acometer la remontada. Apareci¨® Tomic y su conexi¨®n con Heurtel contrajo el marcador de nuevo, tanto que las diferencias cab¨ªan en un pu?o. Entonces lleg¨® esa ¨²nica ventaja, que sent¨® tan mal al Bar?a que solo supo hacer cosas al rev¨¦s. Tampoco apareci¨® Seraphine en el ¨²ltimo cuarto, cosa extra?a vista su vena de aciertos. En el Estrella Roja Bjelica y Rochestie se encargaron de poner r¨²brica a su partidazo y de dejar al Bar?a sin triunfo en una cancha dif¨ªcil y sin un logro muy adecuado para enterrar dudas pasadas.