Eibar y Levante empatan en un duelo con m¨¢s goles que historia
El talento de Inui y el golpeo de Arbilla rescatan al conjunto armero frente a un visitante muy conservador
Incluso la rutina tiene sus momentos luminosos. Inui tiene la virtud de encender la luz en las noches oscuras del Eibar (que esta temporada son unas cuantas) y Arbilla esconde en su pie derecho un arma peligrosa cuando golpea el bal¨®n a placer. El Levante ha hecho de la rutina un oficio perfecto, digno antiguo oficinista al que no se le encuentra ni un error ni una errata, pero al que le falta el alma para enganchar coraz¨®n y cerebro. Se la pone a ramalazos Morales y le rescata cuando es necesario el portero Ra¨²l. Ellos, y solo ellos explican por qu¨¦ un partido tan espeso pudo contar cuatro goles como chispazos de una hoguera humeante. Incluso el Levante sabe a ciencia cierta por qu¨¦ le empat¨® el Eibar dos goles en la segunda mitad: porque su renuncia a jugar, aunque fuera de vez en cuando, en campo ajeno, era una invitaci¨®n al asedio del Eibar y 45 minutos de asedio en Ipurua son much¨ªsimos incluso para un equipo con tanto oficio como el granota.
Dos minutos, los que van del 35 al 37, le sirvieron al Levante para airear las verg¨¹enzas defensivas del Eibar, de nuevo con tres centrales, de nuevo desajustados, tan alejados de sus laterales. La espalda de la defensa del Eibar a encontr¨® primero Ivi, para asistir a Morales y despu¨¦s Morales para asistir a Bardhi. En ambos casos el gol resbal¨® por el desajuste defensivo, aunque los delanteros del Levante demostraron tacto y visi¨®n de la jugada para adivinar el gol. Un disparo de Inui fue el ¨²nico asiento contable del Eibar en la primera mitad. Por m¨¢s que llov¨ªa, el Eibar segu¨ªa seco, con un f¨²tbol previsible, airoso porque el bal¨®n circulaba por el aire. Solo Capa remediaba tanta rutina. Solo Inui se asomaba t¨ªmidamente a ver qu¨¦ pasaba en el ¨¢rea.
Debi¨® ser que el Levante dio por ganado el partido o que vio tan humilde al rival, que decidi¨® reducir su campo de maniobras a la mitad del terreno, el suyo, a pesar de las facilidades que el Eibar le hab¨ªa dado en la primera mitad. Fue su error, aunque defendiera con solidez por el centro, con Chema y Postigo inmensamente superiores a Enrich y Kike Garc¨ªa. Desapareci¨® en el Eibar Capa y apareci¨® Jos¨¦ ?ngel que se hart¨® de tirar malos centros sin intentar siquiera alternar el juego. Pero surgi¨® Inui jugando en horizontal por la l¨ªnea del ¨¢rea, curvando defensas hasta que uno lo derrib¨®. El lanzamiento de Arbilla fue sencillamente magistral: a la escuadra de la porter¨ªa, golpeando el larguero por dentro, potente, lo que hac¨ªa imposible la estirada de cualquier portero. Pod¨ªa ocurrir y ocurri¨®, cuando a¨²n quedaban 40 minutos de partido.
El Levante ni se inmut¨®. Mantuvo la misma p¨¢gina abierta del manual defensivo mientras el Eibar jugaba con el coraz¨®n y poca cabeza. Centros y m¨¢s centros lejanos para lucimiento de los centrales levantinos, confiados en el paso de los minutos en un d¨ªa tan largo. Inui castig¨® al Levante. Se fue otra vez en horizontal, disparo con fuerza, Ra¨²l solo pudo despejar el bal¨®n y Charles remach¨® el gol a medio metro.
Boateng tuvo el honor de protagonizar el ¨²nico remate del Levante en la segunda mitad y Ra¨²l evit¨® la victoria del Eibar en un ¨²ltimo disparo que despej¨® con la costura del guante. Demasiados goles, demasiada historia para una enciclopedia tan breve. Pero Arbilla e Inui encendieron la luz en los momentos oportunos, la misma que ceg¨® al Levante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.