Los deberes de Zidane

Dicen desde Valdebebas que Zidane no es de los que entran al vestuario a despotricar o a levantar la voz y que su modus operandi es el mismo en las derrotas y en las victorias. Revisa el partido hasta tres veces y lo analiza con sus colaboradores para buscar soluciones. Tiene varias que encontrar 24 horas antes de volar a Londres a buscar cobijo en la Champions, donde el Madrid s¨ª parece sentirse a gusto. No as¨ª en Liga donde el equipo sufre un desplome que le ha dejado a ocho puntos del Bar?a en diez jornadas. Falta gol, los revulsivos no son los del a?o pasado y el equipo ha perdido tensi¨®n competitiva. Zidane, que despu¨¦s de que se frustrara el fichaje de Mbapp¨¦ dijo que se apa?ar¨ªa con lo que ten¨ªa, tiene ahora que devolverle el pulso a un equipo que hace dos meses parec¨ªa una apisonadora. Varias son las razones que explican la ca¨ªda del Madrid.

Lesiones. En lo que va de temporada, han pasado por la enfermer¨ªa diez futbolistas. Bale, Carvajal, Kovacic y Keylor Navas siguen en proceso de recuperaci¨®n y a la lista se ha sumado Varane, con la en¨¦sima molestia en el aductor derecho. Marcelo, que estuvo un mes parado por una rotura, sigue en periodo de rodaje y est¨¢ lejos de su mejor momento de forma. Carvajal, de baja desde principios de octubre, ha vuelto a entrenarse, pero no regresar¨¢ hasta dentro de al menos tres semanas. Marcelo (que el domingo perdi¨® 16 veces el bal¨®n) y el lateral espa?ol, claves en el esquema de juego de Zidane, est¨¢n dejando las bandas del Madrid sin empuje y capacidad de sorpresa. El a?o pasado la enfermer¨ªa tambi¨¦n se llen¨® ¡ªen un momento de la temporada estuvieron de baja casi a la vez Modric, Casemiro y Kroos¡ª, pero el estado de forma de titulares y revulsivos era tal que el engranaje se mantuvo. Ahora, el mal momento del equipo ha contagiado incluso a Asensio y Lucas V¨¢zquez.

Desconexiones. El Madrid parece otro cuando escucha el himno de la Champions: es como si solo le motivaran partidos de gran trascendencia y de jug¨¢rselo a todo o nada. A veces reacciona y se pone las pilas cuando no tiene m¨¢s remedio. La temporada pasada le era suficiente para remontar; esta no. Mientras que contra Betis, Levante o Valencia termin¨® las jugadas con claridad aunque no acertara con la punter¨ªa y dio una imagen de equipo despierto, contra el Girona transmiti¨® falta de energ¨ªas y vitalidad.

Bache f¨ªsico tras las Supercopas. El equipo lleg¨® al final de la temporada pasada como un tiro. En las anteriores campa?as siempre hab¨ªa sufrido ¡ªtambi¨¦n por la acumulaci¨®n de minutos de jugadores clave¡ª en los meses decisivos. No as¨ª en abril y mayo de la temporada pasada en la que consigui¨® el doblete y pas¨® por encima de la Juve en la final de la Champions en Cardiff. Le esperaban en el calendario tres fechas exigentes en pleno verano: 8 de agosto la Supercopa de Europa, 13 y 16 la Supercopa de Espa?a. Contra el Manchester United el equipo fue una apisonadora y pareci¨® que ni se hab¨ªa ido de vacaciones. Contra el Bar?a ocurri¨® lo mismo. Despu¨¦s de los dos t¨ªtulos, ha habido un bache ¡ªf¨ªsico y de tensi¨®n competitiva¡ª que le hizo arrancar la Liga con dos empates y una derrota, y del que no ha salido.

Faltan los goles de Cristiano y no hay un Morata o un James. Los m¨¢ximos goleadores del Madrid en Liga son Isco y Asensio con tres tantos cada uno. Benzema suma una diana, igual que el portugu¨¦s, que se perdi¨® los cuatro primeros encuentros por sanci¨®n. La temporada pasada a estas alturas llevaba cinco en Liga y termin¨® con 25. Cuando no marcaba CR, sin embargo, lo hac¨ªan otros: Ramos con sus cabezazos, pero sobre todo Morata (15 tantos en Liga). El ahora punta del Chelsea y James (8 dianas en Liga el a?o pasado) se convirtieron en revulsivos de oro para Zidane. Se quisieron marchar ambos y el Madrid, que finalmente renunci¨® a Mbapp¨¦ porque no pod¨ªa igualar la oferta de salario del PSG, se reforz¨® con Ceballos y Mayoral. Hay un bloque de j¨®venes (Theo, Vallejo y Llorente) con proyecci¨®n para el futuro, pero sin Morata y James, se ha perdido efectividad a la hora de desatascar partidos en momentos delicados.