El liderazgo de Valverde

Al final de la jornada 13, rebasado el primer tercio de la Liga, el Bar?a suma ocho puntos m¨¢s que en la temporada pasada, precisamente la misma distancia que hoy le separa del Madrid y del Atl¨¦tico, la mitad respecto del Valencia. No es un dato cualquiera si se atiende a que Valverde dispone hoy de una plantilla de menos calidad que la de Luis Enrique, especialmente por la partida de Neymar. Incluso se podr¨ªa decir, si se considera el traspaso del brasile?o como factor diferencial, que el actual entrenador del Barcelona empez¨® la pretemporada con equipo m¨¢s fuerte del que dispone ahora a pesar de ser el l¨ªder de la Liga.

No hay que olvidar tampoco que la directiva descart¨® a ¨²ltima hora el fichaje de Coutinho y de Di Mar¨ªa por razones econ¨®micas y no deportivas puesto que uno de los dos se presentaban como una incorporaci¨®n m¨¢s que justificada, incluso despu¨¦s de presentar a Demb¨¦l¨¦. La lesi¨®n del delantero franc¨¦s, al que se espera recuperar para finales de mes, ha complicado todav¨ªa m¨¢s los planes de Valverde. El t¨¦cnico azulgrana ha sabido optimizar los recursos de la plantilla y al mismo tiempo gestionar al plantel con decisiones como la de reservar durante una hora a Messi en Tur¨ªn.

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Valverde: ¡°La firma de Messi tranquiliza al entorno¡±

¡°Nosotros hemos tenido posiblemente a algunos de los mejores entrenadores de Europa¡±, argumenta uno de los titulares de m¨¢s rango en el Bar?a. ¡°As¨ª que a los t¨¦cnicos les medimos sobre todo por la manera que llevan el vestuario y por su capacidad para plantear los partidos sin darse protagonismo y sobre todo por su manera de corregirlos cuando se tuercen y exigen su intervenci¨®n¡±, a?ade. ¡°Hasta ahora, Valverde ha sido una suerte para nosotros y para un club como el Bar?a. Vamos por el buen camino. La meta, sin embargo, queda muy lejos, en la Liga y en la Champions¡±.

A efectos num¨¦ricos, el m¨¦rito de Valverde ha sido mejorar la defensa sin que disminuyera el potencial ofensivo: los goles a favor son pr¨¢cticamente los mismos que el curso pasado (34 contra 33) mientras que en contra han disminuido ostensiblemente (cinco frente a 14). El centro neur¨¢lgico ya no es el tridente, principal protagonista de 9 de los 13 t¨ªtulos ganados con Luis Enrique (Guardiola sum¨® 14 de 19), sino que los goles se reparten entre Messi (12), Su¨¢rez (5), Paulinho (4), Alc¨¢cer y Denis Su¨¢rez (2), y hasta cinco jugadores distintos con otro tanto por cabeza, adem¨¢s de los tres en propia puerta, marca que le permiten seguir invicto en la Liga.

La duda de Demb¨¦l¨¦

El marcador expresa la fiabilidad azulgrana, un equipo invicto que solo ha cedido cuatro puntos ante los dos rivales m¨¢s exigentes, como son el Atl¨¦tico y el Valencia. Y el empate del domingo en Mestalla tiene un valor especial si se atiende a las ausencias de Piqu¨¦, Sergi Roberto, Andr¨¦ Gomes y a la deficiente actuaci¨®n de Luis Su¨¢rez y especialmente de Deulofeu, quien se equivoc¨® en la mayor¨ªa de decisiones, circunstancia que provoc¨® el enojo de Valverde y de Messi, decisivo como suministrador de juego, capital como referente y, en cambio, poco fino y de nuevo est¨¦ril ¡ªlleva hasta cinco partidos sin anotar¡ª pese a marcar un gol que no dio el ¨¢rbitro Iglesias Villanueva.

El comportamiento del equipo en ataque, especialmente en el ¨²ltimo pase, contrasta con la protecci¨®n de la porter¨ªa del excelente Ter Stegen. La regularidad de Umtiti, Piqu¨¦, Alba y especialmente Busquets, ha contribuido a equilibrar un equipo falto precisamente de desequilibrio y en el que se sigue discutiendo sobre el rol de Paulinho, excelente como llegador, menos dotado para la posesi¨®n y la combinaci¨®n, beneficiado por las lesiones de Sergi Roberto y Andr¨¦ Gomes. La figura del cuarto volante ha sido fundamental para garantizar el orden, la presi¨®n y los matices t¨¢cticos que Valverde introduce en cada partido, tambi¨¦n en Mestalla.

La duda est¨¢ en saber qu¨¦ har¨¢ el entrenador cuando recupere a Demb¨¦l¨¦. Valverde se las ha apa?ado de momento tan bien, pese a las adversidades ¡ªla goleada en la Supercopa, la disputa del partido a puerta cerrada con el Las Palmas o la frustrada moci¨®n de censura¡ª, que nadie le recrimina que juegue sin extremos ni se le recuerda el ADN del Bar?a. El liderazgo del Txingurri se nota incluso cuando hay que contextualizar errores como el gol no concedido a Messi contra el Valencia.