El Celta de Unzue apu?ala al Barcelona
El equipo gallego logra las tablas frente a los azulgrana, que vuelven a completar un buen encuentro sin el premio del triunfo
El Bar?a ha empezado a descontar puntos cuando comenz¨® a jugar mejor a f¨²tbol, competitivo en Valencia y virtuoso contra el Celta, reducido tambi¨¦n en el Camp Nou. Los azulgrana cedieron su segundo empate despu¨¦s de un buen partido: 2-2. Nadie le hab¨ªa metido dos goles desde la Supercopa hasta que llegaron Iago Aspas y Maxi G¨®mez. La agresividad y velocidad de los delanteros celestes comprometieron seriamente a la defensa barcelonista, tan exigida que perdi¨® por lesi¨®n a Umtiti. Las ¨¢reas penalizaron al Bar?a, menos contundente y afortunado que el Celta, que rompi¨® la serie de 18 victorias en el Camp Nou.
No se le da bien el Celta al Bar?a, y menos a Ter Stegen, ni siquiera cuando el t¨¦cnico es un conocido de la casa como Unzue. Ya advirti¨® Valverde que no conven¨ªa mirar al paisaje por m¨¢s a gusto que se sintiera el Barcelona. El Celta siempre fue un rival inc¨®modo y peligroso para los azulgrana, incluso cuando aparece una excelente versi¨®n de Messi. Marc¨® el argentino despu¨¦s de cinco partidos y en cambio perdonaron Paulinho, Piqu¨¦ y Alc¨¢cer cuando ya estaba batido Rub¨¦n Blanco. El encuentro acab¨® con una falta directa de Messi que no encontr¨® la porter¨ªa, met¨¢fora de un choque que no tuvo el calor del helado Camp Nou.
El encuentro ya empez¨® de mala manera, deslumbrado el Bar?a porque el sol le daba de cara, y lesionado Sergi G¨®mez en el hombro derecho despu¨¦s de ser enganchado por Luis Su¨¢rez, que recibi¨® la tarjeta amarilla de Melero L¨®pez. El Celta es ahora mismo un equipo agradecido, por juvenil y valiente, muy capaz de desafiar al l¨ªder en el Camp Nou. Ausente Jonny, y rebajado en defensa, llen¨® la cancha de medios y atac¨® con Iago Aspas y Maxi G¨®mez. El plan de Unzue, desplegado a partir de tres centrales y muy interesado en discutir la posesi¨®n de la pelota al Barcelona, facilit¨® las transiciones de futbolistas como Messi.
El 10 se present¨® en la cancha con una jugada de campo a campo, un eslalon de m¨¢s de 40 metros presidido por sus cambios de direcci¨®n, la pelota cortita al pie, la prodigiosa zurda afilada, siempre picando la espalda de los zagueros, solo reducido antes del tiro por la punta de la bota de Font¨¤s. Alrededor del rosarino, edificaron los azulgrana su f¨²tbol, a ratos estupendo, incluso despu¨¦s del gol inicial del Celta. Aspas pill¨® a los azulgrana en Babia por el costado de Alba y Umtiti y habilit¨® a Maxi, cuyo disparo provoc¨® una parada may¨²scula de Ter Stegen. El bal¨®n qued¨® suelto y a merced de la puntilla del propio Iago Aspas.
La respuesta azulgrana fue inmediata despu¨¦s de una m¨²ltiple asociaci¨®n iniciada por Iniesta y acabada por el propio Messi despu¨¦s de la intervenci¨®n de Luis Su¨¢rez y Paulinho. La sociedad Paulinho-Messi, ambos muy a gusto en la media punta, siempre verticales, funciona tambi¨¦n en el Camp Nou. A Messi solo le faltaba un 9 para rematar sus jugadas, desenfocado como est¨¢ Luis Su¨¢rez, penalizado tambi¨¦n por ¨¢rbitros y linieres, como advirti¨® Messi en un gol mal anulado por Melero. Messi gambeteaba, met¨ªa pases interiores y exteriores, correg¨ªa al colegiado y tiraba a la madera del marco de Rub¨¦n.
Ya son 19 los remates barcelonistas a la madera en la presente temporada ¨Cun disparo de Piqu¨¦ se estrell¨® con el poste antes de acabar el duelo-, 11 de Messi. El Bar?a le quit¨® la pelota al Celta y le dio un ritmo endiablado al partido para disfrute del Camp Nou. A los muchachos de Valverde les falt¨® precisi¨®n para expresar su superioridad, evidente en el n¨²mero de ocasiones, y el Celta aguant¨® muy bien, competitivo, r¨¢pido y muy aseado en la salida del cuero, cuando respiraba Messi. Las llegadas del Celta eran tremendas, nunca se hab¨ªa visto sufrir tanto a la fiable zaga del Barcelona. Hubo aficionados que recordaron que Unzue pod¨ªa muy bien haber sido el entrenador azulgrana antes de Valverde.
El encuentro exig¨ªa un enorme esfuerzo f¨ªsico y t¨¢ctico, y Valverde dio entrada a Denis Su¨¢rez por Iniesta, seguramente disminuido pues desde el entrenador hasta el m¨¦dico no paraban de preguntar por el capit¨¢n del Bar?a. La contienda se par¨® por un momento, como si los jugadores se hubieran quedado sin energ¨ªa, congelados por el fr¨ªo ¨¢rtico, reservados acaso para una carga final ante el helado y medio vac¨ªo Camp Nou. Y entonces, cuando m¨¢s dormido parec¨ªa el partido y menos profundo era el equipo, apareci¨® la electricidad de Messi, asociado ahora con Alba, la pareja de moda en el Bar?a, asistentes por fin de Luis Su¨¢rez: 2-1.
Pione Sixto se despist¨®, como si fuera un espectador del manual de Messi, y habilit¨® el centro de Alba y el tiro del 9. Al rescate acudi¨® entonces Aspas, que le tir¨® una carrera prodigiosa a Umtiti hasta romper al central franc¨¦s y habilitar a Maxi. El Celta volvi¨® a discutirle la pelota al Bar?a y el encuentro qued¨® en el limbo, sin el calor del p¨²blico (63.208 espectadores), a merced del ingenio de Messi despu¨¦s que fallara la punter¨ªa de Piqu¨¦, Paulinho y Alc¨¢cer. El gol se le neg¨® al Bar?a y se dej¨® dos puntos m¨¢s despu¨¦s de los dos perdidos en Valencia, concesiones que dan aire y opciones al Madrid y Atl¨¦tico en la Liga.
Una pu?alada para el Bar?a, pillado a la contra por el Celta, despu¨¦s del resistir en Valencia.
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