Un periodista de pel¨ªcula
Andr¨¦s Astruells, exdirector de Mundo Deportivo, fallece a los 71 a?os
Aunque hay muchas maneras de recordar a Andr¨¦s Astruells, fallecido a los 71 a?os, un buen homenaje ser¨ªa dar cuenta de una buena cena y poner despu¨¦s Primera Plana. La figura del que fue director adjunto de Mundo Deportivo y comentarista del sanedr¨ªn de El Larguero con Jos¨¦ Ram¨®n de la Morena se asociaba al periodismo vocacional y enciclop¨¦dico, divertido y, al tiempo exigente y visionario, de plena dedicaci¨®n, perfectamente ilustrado en la pel¨ªcula de Billy Wilder.
No se trata de comparar a Mundo Deportivo con el Chicago Examiner ni a Wilder con Juan Jos¨¦ Castillo. Tampoco procede buscar muchas similitudes entre Tom¨¢s Guasch y Jack Lemmon o entre Astruells y Walter Matthau. Castillo, Astruells, y Guasch formaron en cualquier caso un tr¨ªo cuya manera de vivir y trabajar nos evocaba los mejores pasajes de la pel¨ªcula protagonizada por Walter Burns y Hildy Johnson. Muchos ten¨ªamos la sensaci¨®n de que no pod¨ªa haber mejor oficio en el mundo que el de Astruells.
Ingenioso m¨¢s que ocurrente, era pesimista por naturaleza, al punto de que ¨²ltimamente en cada encuentro nos ten¨ªa alerta sobre su salud, como si no lo fu¨¦ramos a ver m¨¢s, una manera de ser que siempre supieron sobrellevar de manera especial su hija y amigos como Evarist Murtra. Jugaba al golf, sab¨ªa comer y vest¨ªa como un caballero, por no decir un lord, brit¨¢nico como era en muchas cosas, distinguido y saludado, muy admirado en Madrid.
La pluma de Astruells era muy fina, tan elegante como su porte, y su sentido del humor hizo fortuna en la radio y la televisi¨®n cuando las tertulias eran un debate y no una competici¨®n, el arte de la discusi¨®n y no el de la exhibici¨®n, tan ir¨®nico con su particular voz gutural, que explic¨® su condici¨®n de analista del Bar?a despu¨¦s de dedicar mucho tiempo al Espanyol porque una noche se le apareci¨® Hans Gamper en La Rambla.
Nunca fue un chaquetero sino un cl¨¢sico entra?able al que le encantaba llevar la contraria en asuntos que se supon¨ªa de consenso, sobre todo en temas de pa¨ªs y de f¨²tbol, polemista que desarmaba a sus rivales con gracia y un saludo inconfundible: Chato o querido. A Astruells nunca le interes¨® el estilo ni el ADN del Bar?a sino que defendi¨® que no hab¨ªa m¨¢s secreto en el equipo azulgrana que Messi. No solo entend¨ªa de f¨²tbol sino que tambi¨¦n se acerc¨® al polideportivo, sobre todo en Barcelona-92.
A su alrededor se han formado muchos periodistas, y por tanto ten¨ªa bien merecido el trato de maestro, aunque no le gustaba que le adularan de forma gratuita, esc¨¦ptico y negativo como se mostraba a veces, siempre bien acompa?ado, a gusto con compa?eros como Juanjo Castillo hijo o Miguel ?ngel Santos, de redactores de Mundo Deportivo. Y al verle pasear por la calle es cuando se le pod¨ªa confundir f¨¢cilmente con un gal¨¢n de cine o un personaje de pel¨ªcula, ninguno como los de Primera Plana.
La capilla ardiente se abrir¨¢ el domingo, a partir de las 16 horas, y el funeral se celebrar¨¢ el lunes en el Tanatorio de Les Corts (15.15).
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