Arturo Casado, un apasionado, deja las pistas de atletismo
El ¨²ltimo gran atleta espa?ol de 1.500m, campe¨®n de Europa en 2010, cuelga los clavos a los 34 a?os
El martes hace fr¨ªo en la pista del CAR de Madrid, donde llega gris el viento de la sierra tan cercana sin ning¨²n obst¨¢culo que lo frene. Arturo Casado se mete las manos en los bolsillos, ve a media docena de atletas hacer miles y m¨¢s miles, y dice: ¡°Es duro esto del atletismo, ?eh?¡±
Hace nada, hace un par de meses, Casado habr¨ªa sido uno m¨¢s de los atletas que se entrenan pase lo que pase y ni habr¨ªa pensado que lo que hac¨ªa fuera duro. Pero ya no habla como atleta, sino como un campe¨®n que ha decidido colgar los clavos, que ya ve su vida desde fuera.
¡°Lo ¨²nico que siento es que no haya sido yo qui¨¦n eligiera cu¨¢ndo retirarse, sino las lesiones¡±, dice Casado, nacido no muy lejos de all¨ª, en el barrio de Santa Eugenia, en enero de 1983. Casado fue campe¨®n de Europa de 1.500m en Barcelona, en 2010. Es el ¨²ltimo gran millero del atletismo espa?ol, aquel en el que se fren¨® la tradici¨®n que parec¨ªa inagotable nacida en los a?os 60 con Jorge Gonz¨¢lez Amo y prolongada en Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez, Jos¨¦ Manuel Abascal, Ferm¨ªn Cacho, Reyes Est¨¦vez, Juan Carlos Higuero. ¡°Y deber¨ªan haber tirado del tren en esta d¨¦cada Casado y Manuel Olmedo hasta que otros chavales crecieran¡±, dice Gonz¨¢lez Amo, algo as¨ª como el esp¨ªritu del 1.500m hecho carne. ¡°Arturo deber¨ªa haber sido el referente del mediofondo, pero las lesiones acabaron con ¨¦l¡±.
Todos dicen que Casado podr¨ªa haber sido a¨²n mucho m¨¢s, haber llegado m¨¢s lejos. Lo dice Gonz¨¢lez Amo, que lamenta que el madrile?o se lesionara a los 28 a?os, cuando estaba ya preparado para rendir m¨¢s que nunca, y se debiera perder los Juegos de Londres, los que deber¨ªan haber sido los suyos. Lo lamenta su entrenador desde los 14 a?os en Moratalaz, Arturo Mart¨ªn, que asume que era inevitable, porque su atleta era as¨ª. Ambos hablan de un atleta ¨²nico como deportista y como persona. Hablan de su entrega y de su concepci¨®n agon¨ªstica de la carrera. ¡°Ha sido un atleta impresionante. Siempre daba el 120 por cien¡±, dice Gonz¨¢lez Amo. ¡°Esa cualidad le hac¨ªa destacar m¨¢s a¨²n¡±. Y Arturo Mart¨ªn lo subraya: ¡°Llegaba siempre muerto a la meta. Si quedaba cuarto sab¨ªas que no pod¨ªa haber quedado mejor. Incluso sab¨ªas que quedaba mejor de lo que se pod¨ªa esperar¡±.
¡°Las lesiones son las que te permiten o te proh¨ªben ser lo que puedes ser, seguir siendo t¨² o ser algo diferente¡±, filosofa Casado, que no guarda amarguras. ¡°Yo era un atleta de un nivel muy alto y cuando me lesion¨¦ empez¨® a ganarme gente que nunca me hab¨ªa ganado, y eso me hund¨ªa, porque soy un apasionado del atletismo. Suena a tragedia, pero es algo muy com¨²n en el alto rendimiento¡±.
Arturo Casado es la cultura del atletismo, la curiosidad convertida en un pozo sin fondo, el inter¨¦s por la historia y los grandes nombres del medio fondo, los viajes a entrenar a Sud¨¢frica, los contactos con t¨¦cnicos de Australia, la fascinaci¨®n por Arthur Lydiard y Peter Snell, los entrenamientos en Kenia, la experimentaci¨®n de correr descalzo, una tesis doctoral sobre la gen¨¦tica y el entrenamiento, 1m 44s en 800m y 3m 32s en 1.500m, y una feroz postura contra el dopaje nacida, entre otras cosas, del positivo de su compa?ero de entrenamiento Alberto Garc¨ªa, su ¨ªdolo y referente, que le hundi¨® moralmente a los 23 a?os. ¡°Debo ser justo con ¨¦l¡±, dice. ¡°Alberto era muy profesional en todo y me transmiti¨® mucho y me ense?¨®. Pero fue doloroso cuando su dopaje, se me cay¨® un mito, fue un varapalo, una fuente de desconfianza hacia casi todos. Me abri¨® los ojos al lado feo del atletismo, al c¨¢ncer del deporte¡±.
Y, nacidos de esa personalidad tan fuerte, de ese valor tan extra?o para tomar decisiones por s¨ª mismo, Casado es tambi¨¦n equivocaciones. ¡°He aprendido de equivocarme, de cosas que ten¨ªa que probar por m¨ª mismo¡±, dice, y habla como un investigador que sigue el m¨¦todo de ensayo-error. ¡°Tengo, gracias a eso, un bagaje pr¨¢ctico que me beneficia. Siempre va a ser as¨ª. Quiero seguir investigando¡±.
En su vida, quiz¨¢s lo m¨¢s grande que le pasar¨¢ ser¨¢ la paternidad, Guillermo, el ni?o que Fabi, su mujer, la persona que m¨¢s le ha ayudado en los a?os duros de las lesiones, espera para dentro de unas semanas. En su vida deportiva, lo m¨¢s grande fue el Europeo de 2010. ¡°Nunca me habr¨ªa permitido acabar mi carrera pregunt¨¢ndome ad¨®nde habr¨ªa podido llegar¡±, dice. ¡°Aquella victoria supuso la demostraci¨®n p¨²blica de lo que yo ya sab¨ªa que val¨ªa. Fue un tema personal, m¨¢s que por los dem¨¢s. Hab¨ªa quedado quinto en un Mundial, cuarto en pista cubierta¡ Sab¨ªa que val¨ªa m¨¢s, pero nunca consegu¨ªa demostrarlo¡±.
Al salir de la pista, Casado se cruza con el marchador Diego Garc¨ªa, un chaval joven que le recuerda que ¨¦l se hizo atleta viendo aquellos Europeos de 2010, admirando a aquellos campeones. Y el veterano que se retira le cuenta que su deseo de ser atleta le naci¨® viendo el Mundial de Sevilla en 1999, grabando todo en v¨ªdeo y viendo una y otra vez las eliminatorias, las finales¡ ¡°Vi¨¦ndolo solo pensaba 'quiero ser como ellos, quiero ser como ellos'. Ah¨ª naci¨® mi pasi¨®n bestial¡±.
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