Silva regresa al Manchester City con un recital ante el Watford

Su entrenador, Pep Guardiola, hab¨ªa avisado de que no regresar¨ªa hasta que se solucionase todo. "La vida personal es lo m¨¢s importante", advirti¨® el t¨¦cnico. Pero David Silva, dos partidos despu¨¦s de causar baja por "motivos personales", regres¨® ante el Watford en plena forma. El canario ofreci¨® sobre el tapete del Etihad Stadium un recital de asistencias que evidenciaron que las ¨²ltimas ausencias no han mermado en absoluto su capacidad para gobernar los partidos. Si es que se le puede llamar partidos a los episodios en los que el Manchester City somete a su rival durante todos los minutos que dura un duelo en el que el ganador parece claro desde que pita el ¨¢rbitro.

38 segundos le bastaron al City para decidir el enfrentamiento ante el Watford. Menos de un minuto tardaron los citizen en superar a Gomes gracias a una jugada que se encuentra en los manuales del f¨²tbol desde su invenci¨®n. Silva filtr¨® un pase al hueco para San¨¦, que corri¨® la banda izquierda como lo hacen los extremos, pegados a la cal pero con la cadera apuntando hacia la porter¨ªa, y el alem¨¢n centr¨® raso, con la curvatura justa para resultar inalcanzable para la fr¨¢gil defensa del Watford y alejarse de la ¨®rbita de actuaci¨®n de Gomes. Sterling recibi¨® el regalo y de primeras, con la pierna izquierda marc¨® su 14? gol de la temporada en la Premier.

Hasta ah¨ª dur¨® todo. Al Watford se le aparecieron todos los bastos de la baraja antes de que la lluvia le calase, adem¨¢s del alma, tambi¨¦n los huesos. Si algo caracteriza al City es que el acelerador se mantiene pulsado durante todas las fases del cuento, por lo que doce minutos despu¨¦s una nueva entrega desde la banda, esta vez por parte de De Bruyne, acab¨® de nuevo en el fondo de la porter¨ªa del Watford. Kabasele se adelant¨® a Ag¨¹ero, pero su despeje envi¨® la pelota dentro del marco de Gomes, vendido de nuevo ante la geometr¨ªa del centro desde la banda.

Una de las sensaciones m¨¢s habituales que transmite el City a sus rivales -y a los espectadores-, es que da la sensaci¨®n de que existen futbolistas que juegan donde quieren, De Bruyne, Silva o Sterling por ejemplo, pero todos lo hacen donde deben. Esto es, no solo est¨¢n donde se les requiere, sino que aparecen donde no se les espera. Y eso acaba por revolver cualquier marca defensiva. Ver al Watford perseguir fantasmas tuvo por momentos la ternura de quien observa c¨®mo se eleva un globo cogiendo altura hasta que es consciente de que no volver¨¢ a poder agarrarlo. El partido se elev¨® en el cielo de Manchester, gris, lluvioso y tenebroso, no m¨¢s que el guion del partido para el modesto Watford.

Controlados todos los elementos con cierta dosis de variabilidad de un partido -ritmo, intensidad, posesi¨®n y acierto-, el City se dedic¨® a repetir las escenas que tanto ha practicado hasta la fecha. Silva filtr¨® balones sin l¨ªmite, De Bruyne centr¨® y dispar¨® todo lo que quiso, y San¨¦ sigui¨® sac¨¢ndole brillo a una zurda que parece no tener fin. Solo Ag¨¹ero pareci¨® ajeno a ese clima de armon¨ªa y felicidad. El argentino, el principal beneficiado de la lesi¨®n de Gabriel Jes¨²s -que sufre una lesi¨®n en los ligamentos que le mantendr¨¢ apartado del equipo hasta febrero-, err¨® dos ocasiones claras hasta que encontr¨® el dorado en la jugada m¨¢s inesperada. Un fallo de Gomes en la recepci¨®n del en¨¦simo centro desde los costados lo empuj¨® con suavidad el argentino.

Finiquitado el partido (num¨¦ricamente hablando) Guardiola movi¨® el ¨¢rbol y dio entrada a jugadores como Bernardo Silva, Yay¨¢ Tour¨¦ y Danilo. Si bien el equipo luci¨® similar, hay puntos en los que la sincronizaci¨®n no parece tan exacta. De eso se aprovech¨® el Watford para vengarse del amo tirano. Gray emboc¨® un gran centro de Carrillo -un calco de lo que ven¨ªan haciendo los celestes todo el encuentro-, y dej¨® atormentado a Ederson, que en la primera mitad le sac¨® un mano a mano al jugador ingl¨¦s. Mostr¨® debilidad la defensa del City especialmente por el costado de Walker, y Tour¨¦, voluntarioso, no contribuy¨® a barrer la casa como acostumbra Fernandinho. Vivi¨® un breve sue?o de verano el Watford, porque si bien pareci¨® escampar en los ¨²ltimos minutos, el chaparr¨®n de agua y goles ya le hab¨ªa calado sin remedio.