Audie Norris: ¡°Mis duelos con Fernando Mart¨ªn cambiaron la historia del baloncesto en Espa?a¡±
El m¨ªtico p¨ªvot del Barcelona de finales de los a?os 80 rememora sus duelos con la leyenda madridista y recuerda que por 10.000 d¨®lares no fue jugador blanco una temporada antes de llegar al Palau
Tres d¨¦cadas despu¨¦s de su vigorosa aparici¨®n en el baloncesto espa?ol, Audie Norris es un gigante de gesto entra?able, porte encorvado y andares achacosos. A sus 58 a?os, el p¨ªvot m¨¢s carism¨¢tico del Bar?a de finales de los 80 sobrelleva con filosof¨ªa el desgaste de su cuerpo para cumplir con una agenda desbordante. Tiene un campus de formaci¨®n en Hospitalet y una escuela de basket en Salou, entrena a un grupo de 60 chinos cada verano, es asesor de una agencia de representaci¨®n de jugadores y ejerce de embajador de la Copa Colegial. ¡°Ahora trabajo con los hijos de muchos de mis fans. Hago tantas cosas porque estoy buscando mi hueco en este mundo¡±, dice antes de repasar su ¨¢lbum de recuerdos.
Pregunta. ?Es mejor el baloncesto actual o el de su ¨¦poca?
Respuesta. El m¨ªo, sin duda. Ahora hay demasiada t¨¢ctica, demasiados cambios y se pitan demasiadas faltas.
P. Jug¨® en los Portland Trail Blazers (1982-1985), en la Benetton Treviso (1985-1987), y se convirti¨® en un ¨ªdolo en el Barcelona.
R. En el Bar?a me hice un hombre, como jugador y como persona. Tuve la ayuda de unos compa?eros maravillosos, del presidente Jos¨¦ Luis N¨²?ez, de Salvador Alemany y de A¨ªto Garc¨ªa Reneses. Todos confiaron en mi juego a pesar de mis lesiones. Hicimos algo extraordinario que no se ha vuelto a repetir en el club: ganar cuatro Ligas seguidas. Cre¨ªmos en la frase de que el Bar?a es m¨¢s que un club. ?ramos una familia.
Mis compa?eros no sab¨ªan mi estilo de juego. Pensaban que yo era el t¨ªpico americano chup¨®n"
P. ?Cu¨¢les son sus mejores recuerdos de aquella ¨¦poca?
R. No puedo contar muchas cosas porque me las estoy guardando para mi biograf¨ªa (risas). Pero nunca olvidar¨¦ mi primer d¨ªa. Mis compa?eros no sab¨ªan mi estilo de juego. Pensaban que yo era el t¨ªpico americano chup¨®n y tirador. Yo era diferente. No vine al Bar?a para meter todos los puntos ni coger todos los rebotes, vine para hacer historia. Jim¨¦nez, Epi y compa?¨ªa se quedaban mir¨¢ndome cuando ten¨ªa el bal¨®n porque estaban acostumbrados a los americanos individualistas y cuando les pasaba el bal¨®n les pegaba en la cabeza porque no se lo esperaban. ¡®De d¨®nde ha salido este t¨ªo¡¯, pensaban. ¡®?Un americano que pasa la pelota!¡¯. Jugaba simple, no quer¨ªa ser estrella, quer¨ªa ser importante ayudando a mis compa?eros.
P. ?Qu¨¦ aprendi¨® de A¨ªto?
R. ?l tambi¨¦n tuvo que cambiar un poco la mentalidad cuando yo llegu¨¦. En pretemporada se llevaba al equipo a entrenar a las monta?as, en Andorra o en Pirineos. Yo nunca hab¨ªa hecho eso, siempre hab¨ªa entrenado en la pista. Era mucho castigo para mi cuerpo y el primer a?o tuve muchos problemas de rodilla. Tuvimos varias artroscopias en el equipo y A¨ªto cambi¨® la planificaci¨®n para la temporada siguiente. Siempre estaba dispuesto a hacer lo mejor para el club y cre¨ªa much¨ªsimo en mi juego. Nunca dud¨® de m¨ª ni pens¨® en cambiarme ¡ Bueno, no s¨¦ lo que hablaban tras la puerta, pero conmigo fue respetuoso y estuve seis a?os en el club.
P. ?Jug¨® muchas veces al l¨ªmite f¨ªsicamente?
R. Mis lesiones eran gen¨¦ticas. Ten¨ªa desgaste de cart¨ªlago y menisco. Mis hermanos y mi padre tuvieron problemas de rodilla. Pero mi determinaci¨®n y mis ganas por jugar al m¨¢ximo siempre eran m¨¢s grandes que mis problemas. El Bar?a vio eso en m¨ª y por eso asumi¨® el riesgo.
P. ?Les marc¨® como equipo chocar con la gran Jugoplastika?
R. Fue muy frustrante perder la semifinal de M¨²nich y las finales de Zaragoza y Par¨ªs, pero fueron mejores que nosotros. Era un equipazo, con Kukoc, Radja, Ivanovic, Perasovic, Savic¡ eran muy s¨®lidos. En Par¨ªs llegu¨¦ lesionado del hombro y sab¨ªa que no pod¨ªa aportar mucho. Sal¨ª para animar a mis compa?eros, para decirles ¡®aqu¨ª estoy con vosotros, con un hombro o sin hombros¡¯. No bast¨® con mi energ¨ªa. Era mejor oportunidad que la de Zaragoza, pero ten¨ªamos que estar todos bien y no fue as¨ª.
P. En sus memorias tambi¨¦n contar¨¢ que estuvo muy cerca de jugar en el Madrid.
R. S¨ª. El Madrid era mi primera opci¨®n. Yo no sab¨ªa nada del Bar?a. En 1986 mis agentes consiguieron un acuerdo con el Madrid. Llegu¨¦ con la ilusi¨®n de jugar junto a Fernando Mart¨ªn, Romay, Corbal¨¢n¡ Estuve en la Ciudad Deportiva, les vi entrenar y Mariano Jaquotot me convenci¨®. Era una persona cojonuda. Todo qued¨® acordado y volv¨ª a Treviso porque mi mujer estaba embarazada de nuestro primer hijo. Pero despu¨¦s me llamaron para decirme que hab¨ªa problemas. Jaquotot y Lolo Sainz me quer¨ªan, pero Mendoza no. Por 10.000 d¨®lares no fich¨¦ por el Madrid. Ten¨ªa contrato con la Benetton y el Madrid solo ten¨ªa que mejorarlo en 10.000 d¨®lares para facilitar mi salida, pero Mendoza no quiso. Jugu¨¦ otro a?o m¨¢s en Treviso y despu¨¦s surgi¨® la oportunidad del Bar?a. Quer¨ªa jugar en Espa?a, A¨ªto me conoc¨ªa de mi ¨¦poca en Portland y me ten¨ªa en su radar. Despu¨¦s, en cada partido contra el Madrid, Lolo me dec¨ªa: ¡®Joder Norris, tu ten¨ªas que estar aqu¨ª conmigo y no pute¨¢ndonos¡¯. Yo le respond¨ªa: ¡®Lolo habla con tu presidente, fue su culpa¡¯. Todav¨ªa me lo dice hoy en d¨ªa. La vida es as¨ª.
El Madrid eran los Celtics y nosotros los Lakers. Los entrenos antes de un cl¨¢sico eran dur¨ªsimos"
P. Su enfrentamiento con Fernando Mart¨ªn se convirti¨® en el p¨®ster del baloncesto espa?ol.
R. Fernando y yo cambiamos la historia del baloncesto en Espa?a. Mucha gente se enganch¨® a este deporte por nuestras batallas. Jugando contra ¨¦l logr¨¦ sacar lo mejor de m¨ª. La rivalidad Bar?a-Madrid era fort¨ªsima. El Madrid eran los Celtics y nosotros los Lakers. Los entrenamientos antes de un cl¨¢sico eran m¨¢s duros que los partidos. Todos est¨¢bamos mentalizad¨ªsimos. Hab¨ªa codazos, golpes, era brutal¡ Despu¨¦s, los partidos eran duelos de furia. Hab¨ªa muchas hostias. En la pista yo pod¨ªa matar a mi madre si hubiera jugado contra ella, pero despu¨¦s era otro. Hab¨ªa dureza pero con respeto, nada sucio. No hab¨ªa nada personal. Era baloncesto puro.
P. Aquellas batallas le abrieron un hueco en el coraz¨®n de los aficionados.
R. Los aficionados recuerdan mis partidos en el Bar?a como si fueran de ayer. Desde que volv¨ª a vivir a Espa?a hace seis a?os no pasa un solo d¨ªa sin que alguien me recuerde mis duelos con Fernando Mart¨ªn y aquellos Madrid-Bar?a. Como jugador no sab¨ªa el impacto que estaba teniendo en la vida de la gente, pero ahora si lo veo. Yo no tengo la camiseta colgada en el Palau, pero estoy en el coraz¨®n de la gente, s¨ª.
Embajador de la Copa Colegial
Audie Norris ejerci¨® hace unas semanas como embajador de la Copa Colegial 2018. En un acto celebrado en el Liceo Sorolla, el exjugador del Barcelona, junto a Joe Arlaukas y al Director General de la Fundaci¨®n de Baloncesto Colegial, Pablo Mart¨ªnez-Arroyo, defendi¨® ante 300 escolares la importancia de los estudios compaginados con la pr¨¢ctica del baloncesto, ideario que el proyecto promueve a trav¨¦s de su programa Basketball is Education.
La Copa Colegial 2018, que llega a su 12? edici¨®n y sigue aumentando su impacto en las nueve ciudades de Espa?a en las que se disputa, cuenta un a?o m¨¢s con el patrocinio de Obra Social La Caixa y, desde esta temporada, con el apoyo de la m¨¢xima competici¨®n continental, la Euroliga. Con la idea de que no hay mayor deporte colegial que el baloncesto naci¨® el proyecto en 2007. Una iniciativa para que los ni?os y ni?as puedan representar a su escuela a nivel deportivo durante su etapa acad¨¦mica. Ese fue de los puntos principales por los que el m¨ªtico Pablo Carabias foment¨® la creaci¨®n del torneo, una competici¨®n libre para colegios organizada por la ABC (Asociaci¨®n de Baloncesto Colegial) en cada una de las sedes participantes.
En las antiguas Series Colegiales, varios jugadores que han llegado a la Liga Endesa disputaron la competici¨®n. Javier Beir¨¢n (Iberostar Tenerife) particip¨® con el colegio madrile?o Recuerdo; Daniel Clark, actualmente en el Gipuzkoa Basket, estuvo presente con el Internacional Collegue. Adem¨¢s, Jorge Sanz, que debut¨® en la m¨¢xima categor¨ªa con el Real Madrid, llev¨® a Salesianos Soto a la gran final.
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