El Real Madrid se desahoga en la Liga ante el Valencia
Los madridistas se adelantan, sufren y acaban por golear al equipo de Marcelino, al que no le dio el dep¨®sito para la remontada. Los cambios de Zidane resultan claves en el tramo final
La Liga como desahogo. El Real Madrid alivi¨® su estropicio copero en una plaza cruda como Mestalla y se atornill¨® algo m¨¢s a los puestos de la Champions. Un objetivo crucial a la espera del discurrir de la edici¨®n en curso de la Copa de Europa. El sosiego liguero lleg¨® con una goleada meritoria y algo enga?osa, porque el duelo exigi¨® de lo lindo y tuvo sus curvas. Dos penaltis lanzaron al Madrid, luego mordido por un Valencia que acab¨® con el coraz¨®n a dieta antes de un repunte final atronador de los de Zidane. El t¨¦cnico hizo bingo con los cambios cuando le invad¨ªa su adversario. Lo contrario para los de Marcelino, que movi¨® el cesto, necesario tras la pr¨®rroga en Copa en Vitoria, con un efecto negativo.
El paso triunfal madridista por Mestalla atizar¨¢ el revuelo de la Copa, un borroso par¨¦ntesis en una semana en la que el Real ha reconquistado el gol, con once en las dos ¨²ltimas jornadas de Liga. Y nada acerca m¨¢s al gol que la BBC, ya programada ante el Deportivo y titular 280 d¨ªas despu¨¦s frente al Valencia. Pese a los dos tantos de penalti de CR, ninguno de los tres jerarcas del ataque fueron la bandera del choque. Pero a su alrededor, casual o no, s¨ª hubo gente mucho m¨¢s expansiva que en los ¨²ltimos tiempos. Fue el caso de Kroos y Modric, gobernantes como anta?o en muchas fases del reto, y de un Marcelo m¨¢s aut¨¦ntico. Y del nuevo florecer de Asensio, clave en el despegue ¨²ltimo del Real Madrid.
De entrada, la pelota, a pies del campe¨®n. Y el Valencia, al quite y a la carrera. Todo equilibrado y cada cual c¨®modo en su gui¨®n. La tuvo Bale, que no aprovech¨® la bab¨¦lica relaci¨®n entre el meta Neto y su central Garay. Y la tuvo Rodrigo, con un disparo desde el balc¨®n del ¨¢rea para el que el cuadro visitante le concedi¨® todo un observatorio. El duelo era ambulante hasta que dio un vuelco de la forma m¨¢s inopinada. Resulta que al cazador de contras le pillaron en una contra. De un c¨®rner favorable, el Valencia se vio en un renuncio parvulario. El despeje de Bale lleg¨® a Cristiano, que meti¨® el turbo con Marcelo a su izquierda y Benzema a la derecha. Sin los piquetes adecuados y desorientados los muchachos de Marcelino, el luso hil¨® con el brasile?o, ¨¦ste con el franc¨¦s y cuando CR iba a poner el punto final le anud¨® Montoya. Penalti s¨ª o s¨ª. No fall¨® CR. Por entonces, a estas alturas solo su segundo gol en Liga fuera de Chamart¨ªn.
El tanto ventil¨® el choque, m¨¢s abierto hasta el intermedio. Parejo, un ilustrado, tocaba el viol¨ªn y Kondogbia el tambor. Pero el cuadro levantino padec¨ªa en medio campo. Ninguno de sus medios centrales basculaba y Guedes se hac¨ªa un l¨ªo con la posici¨®n de volante de Kroos y la de Marcelo como extremo. La otra orilla local estaba m¨¢s amortiguada por la presencia de dos laterales, Lato y Gay¨¢. Marcelino debi¨® haber rebobinado la estupenda actuaci¨®n en el Bernab¨¦u de los dos canteranos.
Un disparo de Kondogbia bien interceptado por Keylor fue el preludio del segundo arre¨®n madridista. Un geom¨¦trico cambio de juego de Kroos a Carvajal propici¨® un centro del zaguero para Benzema, atropellado por Montoya, otra vez en el foco arbitral. El colegiado decret¨® que la carga era penalti. Exactamente lo mismo le hab¨ªa se?alado minutos antes a Mina en un salto con Varane en el rancho de Keylor. Coherencia no le falt¨® al ¨¢rbitro, pero Mestalla entr¨® en combusti¨®n tras el segundo castigo de CR. Por momentos, la cita se torn¨® volc¨¢nica. Con riesgo para los jugadores blancos, que se olvidaron del juego, m¨¢s pendientes de la bronca arbitral, por mucho que hubiera un leve derribo de Casemiro a Parejo no sancionado.
El intermedio, al que se lleg¨® con una ocasi¨®n pintada para Rodrigo, anestesi¨® los malos ¨¢nimos valencianistas. De vuelta todos pusieron el alma sobre lo que deb¨ªan, el juego. La entrada de Soler por el despistado y algo acalambrado Guedes ajust¨® mucho mejor a los de Marcelino. Pese al buen remar de Kroos y Modric, la desaplicaci¨®n defensiva de CR y Benzema y la atenci¨®n necesaria de Marcelo a Soler dej¨® al Madrid sin rastro de la pelota. Mina, que est¨¢ como nunca, cabece¨® a la red antes de la hora de encuentro y en Mestalla se desat¨® un hurac¨¢n. El Valencia, con Parejo imperial, toc¨® la corneta. Keylor evit¨® un gol del propio capit¨¢n local con un despeje con el pie izquierdo.
El Madrid otra vez desnortado y chato en un segundo tiempo. Con sus distinguidos delanteros fuera de lugar, incapaces de dar un respiro a los suyos, de estirar al equipo. Esta vez lo advirti¨® a tiempo Zidane, que retir¨® a Bale justo tras la mejor jugada del gal¨¦s en toda la tarde. Lucas se ocup¨® de contrarrestar al d¨²o Lato-Gay¨¢ y poco despu¨¦s Asensio se asoci¨® a Marcelo para socorrerle con Soler y Montoya. Ah¨ª se qued¨® escu¨¢lido el Valencia, para entonces ya con la suela muy desgastada. El ajetreo de la Liga y la Copa hace mella en una plantilla a¨²n sin mucho recorrido como la de Marcelino. Algunos est¨¢n por enhebrar, como Vietto y Coquelin ¡ªimprovisado central¡ª y otros sancionados ¡ªVezo¡ª o lastimados ¡ªMurillo y Gabriel¡ª.
Sin dep¨®sito el Valencia tras veinte minutos de asalto con el cuchillo entre los dientes, el Madrid recuper¨® el mejor sustento para templar gaitas: el bal¨®n. De nuevo el partido fue de Modric y de Kroos. Y regres¨® Marcelo, autor de un golazo tras una doble pared con Asensio. No menos golazo fue el de Kroos tras otra pared entre el brasile?o y el balear. Un broche magn¨ªfico para un Madrid que no puede tomarse la Liga como si fuera garraf¨®n. Por linaje, por su necesidad de rodarse antes de la Copa de Europa y porque un desvanecimiento total le dejar¨ªa en la cuneta de la pr¨®xima Champions.
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