El Alav¨¦s prosigue su escalada
Mendizorroza lleva en volandas a su equipo, que supera al Celta con dos goles en el inicio del partido y se distancia cinco puntos de los puestos de descenso
El Alav¨¦s no deja de subir pelda?os. Y demuestra que jam¨¢s hay que arrojar la toalla. Le dieron por muerto despu¨¦s de comenzar la liga con seis derrotas consecutivas, de sumar apenas tres puntos tras las diez primeras jornadas. Con su tercer entrenador, Abelardo, ha encontrado no solo los resultados sino su ADN. El Alav¨¦s es brega, desgaste, esfuerzo y solidaridad, empuje. Es entusiasmo, aliento incesante desde la grada. Ah¨ª est¨¢ cinco puntos sobre el primer puesto de descenso que marca el Deportivo, que es el siguiente rival que se asomar¨¢ a Mendizorroza, fort¨ªn en el que cay¨® sin remisi¨®n el Celta a pesar de disponer de un gran Iago Aspas.
A los tres minutos un gol en contra alert¨® sobre los problemas que iba a padecer el equipo vigu¨¦s, incapaz de defender un saque de falta desde campo rival, un bal¨®n a¨¦reo que Sobrino disput¨® sin oposici¨®n entre Jonny y Roncaglia, que asistieron a la acci¨®n como aletargados. La pelota le cay¨® a Munir, que remat¨® mal, pero habilit¨® a Pedraza para que entrase como un pu?al. Contrast¨® el frenes¨ª con lo contemplativo, la codicia con el adocenamiento. No es que el Celta llegase al partido tarde sino que el Alav¨¦s lo hizo con mucha anticipaci¨®n. Si a un equipo hay que pedirle que pelee por agarrarse a una categor¨ªa debe mirar hacia este ejemplar combo albiazul, reinventado sobre la marcha tras unas malas decisiones de despacho en verano. En cuanto se ajust¨®, todo lo dem¨¢s estaba ah¨ª, el alma, la pasi¨®n, el enardecimiento, Mendizorroza, que lleva a sus futbolistas en volandas y asume un papel determinante en el envoltorio del equipo. De los cinco ¨²ltimos visitantes apenas el Legan¨¦s rescat¨® un empate. Y lo hizo sobre la bocina.
El Celta se fue de vac¨ªo en una jornada importante para sus aspiraciones de dar un salto en la tabla y distanciarse de la clase media de la liga. Salt¨® al campo con una certeza, la de que la victoria le situaba sexto en la tabla, en puesto europeo. Y jam¨¢s logr¨® estar c¨®modo en un partido que exigi¨® vigor, jugado bajo la lluvia y en un ambiente climatol¨®gico glacial. Hasta el descanso tuvo la pelota, pero no el control. Despu¨¦s redobl¨® ese presunto dominio, jug¨® m¨¢s en campo contrario, pero se encontr¨® una fortaleza.
Era una muralla y deb¨ªa abordarla cuesta arriba porque un cuarto de hora despu¨¦s del primer gol el Alav¨¦s marc¨® el segundo. Otro retrato de la situaci¨®n, otro visto y no visto en el que Munir conect¨® en la posici¨®n de mediocentro con Manu Garc¨ªa y se desliz¨® hacia posiciones de remate mientras la pelota transitaba de dentro a fuera y de ah¨ª al ¨¢rea. Llov¨ªa, pero el Celta ten¨ªa varios incendios por apagar. Con bal¨®n tend¨ªa a la irrelevancia, ten¨ªa problemas para encontrar claridad con Lobotka, demasiado encimado, y Radoja de manera que Aspas deb¨ªa transitar hacia terreno alejados de donde en verdad hace da?o, la banda izquierda no exist¨ªa, el delantero Maxi G¨®mez literalmente no tocaba bola.
Pione Sisto inici¨® el partido en el banquillo. Con m¨¢s de media hora por jugar salt¨® al campo. Tambi¨¦n lo hizo Jozabed. Salieron del campo Mazan y Brais M¨¦ndez que conformaban el flanco zurdo y Unzu¨¦ manej¨® varias piezas del rompecabezas: Wass se fue al lateral derecho, Jonny al izquierdo, pero sobre todo Aspas encontr¨® socios para jugar m¨¢s cerca del ¨¢rea rival, gener¨® una opci¨®n de gol que Pione Sisto casi emboca y oblig¨® a Pachecho a lucirse tras un genial taconazo. Apret¨® el Celta a lomos de su emblema, pidi¨® penalti en un par de acciones para la discusi¨®n, marc¨® en tiempo a?adido en una maravillosa jugada de Aspas que hubiese firmado Maradona por fuerza, clase, t¨¦cnica y convicci¨®n. Sufri¨® el Alav¨¦s para mantener el resultado, sin excesiva capacidad para desplegarse, pero con todo lo que se puede requerir para cantar victoria.
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