Lo del Girona no es un cuento
El equipo de Mach¨ªn, impulsado por la voracidad goleadora de Stuani, descompone a un Athletic sin ideas ni pegada
El Girona ya no sue?a sino que compite, ya no fantasea sino que anhela, ya no es una ilusi¨®n sino una realidad. Tampoco es Cenicienta sino que se alinea m¨¢s con La Bella y la Bestia porque impone su f¨²tbol frente al rival m¨¢s pintado como lo fueron, entre otros, el Atl¨¦tico ¡ªdos empates¡ª y el Madrid. Tambi¨¦n baj¨® la cabeza el Athletic en Montilivi, equipo irreconocible desde la pizarra, tan simpl¨®n en su idea como rampl¨®n en la ejecuci¨®n. Y esas deficiencias ante el Girona, que penaliza como pocos los despistes rivales, fueron su condena. Tambi¨¦n, claro, la picaresca de Maffeo, que sac¨® un penalti donde no lo hab¨ªa.
El Athletic jug¨® con una zaga de tres y dos carrileros, algo bien extra?o, pero seguramente l¨®gico si se atiende a que la patente pasaba por contrarrestar al Girona y su usual 3-5-2, quiz¨¢ el mejor de los halagos para un equipo que acaba de ascender. Pero la propuesta de Ziganda chirri¨® porque no supieron salir limpio desde atr¨¢s, por lo se remitieron al pelotazo en busca de las segundas jugadas, un improbable porque no estaba (de inicio) Aduriz para bajar esos esf¨¦ricos hu¨¦rfanos de due?o y porque al Girona nadie le gana los balones divididos, intenso como es y bien colocado como est¨¢. As¨ª, de poco sirvieron los desplazamientos de I?igo Mart¨ªnez ¡ªque se estrenaba con la camiseta del Athletic cuando siempre llev¨® la de la Real¡ª y de Yeray Mart¨ªnez, que no disfrutaba de un partido oficial desde el 21 de mayo de 2017 por su heroica lucha y victoria ante un c¨¢ncer testicular. A la que jugaron por dentro y al toque, sin embargo, se expresaron con m¨¢s fluidez, como en ese pase de Be?at que continu¨® Williams con un disparo ajustado pero un tanto torcido. Tambi¨¦n lo prob¨® con la estrategia y casi canta bingo I?igo Mart¨ªnez con una tijereta que el larguero escupi¨®.
Las andanadas vascas, en cualquier caso, fueron ocasionales porque el partido lo gobern¨® el Girona y as¨ª lo aclar¨® de buenas a primeras, cuando un centro de Granell fue prolongado por Portu y Maffeo, que no pudo controlarlo, se venci¨® sobre la lona con el contacto de Andoni L¨®pez. Stuani no err¨® el tiro y Maffeo no se content¨® con una travesura porque tras el rechazo de una falta lateral, conect¨® un zambombazo que solo la cruceta se neg¨® a validar.
No se rindi¨® el Athletic, feliz por jugar bajo una lluvia plomiza. Pidi¨® el bal¨®n y el protagonismo, pero se encasquill¨® de nuevo en la medular, donde los tres medios del Girona, tres jugadores box to box [de ¨¢rea a ¨¢rea] impusieron su f¨²tbol y ley. Pero no solo eso porque tambi¨¦n eran los crupieres, casi siempre inclinados hacia la izquierda, hacia un Mojica que parec¨ªa el diablo de Tasmania por sus quiebros y velocidad, tambi¨¦n por sus centros. Y cuando atendieron al otro costado, cuando encontraron a Portu, bien vali¨® esa jugada hasta l¨ªnea de fondo para sacar un centro a la testa/im¨¢n de Stuani, que firmaba su gol n¨²mero 12 ¡ªiguala su r¨¦cord en Primera¡ª y doblegaba la nueva apuesta de Ziganda, que acababa de regresar al 4-4-2. Resulta que el Girona ya no sue?a sino que compite, ya no fantasea sino que anhela, ya no es una ilusi¨®n sino una realidad.
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