El Getafe empata ante el Barcelona y reabre la Liga
El equipo azulgrana, bien anudado por el conjunto madrile?o, no logra mover el marcador en un partido ins¨ªpido y se sit¨²a en el punto de mira del irreductible Atl¨¦tico
Al finalista de la Copa del Rey se le han escapado puntos sin darse cuenta en la Liga, los dos ¨²ltimos en el Camp Nou. Aunque mantiene su condici¨®n de invicto, dos empates opuestos han situado al Barcelona en el punto de mira del irreductible Atl¨¦tico: del +11 a +7. El 0-0 con el Getafe result¨® tan frustrante como celebrado fue el 1-1 de Cornell¨¤ despu¨¦s de una ag¨®nica victoria ante el Alav¨¦s. El s¨¢bado aguarda el vigoroso Eibar y para m¨¢s adelante los muchachos de Simeone visitar¨¢n el Camp Nou. Nunca se hab¨ªa quedado a cero el equipo de Valverde.
Las sensaciones son muy nuevas en el Camp Nou. No se recordaba un partido tan ins¨ªpido desde hace tiempo, sin f¨²tbol ni arrebato, muy plano, siempre bien anudado por el Getafe.?Apenas jugaron los azulgrana, estrangulados por dentro y tapados por fuera, chutaron muy poco, largo tiempo alejados del arco de Guaita. Ni Messi ni Valverde encontraron remedio a un partido que de inicio giraba alrededor de Mina y acab¨® por enfocar a Demb¨¦l¨¦, especialmente desafortunado, despu¨¦s de que Coutinho pasara tan desapercibido que fue sustituido por Iniesta.
Al equipo azulgrana le conven¨ªa atacar mejor que nunca para no tener que reparar en la improvisada pareja de centrales que dispuso Valverde por la sanci¨®n de Umtiti, la lesi¨®n de Piqu¨¦ y la partida de Mascherano:?Yerry Mina debutaba como titular junto al tambi¨¦n in¨¦dito Digne. Al franc¨¦s, sustituto como lateral de Jordi Alba en los partidos de entretiempo, le avalaba la rapidez m¨¢s que la fiabilidad y el colombiano provocaba m¨¢s entusiasmo como animador que en calidad de jugador, un desconocido en el exigente, sibarita y repoblado Camp Nou.
La hinchada miraba a Mina, Messi no paraba de hablar con Mina, Sergi Roberto aconsejaba a Mina. Y el Getafe enfilaba a Mina. El foco del partido solo reparaba en Mina hasta que Ter Stegen jug¨® la pelota como si no jugara Mina. Hab¨ªa que dar seguridad y transmitir confianza desde el bando barcelonista, abrir el campo con Alc¨¢cer y Coutinho, y buscar a Messi. Alrededor del 10 y de Luis Su¨¢rez se montan muchas sociedades, sorprendentes o naturales, la mayor¨ªa afortunadas , sobre todo si el partido se disputa en el campo del Barcelona.
A los azulgrana, sin embargo, les faltaba fluidez y profundidad, ni elaboraban ni presionaban, tampoco llegaban ni remataban, sometidos por un Getafe intenso y concentrado, superior en las jugadas divididas, ocupado en llevar el partido al campo del Bar?a y a la zona de Mina. Ausente Iniesta, la l¨ªnea de pase no funcionaba en el Barcelona y el encuentro requer¨ªa finura y rapidez para desbordar al Getafe. No hab¨ªa noticias de Coutinho y menos de Luis Su¨¢rez. Tampoco se contaban oportunidades y los azulgrana m¨¢s peloteros eran Sergi Roberto y Ter Stegen.
No fue casual que la primera ocasi¨®n del Barcelona fuera de Mina a la salida de una falta botada por Messi. Jugador muy grande, al central le falt¨® cintura y velocidad para superar la marca y rematar al marco de Guaita. Las sensaciones eran p¨¦simas en el estadio por la lentitud del Bar?a. No sal¨ªa el bal¨®n limpio desde la defensa, tampoco aparec¨ªan medios para jugarlo y no enganchaba Messi. La afici¨®n no recordaba un partido con menos sensaci¨®n de peligro del Bar?a en el Camp Nou.
El escenario demandaba la intervenci¨®n de Valverde. Y las decisiones ten¨ªan que ser traum¨¢ticas porque sobraban delanteros y se echaban de menos los volantes, desubicado Coutinho como tercer centrocampista, bien tapado por la defensa de ayudas del Getafe. Nadie mejor para combatir la posesi¨®n inocua y alimentar la ofensiva que Iniesta. El capit¨¢n se asom¨® por la banda cuando Luis Su¨¢rez y Coutinho ya hab¨ªan rematado con sa?a ante Guaita. A pesar del intento del Getafe por enfriar el choque, el Bar?a le hab¨ªa dado ritmo ante el rugido del Camp Nou.
La luz de Iniesta parec¨ªa tan necesaria como el desequilibrio de Demb¨¦l¨¦. A partir de los cambios, el partido se abri¨® para los dos equipos, tambi¨¦n para las entradas del Getafe. Aunque el extremo se resbalaba y no regateaba, absorb¨ªa al lateral y al central derechos y el capit¨¢n generaba situaciones de superioridad sobre la l¨ªnea de fondo del costado izquierdo, los dos pendientes de Messi porque el Getafe se aplicaba estupendamente en la defensa de ayudas y dejaba reiteradamente en fuera de juego a Luis Su¨¢rez.
Cambiar de onda
Los muchachos de Bordal¨¢s no perdieron nunca el sitio ni la concentraci¨®n, y desesperaron al Bar?a. Demb¨¦l¨¦ se equivocaba en la toma de decisiones y Messi se qued¨® en tierra de nadie, sin lazo con Luis Su¨¢rez. Los azulgrana se encomendaron a los saques de esquina y a los cabezazos de Mina. El central no encontr¨® la porter¨ªa y los barcelonistas volvieron a conceder un 0-0 que no se daba desde noviembre de 2016 con la visita del M¨¢laga. Nada nuevo para el compacto, bien organizado e inc¨®modo Getafe si se atiende a su media: 21 goles recibidos en 23 jornadas.
Ocurre que los empates penalizan en el Bar?a despu¨¦s de que el Atl¨¦tico se haya abonado al 1-0. El contexto, de momento, invita a cambiar la onda en Barcelona y dejar de hablar de t¨ªtulos y tridentes y centrarse en la Liga. El cansancio acab¨® con la chispa y ya no alcanza con las segundas partes y una dosis de Messi y Luis Su¨¢rez para abatir rivales como el Espanyol o el Getafe. Al Bar?a le toca volver a jugar para ganar los partidos y para conquistar la Liga.
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