Piqu¨¦ silencia al mejor Espanyol
Un gol de cabeza del central del Bar?a iguala el tanto de Gerard Moreno en un derbi muy caliente
El derbi empez¨® y acab¨® con Piqu¨¦. Necesit¨® el Bar?a de la condici¨®n de culer de su central para neutralizar al Espanyol. Jugaron sin m¨¢s los azulgrana, desatentos y fatigados, sin reparar en el contencioso ciudadano, como si fuera una jornada m¨¢s de Liga, reducidos futbol¨ªsticamente por el plan de Quique S¨¢nchez Flores. El partido no ten¨ªa soluci¨®n para los azulgrana cuando apareci¨® Piqu¨¦ y cabece¨® una falta lateral botada por Messi. El zaguero mand¨® callar a la hinchada y ardi¨® el RCDE Stadium.
A nadie le amargaba m¨¢s la derrota que a Piqu¨¦ desde que marc¨® Gerard Moreno y la grada pas¨® a insultar a la familia del zaguero del Bar?a. La determinaci¨®n del defensa result¨® decisiva para que el Bar?a mantenga la condici¨®n de invicto en la Liga. Los mejores equipos necesitan a veces recurrir a la v¨ªa pasional para resolver los encuentros irremediables como el que disputaba el Barcelona en un d¨ªa desagradable por la lluvia y el viento en casa del Espanyol.
A nadie del Bar?a parec¨ªa interesarle el derbi salvo a Piqu¨¦, que celebr¨® el 1-1 con orgullo y rabia, desafiante con la afici¨®n, insistente en pedir silencio, siempre provocador al entender del club blanquiazul, defendido en la cancha por su s¨ªmbolo Gerard Moreno. El excelente delantero reprendi¨® el proceder de Piqu¨¦ con una entrada sin sentido y por un momento el derbi fue un derbi en may¨²sculas, tambi¨¦n en Cornell¨¤, como afirma Piqu¨¦.
El Espanyol fue el Espanyol, especialmente reconocible en su feudo, consecuente con la liturgia de la previa, que anunciaba un equipo valiente, dispuesto a hacerse visible despu¨¦s de sentirse pisoteado en sus duelos con el Bar?a. Los blanquiazules se afirmaron desde la alineaci¨®n con Leo Baptist?o como segundo delantero y el delicado Jurado en calidad de centrocampista, mientras David L¨®pez regresaba al puesto de central con Naldo.
Y Valverde fue igualmente fiel a su anuncio de que refrescar¨ªa la formaci¨®n, m¨¢s por los muchos partidos disputados que por los venideros, aunque el jueves aguarde el Valencia en la Copa. El t¨¦cnico relativiz¨® el derbi: no jugaban los laterales titulares, tampoco el omnipresente Rakitic ni sorprendentemente Messi, quien estren¨® su condici¨®n de suplente en la Liga despu¨¦s de no jugar de salida en la Champions ni en Tur¨ªn ni en Lisboa.
Las rotaciones de Valverde dejaron el partido a pies de Coutinho mientras la apuesta de S¨¢nchez Flores se?alaba a Leo Baptist?o: el azulgrana expres¨® el dominio de su equipo, superior en el control de juego y gobierno del encuentro, con un disparo desde la frontal del ¨¢rea que repeli¨® el larguero ¡ªel n¨²mero 32 durante la temporada del Bar?a¡ª y el blanquiazul desequilibraba por los dos costados, mal defendidos por Semedo y Digne.
Muy exigido Busquets y sus centrales, el Bar?a no encontraba situaciones de superioridad ni profundidad en cancha del Espanyol. Y Leo Baptist?o llegaba muy solo al campo azulgrana porque sus volantes y laterales eran igualmente requeridos por la posici¨®n de los atacantes del Barcelona. Las ocasiones fueron muy escasas y tampoco se contaron jugadas interesantes cuando se alcanz¨® el descanso en medio de un notable aguacero en el RCDE Stadium.
Aunque el campo se pon¨ªa cada vez m¨¢s imposible, el choque se reanud¨® con una jugada de bricolaje del Espanyol que acab¨® con un gol de Gerard Moreno. El ¨¢rbitro anul¨® la jugada porque el bal¨®n hab¨ªa rebasado la l¨ªnea de fondo cuando centr¨® Leo Baptist?o. La confianza y pasividad azulgrana contrastaron con el acierto del juez de l¨ªnea de Gil Manzano. No interven¨ªa Coutinho y al Espanyol le alcanzaba con tapar la l¨ªnea de pase a Iniesta.
El contexto invitaba a discutir sobre si se impondr¨ªa el plan de S¨¢nchez Flores, como pas¨® en la Copa con el gol de Melendo, o se impondr¨ªa la rutina azulgrana en la Liga. No hay equipo que madure mejor los partidos que el Bar?a. Las segundas partes acostumbran a ser del equipo azulgrana, ya reforzado con Sergi Roberto y Messi. La respuesta del t¨¦cnico blanquiazul fue igualmente atrevida al poner a Sergio Garc¨ªa por Jurado.
Y la contienda gir¨® a favor del Espanyol. Tonte¨® el Bar?a y se aplicaron los muchachos de S¨¢nchez Flores, m¨¢s intensos, revitalizados por la hinchada de Cornell¨¤-El Prat. Ter Stegen sac¨® mal de porter¨ªa, Digne se quit¨® de la disputa del cuero ganado por Leo Baptist?o, quien toc¨® para Sergio Garc¨ªa y el centro del punta desde la derecha lo remat¨® con la testa Gerard Moreno. El cuero dobl¨® la mano del meta y el Espanyol se adelant¨® 1-0.
Nadie, ni siquiera el reincorporado Jordi Alba, parec¨ªa poder cambiar el partido para el Bar?a. Tampoco Messi. Hasta que apareci¨® Piqu¨¦ y dobl¨® la mano de Diego L¨®pez. El central se puso el dedo en la boca repetidamente mientras miraba a los aficionados del fondo del estadio y se arm¨® una bronca de mucho cuidado en el RCDE Stadium. El contencioso se alarg¨® un rato con una entrada a destiempo de Moreno a Piqu¨¦ y no acab¨® hasta que los jugadores abandonaron el campo del Espanyol.
Al Espanyol le escoci¨® el resultado porque jug¨® un muy buen partido: estuvo serio y concentrado, fue solidario, no hizo concesiones y solo se venci¨® a bal¨®n parado; ha sido un especialista en disputar el derbi en Cornell¨¤-El Prat. Y el Bar?a se dio por satisfecho porque temi¨® m¨¢s que nunca una derrota despu¨¦s de totalizar la cifra r¨¦cord de 22 partidos invicto en la Liga. A falta de sentido colectivo, suerte tuvo de Piqu¨¦, protagonista de principio a fin, en la cancha, en la grada, en la sala de prensa del RCDE Stadium y del Camp Nou.
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