P¨¢nico en el PSG ante el Real Madrid
Solo la diana de Rabiot, tras un desborde de Mbapp¨¦, brinda un poco de serenidad a la expedici¨®n francesa, presa de un gran nerviosismo en todos sus estamentos
Hay partidos que provocan una tensi¨®n paralizante en los directivos y en los jugadores. Partidos como el que se disput¨® en el Bernab¨¦u, donde junto con el bal¨®n rod¨® el destino de una parte importante del negocio y todo aquello que lo sustenta, incluyendo los contratos de dos de las plantillas mejor pagadas del planeta. Los 40 jugadores implicados se jugaban su econom¨ªa dom¨¦stica, lo que se cuantifica aproximadamente en un global de 600 millones de euros. No hay presi¨®n mayor y no hay mayor dificultad que jugar en semejantes condiciones, m¨¢xime cuando el orden t¨¢ctico desaparece casi por completo y todo se reduce a una tormenta de azares. En pleno caos, una genialidad es una gota de armon¨ªa. Un control y una aceleraci¨®n de Kylian Mbapp¨¦ puso esa part¨ªcula de orden en el PSG.
En el minuto 32 el chico de Bondy peg¨® el bal¨®n a su bota naranja y se lo llev¨® adherido sorteando la entrada de Marcelo en la banda para meter un centro tocado ante la salida de Ramos. De ah¨ª deriv¨® el gol de Rabiot y la descompresi¨®n. El grito del banquillo visitante no salud¨® la clasificaci¨®n sino esa pizca de alivio despu¨¦s de d¨ªas de sudor fr¨ªo.
La industria del f¨²tbol europeo se desarrolla en dos partes sucesivas. La temporada de ventas, de junio a febrero, y la temporada de juego, de marzo a mayo. El primer ciclo entusiasma y el segundo da mucho miedo y pocas alegr¨ªas. Por m¨¢s que los ingenieros del m¨¢rketing se hayan encargado de comprimirla, no hay manera de evitar la parte que depende de la pelota. Comienza a comprenderlo bien el presidente del Paris Saint-Germain, el catar¨ª Nasser Al-Khelaifi, que lleg¨® el martes a Madrid rezumando un nerviosismo pr¨®ximo al p¨¢nico.
Lo comentaron desde la delegaci¨®n del club franc¨¦s, depositario en 2017 de la inversi¨®n m¨¢s grande de la historia en fichajes en un solo verano, foco de las grandes audiencias por primera vez, y objeto de un severo escrutinio por parte de los auditores de la UEFA, alarmados ante una inyecci¨®n de capital que podr¨ªa traducirse en desvirtuar la competici¨®n si no se compensa con rendimientos. Al-Khelaifi sabe que solo existe una forma de obtener esos ingresos: eliminar al Madrid. Lo sabe ¨¦l y todos los integrantes de un proyecto dise?ado para ganar la Champions o sufrir. El mensaje se difundi¨® a la plantilla antes de acudir al Bernab¨¦u. Los futbolistas saltaron al campo conscientes de que el cumplimiento de sus contratos solo se puede garantizar con el pase. De otra forma, el verano de 2018 se presentar¨¢ peor que el ¨²ltimo.
Viaje a Ny¨®n
El vestuario del PSG vive sumido en el estr¨¦s desde que la contrataci¨®n de Neymar, en agosto de 2017, atrajo a los inspectores de cuentas de la UEFA. Durante una semana los dirigentes de Par¨ªs fueron advertidos de que, o recortaban gastos, o se les podr¨ªa imponer una sanci¨®n apart¨¢ndoles de la competici¨®n continental por tres a?os. Hasta que una reuni¨®n en Ny¨®n devolvi¨® la calma en forma de moratoria, durante una semana de carreras el club puso en venta a media plantilla. Matuidi, Ben Arfa, Pastore, Di Mar¨ªa, Lo Celso, y hasta Marquinhos, Verrati y Rabiot, si se ofrec¨ªa m¨¢s dinero del tasado, entraron en las listas que los agentes ofrecieron a los potenciales compradores. El des¨¢nimo entre los futbolistas fue notable durante todo el mes. Emery, que no tuvo nada que ver en el proceso, debi¨® aguantar que no le devolvieran el saludo por las ma?anas y asisti¨® a partidillos en los que volaron m¨¢s las patadas que la pelota.
Los representantes que trabajan con el PSG atribuyen a Emery buena parte del m¨¦rito de haber tranquilizado un poco los ¨¢nimos. Lo suficiente para trabajar con cierta calma y empezar la temporada de ventas, de expectaci¨®n, y de m¨¢rketing. La temporada de los contornos que ahora hace el tr¨¢nsito hacia la temporada nuclear del juego y del miedo.
Al-Khelaifi descubri¨® en cierto punto de su andadura por el f¨²tbol ¡ªya van siete a?os¡ª que lo menos gratificante de este negocio es el juego. Por impredecible, por incomprensible, por raro. Porque es mucho m¨¢s complejo que comprar y vender. Porque no queda m¨¢s remedio que pasar por el embudo que va de marzo a mayo.
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