El Real Madrid golea en un rato al Betis
El Real, liderado por Asensio, tumba a un Betis valiente en un partido dominado por los locales en el primer tiempo y resuelto por los visitantes en el segundo acto
Con este bizarro Betis los encuentros suelen ser una noria, no admiten parpadeos. En realidad, con los verdiblancos por el medio pueden jugarse muchos partidos en uno mismo. Ocurri¨® en su duelo con el Real Madrid, al que someti¨® en el primer tiempo de la misma manera que se vio anonadado en el primer trecho del segundo. Ante un gigante, el Betis a¨²n no tiene para m¨¢s. El Real Madrid, claro que s¨ª. Pero en el Villamar¨ªn de nuevo fue un equipo ambulante. Chato hasta el descanso y explosivo despu¨¦s.
No hay forma de que prenda un Real Madrid regular. Este equipo es un tiro al aire, pendular, reclute a quien reclute Zinedine Zidane. En el Villamar¨ªn ech¨® el lazo a Asensio y Lucas V¨¢zquez, encomiables habituales desde la suplencia. Ante el Betis, tras un inicio prometedor, hasta el segundo acto ambos quedaron difuminados por el tono opaco de los madridistas tras su madrugador gol. El t¨¦cnico visitante tambi¨¦n prescindi¨® de entrada de Benzema, pero Bale, fuera de escena casi toda la noche, fue el insustancial Benzema de las peores jornadas. El Madrid, aburguesado, no tuvo proa hasta que se vio en desventaja. Y apenas creatividad, falto de Kroos, Modric e Isco. Kovacic tiene m¨¢s piernas que ingenio. Hasta el regreso del intermedio, en el Real nadie fue Joaqu¨ªn, violinista y tamborilero por igual en un equipo en el que calza de maravilla a sus disimulados 36 a?os. Siempre tuvo arte, hoy hasta es un jabato.
El buen despegue de Asensio no tuvo carrete. Antes de dar con el juego, el Madrid ya hab¨ªa dado con el gol. El Betis puso de su parte. Tanto que concedi¨® a Lucas controlar el bal¨®n en su ¨¢rea y echar un vistazo a Cristiano, que hac¨ªa un mundo que reclamaba la pelota. Ning¨²n b¨¦tico se dio por enterado. Ad¨¢n rechaz¨® como pudo el disparo del portugu¨¦s y Asensio caz¨® el rebote de cabeza. El Betis no sinti¨® la sacudida, en gran parte porque su adversario le dio vidilla.
Los de Seti¨¦n, temerarios en ocasiones, tienen desparpajo. Lo mismo da que se alisten novicios como Fabi¨¢n, Junior o Loren. El Betis va a lo suyo, toque a toque, paso a paso, con la pelota como elemento capital. Y as¨ª, con su atrevido estilo, logr¨® remontar al Madrid. A un Madrid replegado a la espera de una contra imposible. Imposible por su nulo empe?o por el quite, por recuperar el bal¨®n para tener salida. Ante un Real contemplativo, el cuadro local fue encadenando a su rival cerca de Keylor hasta que hizo dos bingos consecutivos. Mandi, que hab¨ªa tenido dos cabezazos cercanos al gol, emboc¨® al tercero. Y en cuesti¨®n de minutos, Junior lleg¨® al asalto, su remate no lo ataj¨® bien Keylor, la pelota choc¨® en Nacho y se estamp¨® en la red. Por supuesto, en ambas jugadas el asistente fue el ilustrado Joaqu¨ªn. El mismo que hab¨ªa hecho volar a Keylor con una falta extraordinaria lanzada desde la otra punta de Sevilla. El partido estaba a los pies de Joaqu¨ªn. Y de Fabi¨¢n, que le da mucho sentido al juego. Rumbo al intermedio, el Madrid no solo se vio achicado, sino sin Marcelo, retirado con una lesi¨®n muscular a poco m¨¢s de dos semanas para la cita de Par¨ªs.
Alguien toc¨® la corneta en la caseta madridista. De vuelta del intervalo emergi¨® otro Madrid. Un equipo ya con garbo, chisposo y con la mand¨ªbula apretada. Un Real invasivo zarande¨® al Betis durante un rato, suficiente para mirar a su rival por el retrovisor. Sergio Ramos astill¨® el bal¨®n con un cabezazo estruendoso y una jugada supers¨®nica de Carvajal sirvi¨® para el 2-3 de Asensio. Nada que ver con el Madrid del primer periodo. Hasta Bale tuvo un par de pisadas, no m¨¢s, eso s¨ª. Ad¨¢n le frustr¨® en ambas cuando m¨¢s escu¨¢lido estaba el Betis. Y m¨¢s cuando CR, que ya tiene el volumen goleador de CR, caz¨® el cuarto tanto visitante con una estupenda maniobra dentro del ¨¢rea. Con todo, Zidane a¨²n no lo vio claro y despach¨® a Bale en favor de Isco. El preparador galo no quer¨ªa otro desgobierno como el del primer acto. Y con el cambio lo consigui¨®, aunque el Betis, meritorio, a¨²n lograra subir de escala y amenazar a su imponente contrario con un gol de Sergio Le¨®n. El duelo se abri¨® de nuevo hasta que en el ¨²ltimo suspiro anot¨® Benzema a pase de Lucas V¨¢zquez y evit¨® una congoja final para los suyos.
De un partido con tantas curvas el Madrid sac¨® tajada con un buen rato. Para el Betis nada mejor que advertir que con sus firmes convicciones tambi¨¦n tuvo sus opciones ante un oponente de tanta talla. De morir, el Betis prefiere morir as¨ª, a pecho descubierto. Ante el Madrid hizo muchas cosas bien y, por momentos, tambi¨¦n consigui¨® que el Real hiciera muchas mal. Pero una buena etapa del Betis es mucho menos que una buena etapa del Madrid.
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