Un Madrid feroz tritura a su verdugo en la Copa, otro Bar?a
Campazzo, Carroll, Ay¨®n y Randolph lideran el tremendo correctivo del equipo de Laso al de Pesic, fuera de foco y de la Euroliga
El Real Madrid le sacudi¨® un correctivo tan severo al Barcelona que resulta dif¨ªcil adivinar c¨®mo puede reconducir la situaci¨®n la tropa que ahora dirige Svetislav Pesic. Por parad¨®jico que parezca, el mismo equipo que encandil¨® y gan¨® la Copa el pasado fin de semana, qued¨® hecho trizas ante un rival ansioso por resarcirse de su ajustada derrota en aquella final. Campazzo, Carroll, Randolph y Ay¨®n lideraron la majestuosa actuaci¨®n del Madrid, mejor en todos los aspectos, de principio a fin. La suya fue la ejecuci¨®n so?ada, cerrada con 30 puntos de ventaja en el Palau, sobrepasando los cien puntos (71-101), dejando a su rival noqueado desde el tercer cuarto.
El Barcelona compareci¨® pimpante, homenajeado, tras haber alzado su primer gran t¨ªtulo desde 2014, y sali¨® hecho trizas, definitivamente fuera de una Euroliga de la que llevaba ya semanas con un pie fuera. El vapuleo del Real Madrid result¨® devastador para el equipo de Pesic, que sucumbi¨® con estr¨¦pito, abrumado en el primer cuarto, todav¨ªa con ganas de pelea en el segundo, abrumado y ya sentenciado en el tercero.
BARCELONA, 74; REAL MADRID, 101
Barcelona Lassa: Heurtel (11), Navarro (9), Hanga (10), Claver (3) y Tomic (9) ¡ªcinco inicial¡ª Pressey (0), Jackson (2), Vezenkov (11), Koponen (10) y Moerman (9).
Real Madrid: Campazzo (11), Carroll (18), Taylor (8), Randolph (16) y Tavares (5) ¡ªcinco inicial¡ª Causeur (10), Rudy Fern¨¢ndez (5), Doncic (2), Maciulis (0), Reyes (13) y Ay¨®n (10).
Parciales: 13-30, 15-13, 22-31 y 17-18.
?rbitros: Lottermoser (Alemania), Radovic (Croacia) y Nedovic (Eslovenia).
Palau Blaugrana. 6.829 espectadores. 23? jornada de la Euroliga.
El Real Madrid sali¨® en tromba, como si se encontrara todav¨ªa disputando una pr¨®rroga de la final que perdi¨® el domingo en Las Palmas. El Barcelona form¨® resoplando a¨²n por el tremendo esfuerzo que le supuso entonces sobreponerse a cada uno de los tres rivales a los que tuvo que doblegar, pero sobre todo a la precaria situaci¨®n en que compareci¨® all¨ª, con una temporada que amenazaba ruina. En esta ocasi¨®n, su tropa se vio muy mermada por las bajas de tres de los que m¨¢s brillaron en el torneo copero, Pau Ribas, Oriola y Sanders, que se a?adieron a la de S¨¦raphin. La magia de Pesic se esfum¨® por completo.
Pablo Laso incluy¨® en el quinteto inicial a Jaycee Carroll y a Randolph. El escolta fue un suplicio para Hanga. Resuelto y preciso, lider¨® el esprint madridista. Campazzo fue su mejor c¨®mplice. Al base argentino le van este tipo de propuestas. Circulaciones de bal¨®n fulgurantes, l¨ªneas de pase abiertas, juego muy vertical, cuando no contrataques, y posibilidad de alimentar a sus gigantes a base, directamente, de asistencias.
El Real Madrid se apoder¨® del ritmo de juego (19 asistencias), del rebote (13 m¨¢s que el Barcelona), de las mejores sensaciones de la contienda. El Barcelona se encasquill¨® con los triples (6 de 24, un 25% de acierto) y se hizo un l¨ªo con los jugadores interiores. Tomic no cazaba un rebote, Pesic opt¨® por situar a Moerman de cinco y a Vezenkov de cuatro. El invento no le dio resultado. Felipe Reyes entr¨® en escena con todo su esplendor, intercambiando canastas con Moerman en un chispeante duelo. Ay¨®n rebote¨® y Randolph hizo un poco de todo.
No hab¨ªan roto a sudar los jugadores del Barcelona y ya perd¨ªan por 0-9, un avance de lo que les esperaba. La brecha se abri¨® hasta los 20 puntos (10-30). Y lo que estaba por llegar. La irrupci¨®n de Pressey no hizo sino evidenciar las carencias del equipo azulgrana cuando Pau Ribas no est¨¢ presente para remedar las evoluciones de Heurtel en el tim¨®n.
Campazzo se erigi¨® en una pesadilla para el Barcelona. No hab¨ªa quien le echara el lazo. Heurtel no pod¨ªa con ¨¦l. A Pressey, tras el fallido intento de la primera parte, ni siquiera le miraba su entrenador. La defensa del Barcelona, confundida por los zarandeos de Campazzo, dej¨® huecos descomunales. El propio Campazzo y Carroll enlazaron tres triples consecutivos. El marcador mostraba un abismo: 39-64. Las diferencias fueron aumentando en el ¨²ltimo cuarto. Llegaron a ser de 32 puntos. No hab¨ªa color. El Madrid, como dijo, Campazzo, envi¨® un mensaje. Fue muy n¨ªtido.
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