El Atl¨¦tico arrasa al Sevilla

El Atl¨¦tico pas¨® como un hurac¨¢n por Nervi¨®n, uno de los campos de enjundia de Primera, presuntamente de los m¨¢s complicados para los de Simeone, que se empe?an en perseguir al Barcelona (a siete puntos), darle emoci¨®n a la competici¨®n y mantener un bello desaf¨ªo con los de Valverde. El domingo el Atl¨¦tico visita el Camp Nou en un choque que se presume vital para el futuro de la Liga, aunque antes recibe al Legan¨¦s. El repaso del Atl¨¦tico al Sevilla fue monumental, as¨ª como su autoridad para desarbolar a un rival que pudo estar cansado despu¨¦s de su choque de Champions ante el Manchester United, pero que se mostr¨® incapaz de competir ante lo que le cay¨® encima.

El Atl¨¦tico, despu¨¦s de un primer cuarto de hora donde fue superado por el Sevilla, no mostr¨® piedad ante un rival que se vino abajo de forma lamentable, algo que ya se ha repetido en varias ocasiones en este curso, donde ha recibido cinco goles en cinco partidos. Ayer, en gran medida, por la pujanza de un equipo soberbio en el aspecto f¨ªsico y en la pegada. Griezmann, con tres dianas, y Costa, que abri¨® la goleada, fueron dos futbolistas que se ejercitaron a un alt¨ªsimo nivel, en consonancia con un bloque superior a los andaluces en las principales facetas del juego.

El Sevilla?mordi¨® el polvo en un segundo tiempo que dice muy poco de un equipo que pretende aspirar a la cuarta plaza y que pelea por los cuartos de la Champions. Tambi¨¦n debe ser mucha tarea medirse un mi¨¦rcoles al United y el domingo al Atl¨¦tico. Demasiado para el Sevilla, que encar¨® el choque sin rotaciones, falto de frescura ante un rival que se comporta con una intensidad muy dif¨ªcil de rebatir. El Atl¨¦tico, espl¨¦ndido, acumula su quinta victoria seguida en la Liga. En Nervi¨®n, lo hizo aplastando al Sevilla, te¨®ricamente destinado a crearle muchos problemas.

Cuando se tiene enfrente a la mejor defensa de Europa conviene no hacer regalos. El repaso que le estaba dando el Sevilla al Atl¨¦tico en el inicio de un partido fren¨¦tico se rompi¨® a los 29 minutos, justo cuando un equipo que aspira a codearse con lo m¨¢s selecto cometi¨® un error grosero. Lenglet se hab¨ªa batido de forma brava con Diego Costa y le hab¨ªa sacado incluso una tarjeta amarilla. En el saque de la falta, Rico le dio el bal¨®n a Banega de espaldas a su propia ¨¢rea.

A la peligrosa acci¨®n acudi¨® Costa como un lobo, sediento de sangre y de gol, con el colmillo afilado para robarle el bal¨®n al argentino y marcar el 0-1, que fue decisivo en el desarrollo del partido. Tanto como la lesi¨®n de Navas a los 17 minutos y un error anterior de Muriel a los tres, cuando solo en el ¨¢rea del Atl¨¦tico le dio un pase a Oblak en lugar de definir como hacen los grandes delanteros. Por ejemplo, como lo hizo Griezmann a los 42, beneficiado por el espectacular trabajo en la recuperaci¨®n de Koke, capaz de convertir en una obra de arte el despeje de Lenglet. Aunque hubo cierta dejadez en la forma de defender al franc¨¦s de V¨¢zquez y Correa en su magn¨ªfico gol. Todo lo contrario a lo que Gabi y Thomas hac¨ªan en su propio campo. As¨ª, aprovechando el regalo de Banega y madurando a un equipo confeccionado de manera deficiente para pelear a alta intensidad mi¨¦rcoles y domingo, el Atl¨¦tico fue tejiendo su tela de ara?a para tragarse al Sevilla, demasiado cascado y sin futbolistas capaces de ganar el partido por s¨ª mismos.

Falta de pegada

El espectacular inicio del conjunto andaluz record¨® a su actuaci¨®n ante el Manchester United. Al Sevilla le penaliza demasiado su falta de pegada. El Atl¨¦tico, intenso, sin jugar casi a nada pero con una capacidad competitiva encomiable, se fabric¨® un 0-2 al descanso que solo se pod¨ªa alterar con un llamamiento a la ¨¦pica por parte del Sevilla. Algo, ahora mismo, muy alejado de las prestaciones de una plantilla que Montella no puede o no quiere rotar por un evidente problema de planificaci¨®n.

El ejercicio de superioridad del Atl¨¦tico en el segundo tiempo fue absoluto. Un gol de penalti cometido por Rico sobre Costa y transformado por Griezmann abri¨® paso a una aut¨¦ntica exhibici¨®n madrile?a. Como prueba, el cuarto gol, con taconazo de Griezmann en el ¨¢rea y definici¨®n de Koke. Una obra de arte del Atl¨¦tico, que se gust¨® a medida que el Sevilla se desplomaba. Solo el aire fresco de los cambios, Nolito y Ben Yedder, le permiti¨® hacer dos goles en el tramo final. Demasiado tarde para alterar un el guion de un libro muy bien escrito por este Atl¨¦tico tan estupendo.