Rodrigo destroza al Sevilla

El Valencia certific¨® la conquista de la cuarta plaza con un incontestable triunfo en el S¨¢nchez Pizju¨¢n. De esta forma, deja a 11 puntos al Sevilla, un equipo de buen juego, pero con una ternura en ambas ¨¢rea que le imposibilita pelear esta temporada por la Liga de Campeones. Todo lo que le falt¨® al Sevilla lo tuvo el Valencia en Rodrigo. El delantero aprovech¨® dos grandes pases de Kondogbia para batir de manera impecable a Rico. Rodrigo, que suma ya 15 goles entre Liga y Copa, destroz¨® al Sevilla con sus movimientos y sus tantos, de una ejecuci¨®n perfecta. Fue un aut¨¦ntico incordio para los andaluces, que se estrellaron, adem¨¢s, con el portero Neto, tambi¨¦n importante para el Valencia en los momentos en los que el Sevilla apret¨®, conducido por un V¨¢zquez a gran nivel. Los de Marcelino, fuertes y fiables, pueden respirar tranquilos e incluso permitirse el lujo de pelearle al Madrid la tercera plaza. Demoledor en la Liga, el Valencia supo golpear en los momentos adecuados para llevarse de Nervi¨®n un triunfo que le sabe a gloria. El Sevilla, por su parte, ha perdido la primera de las finales que ten¨ªa esta semana. Descabalgado ya de la pelea por la Champions en la Liga, est¨¢ obligado a dar la campanada el martes en Manchester si desea seguir vivo en la m¨¢xima competici¨®n continental.

El Valencia tiene la virtud de competir de manera excelente. Todo apunta a que es su a?o y que la cuarta plaza tiene due?o absoluto. Una realidad que se asienta en actuaciones como la de un primer tiempo donde de la nada hizo un gol y cape¨® el temporal para desesperar a un Sevilla muy lastrado por su ausencia de gol. El Valencia plante¨® el encuentro de forma conservadora, con Paulista, un central, de lateral derecho, manej¨¢ndose con orden en espera de su oportunidad. Lo sufri¨® el Betis la pasada semana en Mestalla y ahora le toc¨® padecerlo al Sevilla. Sin esperarse, lleg¨® el aguijonazo imprevisto pero letal, que alter¨® un partido donde apenas pasaban cosas, con dos equipos midi¨¦ndose y el de Marcelino esperando la oportunidad en su campo. Un cambio de juego magn¨ªfico de Kondogbia, un error de Escudero y una definici¨®n de alta categor¨ªa de Rodrigo lo cambiaron todo. Al lateral del Sevilla le ceg¨® el sol. Parejo eligi¨® campo al ganar el sorteo inicial. Eso tambi¨¦n es f¨²tbol. De sopet¨®n salieron a relucir las virtudes de este Valencia tan compacto.

El Sevilla, con su estilo, jug¨® un buen partido. Un estilo que pasa por sobar la pelota y que V¨¢zquez encuentre a Muriel. El delantero colombiano se mueve bien, pero no responde a las cualidades que se le exigen a un goleador. El conjunto de Montella no desenton¨®, ni mucho menos, pero careci¨® de la pegada del Valencia. Neto estuvo fant¨¢stico en un disparo de Nolito y otro de Sarabia. Muriel se fabric¨® un jugad¨®n que acab¨® con un gran disparo en el larguero. Los jugadores del Sevilla llegaron incluso a desesperarse con el colegiado, De Burgos Bengoechea, mal en alguna decisi¨®n, pero no definitivo por sus decisiones en el curso del choque. A los de Montella solo les falt¨® el gol. Lo ¨²nico en lo que no se puede fallar para moverse en la elite de la Liga.

El Sevilla se sigui¨® moviendo a un buen nivel en la segunda mitad. Y tambi¨¦n le sigui¨® penalizando su incre¨ªble inocencia en el ¨¢rea del Valencia. Banega, V¨¢zquez y Lenglet volvieron a gozar de tres buenas ocasiones, pero el guion del partido estaba escrito a favor del Valencia. Con menos esfuerzo que su rival, haciendo las cosas m¨¢s f¨¢ciles, el conjunto de Marcelino contragolpeaba con una tremenda eficacia. Rodrigo avis¨® en un par de oportunidades, hasta que Kondogbia rompi¨® el centro del campo del Sevilla para dejar solo a Rodrigo ante Rico. El delantero volvi¨® a definir de manera impecable. Un ambiente de decepci¨®n cay¨® sobre Nervi¨®n, con el Sevilla noqueado ante un rival directo y dando la sensaci¨®n de que pod¨ªa pasarse horas y horas sin hacerle un gol al Valencia. Sin la maldad necesaria para mostrarse como un equipo contundente, el equipo andaluz debe centrarse ahora en cerrar la quinta plaza y dar la campanada en Old Trafford. El Valencia, con el libro de Marcelino aprendido al dedillo, ofreciendo una fant¨¢stica seguridad en ambas ¨¢reas, se llev¨® un triunfo tan importante como placentero.