El Barcelona m¨¢s vibrante noquea a un Real Madrid fr¨ªo
Heurtel comanda la paliza azulgrana ante un rival irreconocible que solo convirti¨® dos triples
El Barcelona noque¨® al Real Madrid en un cl¨¢sico que durante los ¨²ltimos tiempos carece de punto medio. Un d¨ªa gana uno por 27 puntos (74-101), como hizo el Real Madrid hace apenas dos semanas y media cuando se desquit¨® de su derrota en la final de la Copa, y otro d¨ªa es el Barcelona el que vence por 22 puntos (94-72) tras convertir el duelo en una exhibici¨®n hist¨®rica. No es un t¨®pico. Lo avalan los datos. El Barcelona no se hab¨ªa mecido casi nunca en un cl¨¢sico con ventajas tan desorbitadas. Llegaron a ser de 31 puntos (90-59).
El partido supuso un acto de reafirmaci¨®n del potencial del Barcelona, y sobre todo de Heurtel, capaz de desestabilizar al rival m¨¢s acreditado. Tambi¨¦n de Pau Ribas, que ratific¨® la exuberancia de su juego y su tendencia a abanderar a su equipo, especialmente en los momentos m¨¢s dubitativos. Tambi¨¦n certific¨® que Svetislav Pesic est¨¢ empe?ado en marcar diferencias desde la defensa. Lo consigui¨® ante un Madrid irreconocible, que acab¨® con un desolador 2 de 20 en triples. La garra defensiva del equipo azulgrana se puso de manifiesto especialmente en el tercer cuarto. El Madrid solo anot¨® una canasta en esos diez minutos. Los 15 puntos restantes tuvo que gan¨¢rselos desde la l¨ªnea de tiros libres. El Barcelona estaba decidido no conced¨ªa canastas f¨¢ciles. Solo Randle, en una ocasi¨®n, se zaf¨® de la zarpa defensiva azulgrana.
BARCELONA, 94; REAL MADRID, 72
Barcelona Lassa: Heurtel (21), Koponen (10), Claver (4), Moerman (9), Tomic (10) ¡ªcinco inicial¡ª, Jackson (4), Ribas (11), Oriola (17), Navarro (6), Vezenkov (2), Kurucs (-) y Pressey (-).
Real Madrid: Campazzo (5), Carroll (8), Taylor (1), Randolph (5), Tavares (4) ¡ªcinco inicial¡ª, Rudy Fern¨¢ndez (11), Randle (8), Ay¨®n (4), Reyes (5), Causeur (10), Yusta (8) y Radoncic (3).
Parciales: 21-14, 24-15, 27-17 y 22-26.
?rbitros: Jim¨¦nez, Manuel y Rial.
Palau Blaugrana. 5.687 espectadores.
El Madrid not¨® como nunca la ausencia de Doncic, y por supuesto, la de Llull. Apresurado en ataque, con plomo en las piernas cuando precisaba defender a la carrera, la mirilla desviada, y obtuso en su decisi¨®n de tirar triples a la brava. El Barcelona ni se acord¨® de los ausentes Hanga, S¨¦raphin y Sanders. Compareci¨® con muchas m¨¢s revoluciones que el Madrid. Una p¨¦rdida de Campazzo, una falta en ataque de Tavares... As¨ª, no ten¨ªa manera de hilar su juego el Madrid.
El Barcelona, en cambio, cuid¨® bien del bal¨®n y rebote¨® mucho m¨¢s. Las diferencias se estiraron pronto (19-6). Las irrupciones de Rudy Fern¨¢ndez y Felipe Reyes le dieron buenos dividendos al Madrid que consigui¨® acercarse a solo un punto (23-22). Fue por entonces cuando alguien repar¨® en una de las diferencias que hab¨ªan propiciado el vuelco. Pesic devolvi¨® a Claver a la cancha. El ala-p¨ªvot valenciano es un jugador de entrenadores. No es medi¨¢tico. Su estilo da m¨¢s pie a la cr¨ªtica del aficionado que el de la mayor¨ªa. Su mayor quehacer no se refleja en la estad¨ªstica al uso. Pero su capacidad para defender a su hombre, al del compa?ero, para ir un punto m¨¢s all¨¢ en todas las acciones subsidiarias acaba produciendo dividendos para su equipo.
Con la vuelta de Claver y la tercera falta de Ay¨®n, uno de los muchos jugadores del Madrid irreconocibles, como Campazzo y Tavares, el Barcelona volvi¨® a meter la directa. El Madrid pag¨® el mal d¨ªa de su base argentino, bien defendido por Heurtel. Tampoco le enmend¨® la plana un Randle fuera de ritmo. Y el Madrid no fue capaz de explotar otra de sus mejores virtudes, con solo cuatro rebotes ofensivos.
El rapapolvo defensivo del Barcelona en el tercer cuarto se combin¨® con el acierto en los triples de Heurtel y Pau Ribas. Mejor plantado en la cancha, m¨¢s r¨¢pido y certero en sus movimientos de bal¨®n ¡ª22 asistencias por solo nueve del Madrid¡ª, y afirmado en su juego interior con el tr¨ªo formado por Tomic, Oriola y Moerman, los azulgrana se lanzaron a la yugular de su rival.
Pablo Laso recurri¨® a una defensa en zona, impuso una presi¨®n en todo la cancha y le dio vueltas a su quinteto. Todo tan in¨²til como su intento de enredar el taque del Barcelona emparejando a Taylor con Heurtel y a Carroll, con Claver. El Barcelona se plant¨® en el ¨²ltimo cuarto con 26 puntos de ventaja y el partido visto para sentencia.
Se dir¨ªa que los dos equipos han hecho de la necesidad virtud. Y en el duelo en cuesti¨®n, tambi¨¦n en la Liga Endesa, es el Barcelona el que est¨¢ m¨¢s necesitado, con tanto retraso respecto al Madrid, que todav¨ªa cuenta con cuatro victorias menos. Su objetivo era sacar cabeza entre el rosario de equipos que pelean por la segunda plaza. En el cl¨¢sico, consigui¨® algo m¨¢s, un espaldarazo a su potencial y su manera de hacer con Pesic al frente.
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