Rodrigo Moreno, el gol por asociaci¨®n
La exhibici¨®n del delantero en D¨¹sseldorf, en donde coincidi¨® de salida con cuatro compa?eros de la Sub-21 de 2013, refuerza el valor del ¡®falso nueve¡¯ en la ¡®Roja¡¯
Diego Costa abandon¨® el Espirit Arena se?alando a su paisano y encogi¨¦ndose de hombros: ¡°?Hoy el protagonista es ¨¦l!¡±. El otro atacante hispanobrasile?o de la selecci¨®n, Rodrigo Moreno, analiz¨® su actuaci¨®n con sentido acad¨¦mico y vocecilla de colegial en las entra?as del estadio: ¡°Alemania estaba haciendo marcaje hombre a hombre, persigui¨¦ndonos por todo el campo. Yo estaba intentando darle espacios a Silva y a Isco para que se metieran por dentro; mis movimientos eran m¨¢s para ganarle la espalda a Hummels y Boateng. Estuvimos a punto de meter el 0-2 en un mano a mano de Isco a pase m¨ªo...¡±.
Dice Marcelino Garc¨ªa Toral que en su Valencia hay dos futbolistas fundamentales. Dani Parejo, el conductor del juego; y Rodrigo, modelo de atacante moderno. Marcelino sostiene que Rodrigo, a sus 27 a?os, es ejemplar, no por su fuerza, sus goles y su t¨¦cnica, sino por sus movimientos con y sin bal¨®n. Movimientos que realiza con velocidad, inteligencia y generosidad. Maniobras que le liberan de la vigilancia de los defensas, le ayudan a ofrecerse a sus compa?eros, y, eventualmente, le sirven para estar en su sitio cuando hay que recuperar la pelota. Este viernes en D¨¹sseldorf, frente al vigente campe¨®n mundial, la tesis de Marcelino se concret¨® a la luz de los aficionados y los t¨¦cnicos de La Roja.
Fue otra confirmaci¨®n. Cada prueba realizada desde 2012 revela el mismo resultado. Espa?a funciona mejor con delanteros de asociaci¨®n que de choque. El partido que enfrent¨® al equipo con Alemania (1-1) cristaliz¨® en otra demostraci¨®n de que el falso nueve, esta vez en la figura de Rodrigo, encaja mejor en la din¨¢mica que el nueve cl¨¢sico, representado, como es habitual, por Costa.
Lo disfrutaron tanto los enganches como Isco y Silva, como Iniesta, el tercer centrocampista, pendientes de encontrar un punto de apoyo en la mara?a defensiva alemana. El movedizo delantero del Valencia no dej¨® de crear l¨ªneas de pase que atrajeron a los centrales lo mismo que ofrecieron salidas a sus compa?eros. El contraste se manifest¨® cuando le sustituyeron a la hora de partido por su paisano. Costa se mostr¨® r¨ªgido, o displicente. Recibi¨® cinco pases, uno cada seis minutos; la mitad de los pases que recibi¨® Rodrigo, 23 en total, uno cada tres minutos de acci¨®n.
El gol de Rodrigo a pase de Iniesta en el minuto seis sirve para destacar el majestuoso giro del atacante cuando controla y encara al portero. Probablemente, el giro m¨¢s r¨¢pido de Primera Divisi¨®n. Un gesto que pone en valor el tipo de futbolista que ha hecho fortuna en el ¨¢rea contraria en los mejores a?os de esta selecci¨®n. Villa, Silva y Cesc, 59, 35 y 15 goles como internacionales respectivamente. Tres maestros de la asociaci¨®n que han descubierto el gol m¨¢s por sagaces que por fuertes.
Pocos entrenadores lo saben mejor que Julen Lopetegui. El seleccionador coincidi¨® con Rodrigo en su torneo m¨¢s brillante al frente de los equipos inferiores de la federaci¨®n: el Europeo sub-21 de 2013, disputado en Israel. En aquella plantilla hubo seis chavales que ocuparon puestos en la alineaci¨®n titular elegida por Lopetegui para enfrentar a Alemania el viernes. El portero De Gea; el lateral Carvajal; el volante derecho Koke; el mediocentro Thiago; el falso extremo izquierdo, Isco; y el propio Rodrigo. Camino de la final de Israel, el atacante fue el m¨¢ximo goleador de la competici¨®n con 15 tantos, incluyendo la primera fase. En la fase final Morata acab¨® quit¨¢ndole el sitio. Pero la compenetraci¨®n entre Rodrigo y sus colegas de selecci¨®n estaba sellada. Cuando se juntan en la selecci¨®n absoluta, los asisten muchos a?os de maduraci¨®n. Sin complicidad no hay goles.
Aparici¨®n tard¨ªa
La aparici¨®n tard¨ªa de Rodrigo coincide con la etapa de liberaci¨®n que vive el Valencia con Marcelino. Durante las pasadas dos temporadas sus actuaciones fueron decepcionantes. Lo condicion¨® su precio, 30 millones de euros que le colocaron en la c¨²spide de la escala de traspasos, y el clima hostil que se respir¨® en Mestalla contra la cuadra de Jorge Mendes, patrocinada por el propietario del club, Peter Lim. El jugador no tard¨® en mostrarse inseguro. Remat¨® tantas veces al mu?eco que Paco Ayestar¨¢n lleg¨® a pensar que lo mejor era situarle en una banda. El curso pasado hizo siete goles en 21 partidos. Ahora suma 17 en 35.
Sus estad¨ªsticas en la selecci¨®n no muestran nada que lo destaque por encima de los otros goleadores. Ha rematado una vez cada 21 minutos, m¨¢s que Aspas, Costa y Silva, pero menos que Morata; ha marcado un gol cada 118 minutos de competici¨®n, menos que ninguno de sus competidores internos; y ha dado un pase cada cuatro minutos, igual que Morata y menos que Costa, Aspas y Silva.
Claro que sus n¨²meros son el resultado de menos ex¨¢menes y m¨¢s complicados. Meterle un gol a Alemania es estar a la altura de la exigencia de una Copa del Mundo. Meterle goles a Liechtenstein, Israel, Albania y Macedonia es bastante m¨¢s sencillo.
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