?Pagar impuestos yo?
Esos futbolistas se volvieron ricos tan r¨¢pido que se formaron una idea equivocada de la riqueza
En el f¨²tbol moderno ocurren a veces cosas terribles, como hacerse rico. Podemos adivinar el malestar de ciertos jugadores que lo consiguen muy r¨¢pido, sin tener que amasar una fortuna lentamente, pues viene amasada.
Ser ricos se vuelve una jugarreta, igual que en esos momentos en que crees vivir una historia para la que no naciste, pero a la que no haces ascos. Poseer mucho dinero ya no requiere un largo aprendizaje, transmitido de padres a hijos, o de t¨ªos a sobrinos. Tal vez antes hab¨ªa que tener costumbre de ser millonario desde los tres a?os. En f¨²tbol puedes conseguirlo a los 25, casi inesperadamente, a semejanza de la gente a la que le da por probar las drogas a los treinta y tantos. Pero a d¨®nde van estos, piensas t¨², que te metes todo desde los 15. Todo sugiere que el mundo ya no se permite p¨¦rdidas de tiempo, o vidas enteras de preparaci¨®n a un bello objetivo. Te cae el dinero sin avisar y tienes que apa?¨¢rtelas.
Casi cada semana conocemos un caso nuevo de futbolista que afronta problemas con Hacienda. Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar, Xabi Alonso, Coentr?o, Falcao, Di Mar¨ªa, Marcelo, Mascherano, Modric, ?zil¡ Se hace un equipazo con jugadores que pagan sus impuestos fatal. No se puede ser bueno en todo, eso est¨¢ claro. Pagar tus impuestos, sin atajos o audacias, es la clase de cosas en la que sabes que fallas y quiz¨¢ ya no lo intentas. Eres humilde y admites tus limitaciones. O tal vez cuando tienes mucho dinero es imposible no decirse a uno mismo que es injusto no tener mucho m¨¢s. Es como si ser millonario no tuviese recompensa. ?Tienes dinero y a¨²n por encima debes pagar por tenerlo? ?Es que ahora eres un ciudadano de a pie?
Supongo que te entra, y con raz¨®n, a?oranza de las fortunas de antes: Carnegie, Gould, Rockefeller, Morgan, Astor, Huntington, Vanderbilt¡ Qu¨¦ dinast¨ªas. Te pones a leer sobre ellas y descubres que ganaban much¨ªsimo dinero y no pagaban impuestos sobre la renta, que ni siquiera exist¨ªan. Todo el dinero que se ganaba era para quien lo ganaba. La gente nunca volvi¨® a ser rica como entonces. Me parece normal que la situaci¨®n actual produzca insatisfacci¨®n.
Esos futbolistas se volvieron ricos tan r¨¢pido, con total menosprecio hacia el manual de instrucciones, que se formaron una idea equivocada de la riqueza, carente de estilo. Ay. Qu¨¦ lejos aquellos a?os en los que Scott Fitzgerald todav¨ªa nos mostraba que pod¨ªas actuar como un rico pese a estar en la ruina. La abundancia ten¨ªa que ver con las formas, como cuando en El gran Gatsby Daisy Buchanan llora al ver unas camisas maravillosas.
Pero llegaron los 90. Ya Christian Lacroix advirti¨® por esas fechas, como el que anuncia algo terrible, que ¡°a menudo la ropa m¨¢s atractiva es la de la gente m¨¢s pobre¡±. Vimos por d¨®nde iban los tiros. Llegaba otra escuela. Te hac¨ªas rico de la noche a la ma?ana y carec¨ªas de tiempo y humor para desarrollar tu sensibilidad y aprender a emocionarte ante una buena camisa o a pagar todos los impuestos que deber¨ªas.
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