Patrick Reed gana un espectacular Masters de Augusta y Jon Rahm es cuarto
El estadounidense logra la chaqueta verde y el espa?ol obtiene su mejor resultado en un grande tras una ¨²ltima jornada de locura
Locura total. Golf con may¨²sculas. El Masters de Augusta volvi¨® a poner a prueba cualquier coraz¨®n. Hasta el ¨²ltimo cent¨ªmetro del ¨²ltimo hoyo no se decidi¨® qui¨¦n vestir¨ªa la chaqueta verde de unas de las ediciones m¨¢s emocionantes que se recuerdan por el nivel de los contendientes y la brillantez del juego. Hasta el mism¨ªsimo Dan Jenkins, el periodista y escritor que cubr¨ªa su 67? Masters consecutivo, se remov¨ªa en su asiento: ¡°Estamos viendo una de las mejores ¨²ltimas vueltas en la historia del Masters¡±. Y as¨ª fue. El estadounidense Patrick Reed se llev¨® la gloria y el primer grande de su carrera a los 27 a?os despu¨¦s de resistir en cabeza con -1 en el d¨ªa para -15 en total. El final fue casi de foto finish porque Rickie Fowler termin¨® con -14 y Jordan Spieth con -13 despu¨¦s de una remontada para quitarse el sombrero (ocho bajo par en la ronda despu¨¦s de empezar el d¨ªa a nueve). Tres golfistas en dos golpes. Taquic¨¢rdico. Y con Jon Rahm a un paso del podio con -11. El cuarto puesto del vasco de Barrika es su mejor resultado en un grande y simplemente el anticipo de lo que est¨¢ por venir.
Clasificaci¨®n final
1. Patrick Reed (EEUU), 273 golpes, -15.
2. Rickie Fowler (EEUU), -14.
3. Jordan Spieth (EEUU), -13.
4. Jon Rahm, -11.
5. Cameron Smith (Aus), Bubba Watson (EEUU), Henrik Stenson (Suec) y Rory McIlroy (Irl.N.), -9.
9. Marc Leishman (Aus), -8.
10. Tony Finau (EEUU) y Dustin Johnson (EEUU), -7.
32. Tiger Woods (EEUU), +1.
38. Rafael Cabrera Bello, +3.
Reed necesit¨® embocar el ¨²ltimo putt en el 18 bajo una tensi¨®n m¨¢xima (rondas de 69-66-67-71) antes de que Sergio Garc¨ªa le vistiera con la chaqueta verde que el castellonense se abroch¨® el a?o pasado. De un vencedor primerizo en un grande a otro, Augusta coron¨® por cuarto a?o seguido a un ganador nuevo en el Masters.
El ¨²ltimo cap¨ªtulo estuvo a la altura del resto del libro. Reed parec¨ªa conocer los secretos del campo en una jornada que comenzaba con tres golpes de ventaja sobre el segundo, McIlroy. Pero pronto se vio que la tabla iba a ser sacudida una y otra vez por un terremoto de cambios. Reed carg¨® con un bogey en el primer hoyo mientras por delante de su partido Rahm iba calentando la clasificaci¨®n. El vasco hizo birdie en el dos y en el tres, y recuperaba la distancia de un bocado. Ten¨ªa las manos calientes y el coraz¨®n a mil revoluciones. El juego le ha brotado de los palos durante toda la semana, con el driver y sobre el green, calmado y seguro, solo alterado este domingo durante algunos momentos cuando ve¨ªa que la victoria que ten¨ªa en el horizonte se le escapaba. Entonces respiraba, contaba hasta siete y soltaba. "Soy muy emotivo y eso son trucos para relajar", explic¨®.
Los sue?os de Rahm acabaron ahogados en el 15, el mismo hoyo en el que el jueves Sergio Garc¨ªa entr¨® en la historia negativa del torneo por sus 13 golpes y cinco bolas al agua. Ah¨ª mismo acab¨® la de Rahm. Hasta ah¨ª hab¨ªa llegado en un Masters que ha de suponer un antes y un despu¨¦s a sus 23 a?os. "El segundo golpe era perfecto, pensaba que iba al hoyo y pod¨ªa hacer eagle... pero si el jueves me dicen que acabo con -11 lo hubiera firmado. Me voy muy contento. Por primera vez en un grande he tenido opciones, pero duele que un swing bien hecho haya acabado en el agua", coment¨® Rahm, a quien le fall¨® una vuelta (la primera, 75 golpes).
Ninguno de los cuatro mosqueteros de arriba estaba especialmente iluminado en ese inicio, si acaso Rahm. Y por detr¨¢s lleg¨® sin que nadie lo esperara una locomotora llamada Jordan Spieth. El ya ganador de tres grandes comenz¨® a dar una clase maestra de golf y empez¨® una remontada que por momentos le llev¨® a compartir el liderato con Reed y a estar nueve bajo par en el d¨ªa. Un bogey final en el 18, cuando hab¨ªa ya exprimido todos sus recursos, dej¨® su gesta en un tercer puesto.
Unos ca¨ªan y otros se levantaban. De repente parec¨ªa que desaparec¨ªa Rickie Fowler, en busca de su primer grande, de acabar con esa etiqueta de jugador que falla en los momentos de la verdad, pero de repente se sacaba un golpe de magia de la chistera y se colaba de nuevo en la fiesta (logr¨® su octavo top ten en un grande desde 2013). O ascend¨ªa McIlroy, tambi¨¦n citado con la historia, pero a un nivel mayor. El norirland¨¦s buscaba ser el sexto golfista en la historia, tercero m¨¢s joven y primer europeo, en coleccionar los cuatro grandes. Le esperaba un quinteto de magn¨ªficos (Sarazen, Hogan, Player, Nicklaus y Tiger), pero al chico del swing prodigioso le falt¨® esta vez un golpe de ri?¨®n de m¨¢s.
Fowler, Spieth, Rahm... todos apretaban a Reed. El estadounidense, sin embargo, resisti¨® como un jabato. Con un birdie en el 14, en el momento m¨¢s cr¨ªtico, dej¨® claro que la chaqueta estaba en sus manos. A pesar de que no consigui¨® bajar del par en ninguno de los cuatro pares cinco en el d¨ªa, cuando hab¨ªa volado con nueve birdies y dos eagles en los 12 jugados hasta entonces. Y a pesar de que el p¨²blico no apoy¨® especialmente al texano (fue m¨¢s ovacionado McIlroy), un chico malo que saca todo su fuego en la Ryder Cup ¡ªy eso parec¨ªa ese duelo final con McIlroy¡ª. Ya se sabe que Augusta dicta sus reglas y no se casa con nadie.
Reed se ha peleado con sus padres (no les invit¨® a su boda parece que porque le dijeron que era muy joven para casarse), fue detenido por beber alcohol siendo menor y le expulsaron de la universidad por robar a sus compa?eros... "No quiero ser el ni?o malo", dijo, "sino demostrar la pasi¨®n que tengo por el golf". Y aunque no es precisamente el golfista con el juego m¨¢s est¨¦tico del circuito, aguant¨® como un campe¨®n en un Masters inolvidable, un monumento al golf.
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