Las razones por las que Fernando Torres se va del Atl¨¦tico de Madrid
¡®El Ni?o¡¯ anuncia su marcha porque no cuenta para Simeone, aunque el club le daba carta libre para seguir
Un ejemplo, pero nunca un problema. Fernando Torres (Fuenlabrada, 34 a?os) quer¨ªa retirase en el Atl¨¦tico de Madrid, pero el rol residual que le ha adjudicado Diego Pablo Simeone desde que decidiera no marcharse en el ¨²ltimo mercado invernal le ha empujado a anunciar su marcha. Con los ojos cristalinos, vestido todo de negro, el anuncio de su adi¨®s se propag¨® durante un acto publicitario. La directiva del club ya sab¨ªa de antemano el mensaje que Torres iba a transmitir. La decisi¨®n era esperada. El Ni?o se marcha aburrido y sintiendo que su entrenador no ha sido justo con ¨¦l en varios momentos durante estos tres a?os.
¡°Aprovecho para anunciar que esta es mi ¨²ltima temporada. Es una decisi¨®n que no ha sido sencilla¡±, balbuce¨®. ¡°Tengo el compromiso del club de que puedo estar aqu¨ª hasta que yo decida. Nunca hay un momento para decir adi¨®s; ya veis el protagonismo que estoy teniendo esta temporada, que es muy poco. Quiz¨¢ sea el momento de dar paso a otros. Tengo la sensaci¨®n de que puedo jugar, aportar, quiero seguir jugando y aqu¨ª no lo estoy haciendo, y eso es uno de los motivos que me ha llevado a tomar esta decisi¨®n¡±.
Si hubiera decidido quedarse, Torres hubiera puesto en un aprieto a la propiedad del club. Simeone ya hace tiempo que ha dado por finiquitado su regreso. Ya lo expres¨® sin ambages cuando hace un par de meses afirm¨® que no har¨ªa todo lo posible para que se quedara. El pasado domingo, en la sala de prensa del Bernab¨¦u, al ser preguntado por si har¨ªa todo lo posible para que Oblak permaneciera, la respuesta del t¨¦cnico conten¨ªa la l¨ªnea marcada: ¡°Trato de hacer todo lo posible para que se queden todos los futbolistas que siguen haciendo crecer al club y al equipo. Trabajamos por mejorar la plantilla¡±. Para Simeone, Torres ya no puede ser englobado en esa din¨¢mica de crecimiento de la entidad, aunque el futbolista s¨ª lo crea: ¡°En mi cabeza estaba colgar las botas aqu¨ª, pero no quer¨ªa hacerlo de esta manera. Me siento con fuerzas, con f¨ªsico y mentalidad para jugar m¨¢s a?os. No s¨¦ cu¨¢nto tiempo, pero me encuentro muy bien y quiero seguir jugando. Creo que puedo jugar, pero la realidad es que no est¨¢ siendo as¨ª. Este a?o he jugado mucho menos que el anterior y es una l¨ªnea que va hacia un sitio y no quiero tener esa l¨ªnea en el club¡±, reiter¨®.
Desde su retorno en enero de 2015 ha habido puntos negros desde el primer momento. El primero, reci¨¦n reincorporado, el d¨ªa que Simeone decidi¨® sentarle en el banquillo en Eibar tras marcarle dos goles al Madrid en el Bernab¨¦u y certificar la clasificaci¨®n para los cuartos de final de Copa. Aquel d¨ªa en Ipurua, su competidor Mario Mandzukic hizo dos goles, pero tambi¨¦n comenz¨® a rebajarse la ola y el fervor de su retorno, engrandecido por los 45.000 aficionados que fueron a su reencuentro con el Atl¨¦tico y con el Vicente Calder¨®n. Tambi¨¦n ha vivido Torres un par de momentos en los que sinti¨® que el club no le respaldaba todo lo que deseaba. Hace dos veranos todo estaba apalabrado para renovar por dos temporadas m¨¢s otra opcional, pero el cuerpo t¨¦cnico desaconsej¨® un contrato tan duradero. En este mercado de invierno, con la llegada de Diego Costa, tanto el entrenador como el club tambi¨¦n vieron una ventana abierta para su marcha desde lo deportivo y desde lo econ¨®mico por la necesidad de adelgazar la plantilla. En diciembre, un alto directivo del club ya articulaba en privado un discurso para una salida que hubiera sido un terremoto si se hubiera producido en ese momento: ¡°Simeone, en su segunda etapa tambi¨¦n se fue a mitad de temporada y no pas¨® nada¡±.
En el discurso de sentimientos y sinceridad que hizo, Torres dej¨® entrever esas situaciones en las que no se sinti¨® c¨®modo: ¡°He vuelto en un perfil muy bajo y siempre he aceptado las decisiones, lo creyese m¨¢s, o menos justo, y cuando no ven¨ªan de cara, lo he usado de motivaci¨®n para conseguir lo que siempre he querido. Considero muy noble el gesto del club de permitirme seguir hasta que yo quisiese. Ha habido episodios donde he podido tener sensaciones diferentes, pero no es un d¨ªa de reproches; hubo momentos donde se pod¨ªa hacer mejor las cosas y otros que agradecer¨¦ siempre¡±.
Deportivamente, Torres fue un jugador importante para alcanzar la final de Mil¨¢n, para que hace dos temporadas el Atl¨¦tico pudiera disputar el t¨ªtulo hasta las ¨²ltimas jornadas o para iniciar la remontada del curso pasado ante el Sevilla cuando el equipo no se encontraba. Entre medias, ha tenido actuaciones malas, pero tambi¨¦n vio c¨®mo el entrenador prefiri¨® antes a Jackson Mart¨ªnez, a Gameiro o a Vietto sin haber reunido estos los m¨¦ritos suficientes para desbancarle. Tampoco nunca tuvo el apoyo p¨²blico que el t¨¦cnico le ha conferido a otros. S¨ª lo hizo recientemente en privado para ponerle como ejemplo de profesionalidad ante las malas caras de Carrasco y Correa cuando ambos intuyeron su suplencia en M¨¢laga. Simeone ha podido acertar o no en la gesti¨®n del futbolista; en la del ¨ªdolo, ha suspendido. Torres ha sido un ejemplo, pero no quiere ser un problema para su Atl¨¦tico. Por eso se va.
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