Nadal luce el rev¨¦s ante Khachanov y pisa los cuartos

Suspiros, resoplidos y sobre todo gru?idos, porque no hab¨ªa manera. Hasta la risilla floja se le escapaba al bueno de Karen Khachanov, impotente y resignado porque corri¨® lo que no est¨¢ en los libros, contra la propia naturaleza de su juego, y ni aun as¨ª pudo hacerle cosquillas a Rafael Nadal. El n¨²mero uno rubric¨® una nueva victoria en Montecarlo, tan convincente o m¨¢s que la del d¨ªa anterior, y dispara el nivel cuando la gira sobre arcilla apenas acaba de comenzar. Desplum¨® al joven ruso por 6-3 y 6-2 (en 1h 18m) y este viernes (hacia las 13.00, Movistar+ D2) afrontar¨¢ un examen de altura contra Dominic Thiem, verdugo de Novak Djokovic (6-7, 6-2 y 6-3) y se?alado como su heredero en la tierra.

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Nadal arrolla a Bedene (6-1 y 6-3)

¡°Ahora, Nadal tiene m¨¢s armas¡±

¡°Hoy he jugado mejor que ayer¡±, valor¨® el de Manacor, de 31 a?os. ¡°He controlado los intercambios contra un jugador al que le gusta ser agresivo, as¨ª que eso es muy positivo¡±, prolong¨®. ¡°A¨²n no estoy al cien por cien, pero conforme juegue partidos y torneos ir¨¦ mejorando. He superado a dos rivales dif¨ªciles y contra Thiem a¨²n lo ser¨¢ m¨¢s. Le pega muy fuerte a la pelota y si ¨¦l impone el ritmo ser¨¢ complicado ganarle¡±, previno.

Superada la propuesta plana de Aljaz Bedene en el estreno, este jueves Nadal abordaba un planteamiento totalmente distinto. Enfrente, un gigant¨®n joven (1,98 y 21 a?os) y pegador, de los que revientan la bola a la que pueden y carburan a partir de su servicio. Un representante m¨¢s de la nueva generaci¨®n a la que el mallorqu¨ªn le tiene m¨¢s que tomada la medida, porque a excepci¨®n del australiano Nick Kyrgios ¨Cen la hierba de Wimbledon, edici¨®n 2014¨C no hay cadete que haya podido hincarle el diente en las ¨²ltimas temporadas. As¨ª que Nadal, para la juventud, es un verdadero terror.

Como en el debut, el balear dispuso lo mejor de su repertorio. Gobern¨® desde la l¨ªnea de fondo con un metr¨®nomo en la mano, moviendo de un lado a otro a Khachanov hasta que el motor del ruso grip¨® y mentalmente se consumi¨®. Ahora bien, la protagonista esta vez no fue la derecha, sino el rev¨¦s. El rival insisti¨® por esa v¨ªa, pensando que tal vez por ah¨ª pod¨ªa podr¨ªa rascar algo, y se equivoc¨®. Nadal ofreci¨® un recital con el reverso, bien para contragolpear o bien para tirar uno de esos paralelos que quitan el habla, y a?adi¨® adem¨¢s unos niveles de servicio soberbios, a pesar de cederlo una vez en el primer set.

El ¡®factor servicio¡¯, clave en uno y otro sentido

El plan de Khachanov (solo 10 winners) tambi¨¦n marcaba en rojo el saque para tener alguna opci¨®n, pero en ese sentido no tuvo el d¨ªa y el n¨²mero uno se lo arrebat¨® cuatro veces: en el arranque de los dos parciales y un par de veces m¨¢s, para 5-3 en el primero y 4-1 en el segundo. Puesta la puntilla y sellado el pase a cuartos (por 14? vez consecutiva; solo fall¨® en 2003 en esta ronda), volvi¨® a dar la sensaci¨®n de que a Nadal se le hizo otra vez la tarde corta, como si le quedasen chispa y gasolina para continuar jugando dos o tres parciales m¨¢s, en formato Grand Slam ya. Mientras, su adversario abandon¨® la pista Rainiero III jadeando y Thiem, el pr¨®ximo, observaba desde un set televisivo situado en lo alto de la grada, temiendo tal vez la que se le puede venir encima.

El austriaco, de 24 a?os y siete del mundo en estos momentos, representa ahora mismo la oposici¨®n m¨¢s firme a Nadal en la tierra. Con Andy Murray fuera de combate y Djokovic y Wawrinka en sus respectivas nubes, ¨¦l es el hombre que mejor domina el registro terr¨¢queo y el ¨²nico que consigui¨® frenarle el a?o pasado. Fue en los cuartos de Roma, aunque previamente el espa?ol le zarande¨® en Madrid y Barcelona, y en junio en las semifinales de Roland Garros. No obstante, Thiem tiene buenos mimbres y un golpeo dur¨ªsimo desde ambos perfiles. Este jueves tuvo que remontar ante Nole, al que se le apreci¨® una ligera mejora, pero otra vez derrotado pronto en un torneo. Algo que, inexplicablemente, hoy por hoy ya no es noticia.