Alejandro Valverde pelea y sucumbe en Lieja
Con un magn¨ªfico ataque lejano se impone en la Decana el luxemburgu¨¦s Bob Jungels, punta de lanza del tremendo Quick Step
Cuando Alejandro Valverde gan¨® su primera Lieja-Bastogne-Lieja, en 2006, Bob Jungels, el luxemburgu¨¦s que ayer destroz¨® al pelot¨®n m¨¢s potente del a?o, no hab¨ªa cumplido a¨²n los 14 a?os, como tampoco los hab¨ªa alcanzado cuando su primer triunfo en el muro de Huy el franc¨¦s Julian Alaphilippe, el joven que le priv¨® el mi¨¦rcoles de su sexta Flecha.
Valverde atac¨®, pele¨® y perdi¨®. El murciano, que buscaba ganar su quinta Lieja-Bastogne-Lieja e igualar a Eddy Merckx en lo m¨¢s alto del palmar¨¦s de la Decana, termin¨® 13? su 13? participaci¨®n. Demostr¨®, una vez m¨¢s, que el favorito, para ganar, debe gastar el doble que los dem¨¢s, tan duro fue el marcaje a que le sometieron los rivales. La derrota da m¨¢s valor a sus anteriores victorias, por supuesto.
Como el mi¨¦rcoles en La Flecha, Valverde, que el mi¨¦rcoles cumplir¨¢ 38 a?os, sucumbi¨® ante uno de los j¨®venes que llegan para desalojar a los viejos de la cabeza del pelot¨®n. Jungels, cosecha del 92, como Alaphilippe, culmin¨® en la cuesta de Ans, que contemplaba la ¨²ltima llegada de la Lieja, un ataque en solitario iniciado 20 kil¨®metros antes, cuando nada al coronar la Roche aux Faucons, la d¨¦cima de las 11 cuestas que erizan los 258 kil¨®metros del monumento m¨¢s antiguo del ciclismo (la primera Lieja se corri¨® en 1892), todos los favoritos resoplaron y buscaron aire fresco para sus pulmones que ard¨ªan, descanso para las piernas que dol¨ªan condenadas. Despreciando las se?ales lastimeras que le enviaba cuerpo, Jungels cambi¨® de ritmo, encaden¨® un desarrollo terrible y se fue volando.
Fue un ataque de color t¨¢ctico. Jungels, 1,89m, una clase excelente sobre la bici, es uno de los ciclistas que m¨¢s ilusi¨®n despiertan entre la afici¨®n. Vale para todo. Para contrarreloj, para llano, para lanzar sprints, para tirar del carro, para organizar abanicos con su potencia de locomotora y para adaptarse poco a poco a las monta?as y a las grandes vueltas (dos veces ha quedado entre los 10 primeros del Giro), el final deseado de su evoluci¨®n. Y todas esas cosas tiene que hacer porque su equipo, el Quick Step, est¨¢ hasta arriba de primeras figuras, de estrellas del sprint, de las cl¨¢sicas, de las carreras por etapas. Si su ataque en la Roche aux Faucons, la cota que el primer a?o que se ascendi¨®, 2009, sirvi¨® de trampol¨ªn para la victoria a Andy Schleck, el anterior luxemburgu¨¦s triunfador en Lieja, estuvo protegido atr¨¢s por su compa?ero Alaphilippe, el l¨ªder te¨®rico del Quick Step, a quien todos los dem¨¢s marcaban. Antes, otros compa?eros de gran nivel de Jungels hab¨ªan reventado en la carrera: el mallorqu¨ªn Enric Mas, demoledor en la dur¨ªsima Redoute; el belga Philippe Gilbert, lanzando un primer ataque desestabilizador.
En mitad de la jungla, Valverde estaba solo y maniatado, rodeado de rivales que solo esperaban se?ales de debilidad de los dem¨¢s para atacar por su cuenta buscando el podio o un buen puesto, no la victoria. Su ¨²ltimo compa?ero, Mikel Landa, le hab¨ªa abandonado a Valverde justo cuando el ataque de Jungels, v¨ªctima de un pinchazo. Sin temer al calor exagerado, el murciano arriesg¨® con valent¨ªa. Intent¨® animar la caza. Intent¨® irse un par de veces solo en busca del campe¨®n de Luxemburgo espl¨¦ndido. Acab¨® entregado porque ya no pod¨ªa m¨¢s.
Pinchazo de Landa
¡°Se ha dado todo lo que hemos podido. En el final iba un poco acalambrado, no s¨¦ si por efecto del calor y la humedad. Me encontraba bien a un ritmo normal, pero cuando quer¨ªa dar el m¨¢ximo no pod¨ªa apretar todo lo que me habr¨ªa gustado¡±, dijo. ¡°Estando bien pienso que podr¨ªa haber estado m¨¢s fuerte que los hombres que ven¨ªan conmigo, pero no pod¨ªa dar m¨¢s, as¨ª que me dej¨¦ ir a meta sin m¨¢s¡±.
Valverde, ganador nueve veces en lo que va de a?o, a?adi¨® que ya necesitaba un descanso. No volver¨¢ a competir hasta mediados de junio, en la Vuelta a Suiza. Despu¨¦s, Tour, Vuelta y Mundial, el gran objetivo de la temporada.
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