El Baskonia cae con m¨¢s honor que puntos
El Fenerbah?e jugar¨¢ su cuarta Final Four consecutiva tras eliminar al conjunto vitoriano (3-1)
Ganar al Fenerbah?e es asunto complejo, ganarle dos partidos seguidos es jugar al euromill¨®n, casi con las mismas posibilidades de que te toque. Pretender vencerlo concediendo 16 puntos de ventaja al descanso tiene bastante que ver con encomendarse a la bruja Lola. Y no es que el Baskonia descarrilase, es que cuando el Fenerbah?e se enfurece y se endurece, circula con la agilidad de un AVE sin que se mueva lateralmente ni un solo vag¨®n.
Tiene tal plantilla el equipo de Obradovic que Vesely, por ejemplo, puede parecer un subalterno de Guduric, y entonces aparece Datome que mete triples hasta de espaldas o surge Kalinic para hacer de Melli. Un carrusel que el Baskonia resisti¨® con cierto mareo en el primer cuarto, pero que a partir de ah¨ª le provoc¨® la n¨¢usea hasta destapar un segundo cuarto intratable del Fenerbah?e, que se fue hasta los 16 puntos de ventaja (32-48). Demasiado para el Baskonia, partido roto por el acierto del equipo turco y la irregularidad constante del equipo vitoriano en los mismos asuntos. Solo Marcelinho con alguna ayuda de Beaubois le daban al partido alguna alegr¨ªa; aunque fuera in¨²til, que al menos fuera bella.
16 puntos ante un equipo no solo talentoso, sino f¨ªsicamente poderos¨ªsimo, lo que le permit¨ªa una defensa rayana en la agresividad (Vesely no se corta un pelo), que encontr¨® la colaboraci¨®n arbitral en decisiones concretas: una personal a Granger que pudo ser al rev¨¦s se a?adi¨® a una t¨¦cnica a Pedro Mart¨ªnez por exceso de educaci¨®n. Conclusi¨®n: dos tiros libres, otros dos por la t¨¦cnica y bal¨®n para Fenerbah?e.
El tercer cuarto parec¨ªa el del suicidio colectivo. El Fenerbah?e aument¨® su ventaja, la fue subiendo, modelando, rotando jugadores, comi¨¦ndole la moral al Baskonia, como quien te mira a los ojos y te obliga a cerrarlos. Hasta 21 puntos (47-68) elev¨® el list¨®n el conjunto turco como quien est¨¢ a punto de poner el candado al port¨®n el partido.
Pero el Baskonia siempre es un muerto bien vivo. Algo le sucedi¨® que sinti¨® como una transfusi¨®n de optimismo que le llev¨® a reducir la diferencia hasta los seis puntos y dejarla en 10 al final del tercer cuarto, en el que los de Pedro Mart¨ªnez metieron 30 puntos, 15 de ellos en tres minutos.
O sea que parec¨ªa que comenzaba el partido definitivo a disputarse en los diez minutos del ¨²ltimo cuarto. Algo que no entraba en los planes del Fenerbah?e tras el paseo militar del segundo y casi tercer cuarto. Granger, renqueante, revolucion¨® al Baskonia, pero volvi¨® a lesionarse al pisar a Vesely en una ca¨ªda. El l¨ªmite es siempre muy delgado cuando se vive en estado de fragilidad. Y se rompi¨®. Y se rompi¨® el partido de nuevo, con menos estruendo (en la frontera del 10) para acabar ganando por 16 con un movimiento del banquillo turco con m¨¢s entradas y salidas que un sainete, pero muy, muy, muy serio. El Fenerbah?e estar¨¢ en la Final Four por cuarta vez consecutiva para revalidar el t¨ªtulo. El Baskonia lo luch¨® con honor.
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