Sentir los colores sin saber qu¨¦ es azul: as¨ª vive el baloncesto un invidente
Jos¨¦ Real, ciego de nacimiento, celebra a los 76 a?os el ascenso del Breog¨¢n a la liga ACB. Es socio desde hace medio siglo
El hombre que m¨¢s disfrut¨® el ¨²ltimo partido del Breog¨¢n en la liga LEB tras ascender a la ACB no lo vio. Defiende como nadie los colores de su equipo, pero no sabe lo que es el azul. Jos¨¦ Real, de 76 a?os, es ciego de nacimiento y socio del club desde hace medio siglo. En su cabeza imagina la cancha que no ve, coloca a los jugadores, oye la red cuando alguien hace canasta y el aro cuando se escapa. En todo este tiempo, solo ha faltado una vez. ¡°He venido a verlos hasta con 40 de fiebre¡±, afirma en su asiento del Pazo (Palacio provincial de deportes) de Lugo, minutos antes de que su equipo arrase al Oviedo (91-65) en el ¨²ltimo duelo de la temporada.
Al principio, es decir, en los a?os sesenta, iba a los encuentros con otros dos amigos invidentes y un estudiante que les narraba las jugadas. ¡°Mis amigos se cansaron y entonces me acompa?aban mis hijos, pero cuando se pusieron a trabajar empec¨¦ a venir con Jos¨¦ Manuel, mi yerno, que me hace de speaker personal. Es muy objetivo, y conf¨ªo totalmente en ¨¦l¡±. Jos¨¦ Manuel Ferreiro se sienta entre Jos¨¦ y su nieto, Aaron, de ocho a?os, y de vez en cuando se acerca a la oreja del fan n¨²mero uno del Breog¨¢n para contarle lo que ¨¦l no puede ver, pero no siempre hace falta. ¡°Jos¨¦ sabe m¨¢s de baloncesto que yo. Muchas veces se adelanta a lo que yo le digo. Incluso a lo que va a hacer el entrenador. Dice, por ejemplo, 'a este hay que cambiarlo', y al minuto van y lo cambian¡±.
¡°Ha sido un primer cuarto estupendo. Nadie defiende, todos atacan¡±, resume Jos¨¦ tras los primeros minutos del encuentro. Nunca pudo jugar al baloncesto, pero la afici¨®n le viene de lejos. ¡°Yo estaba en un centro de la ONCE y me gustaba mucho el Madrid de Sevillano,de Emiliano¡ Al poco de llegar a Lugo se cre¨® el Breog¨¢n y dije: hay que ir, porque es una maravilla que una ciudad peque?a tenga un equipo as¨ª¡±.
El Pazo es una caldera. La afici¨®n est¨¢ feliz porque 12 a?os despu¨¦s regresan a la ¨¦lite tras pasar por momentos muy dif¨ªciles que pusieron en peligro la continuidad del club. En esta peque?a ciudad gallega, de 90.000 habitantes, el deporte rey no es el f¨²tbol, sino el baloncesto. El Breog¨¢n ha estado 22 de sus 52 a?os de existencia en la primera categor¨ªa y el equipo cuenta con 3.000 abonados. El d¨ªa del ascenso hab¨ªa 6.000 personas en las gradas. Muchos van en familia.? Aficionados de tres generaciones distintas animan al campe¨®n con sus camisetas celestes. En la de Jos¨¦ se lee: "Quiero ser tu pr¨ªncipe azul".??
A muchos jugadores de la plantilla les ha vendido el cup¨®n y su yerno le ha ayudado a saber qui¨¦n es m¨¢s alto, m¨¢s grueso o m¨¢s delgado de forma que cuando empiezan los partidos y truena el pazo, Jos¨¦ es capaz de imaginarlos en su cabeza. "En los primeros tiempos, no hab¨ªa tanto ambiente, est¨¢bamos muy cerquita de la pista y yo me hice mi composici¨®n de lugar, emparejando a un p¨ªvot con un p¨ªvot, un alero con un alero... era m¨¢s f¨¢cil porque hab¨ªa menos ruido. Incluso aprend¨ª a conocer a los jugadores por el bote. Por ejemplo, ten¨ªamos un p¨ªvot muy bueno, Alfredo P¨¦rez, que siempre daba una bote muy fuerte antes de tirar. Y como conozco las caracter¨ªsticas de los jugadores, despu¨¦s de tantos a?os puedo imaginarme los contraataques".
Hay mucho ruido, porque la afici¨®n no deja de corear canciones y las pe?as de machacar los tambores, pero Jos¨¦ est¨¢ concentrado al 100% en sentir la cancha. Cuando el bal¨®n no entra, aprieta los pu?os.? Conoce todos los himnos y estribillos y, como los buenos hinchas, anima m¨¢s a su equipo cuando fallan un tiro o el rival anota tres o cuatro seguidos. En lo ¨²nico que se diferencia de la actitud del resto es en que no critica al ¨¢rbitro. ¡°Sufrir, a veces, sufro, pero no me suelo enfadar. No me meto con los ¨¢rbitros porque sin verlos, no puedo juzgarles. Creo que muchas veces protestan cosas que no son. El arbitraje es as¨ª, a veces para un lado y a veces para otro, y as¨ª hay que contemplarlo¡±. Tampoco est¨¢ de acuerdo con los abucheos a un jugador del Oviedo que hace tiempo se fue del Breog¨¢n. ¡°Se fue hace muchos a?os por dinero, pero no me gusta que le piten. Es injusto¡±.
El partido se acaba pero nadie tiene prisa por irse a casa. El Breog¨¢n homenajea a su fundador, Jos¨¦ Ram¨®n Varela Portas que a sus 90 a?os, sale a la pista para llevarse el aplauso del p¨²blico y de la plantilla. El presidente de la federaci¨®n de baloncesto, Jorge Garbajosa,? y el del Consejo Superior de Deportes, Jos¨¦ Ram¨®n Lete, entregan la copa de campeones al club. Lugo es una fiesta.?
Jos¨¦ abandona el Pazo del brazo de su yerno, feliz. Hasta que empiece la nueva temporada, se entretendr¨¢ con otros deportes, que sigue por radio y televisi¨®n. Le gusta el tenis - "?Nadal lo gana todo!-? y sobre todo el f¨²tbol: "Ese Messi te hace cuatro regates en una baldosa".
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