1-0 y gol de Griezmann
El delantero merece irse con un t¨ªtulo europeo, aunque pierda la p¨®cima m¨¢gica con que Simeone lo ha transformado a ¨¦l y a todo el club
Urge rescatar a Antoine Griezmann del justicierismo de algunos aficionados y rapsodas del Atleti que ya lo consideran un traidor, que abjuran de sus 110 goles con asombrosa frivolidad y que se resisten a asimilar la imagen del 7 rojiblanco con la indumentaria blaugrana.
El puente a¨¦reo nos tiene escarmentados de tanto que han proliferado los traspasos del Calder¨®n al Camp Nou -niego la existencia de un estadio llamado Wanda-, incluidos los casos de Julio Alberto, de Salinas o de Arda Turan, pero deber¨ªa prevalecer la comprensi¨®n y el agradecimiento a Griezmann.
Comprensi¨®n porque el Barcelona no es el Real Madrid y s¨ª es la cima balomp¨¦dica a la que aspira cualquier futbolista de neuronas. Y agradecimiento porque Griezmann ha sido durante estos ¨²ltimos cuatro a?os la soluci¨®n sistem¨¢tica a nuestros problemas ofensivos. No s¨¦ cu¨¢ntas veces el Atl¨¦tico de Madrid ha resuelto los partidos cruciales con la f¨®rmula ¡°1-0, gol de Griezmann¡±.
Conviene tenerlo en cuenta cuando la turba rojiblanca se confunde entre la amnesia y el revanchismo. Hay ultras en la prensa, incluso fuera de ella, que reclaman excluirlo de la convocatoria. Purgarlo como un traidor. Condenarlo al banquillo a semejanza de un proscrito.
Hacerlo ser¨ªa tan injusto como contraproducente. Griezmann tiene derecho a despedirse del Atleti con un t¨ªtulo europeo alzado en Francia. Y vengar incluso el penalti que fall¨® contra el Madrid en aquella final¨ªsima de Milan de la que no quiero acordarme.
No ser¨¢ f¨¢cil sustituir a Griezmann. Escasean los jugadores de su astucia, su clase y su veneno en el ¨¢rea, pero tampoco le ser¨¢ sencillo a Griezmann desempe?arse sin la magia, sugesti¨®n y capacidad estimulante de Simeone. La aventura frustrante de quienes se fueron, como Arda, y el ejemplo de quienes han regresado al caldero de Panor¨¢mix, como Filipe Luis y Diego Costa, demuestra que Simeone hace jugar a los futbolistas por encima de lo que son. Los transforma.
Y no solo a ellos. La contribuci¨®n de Simeone al Atl¨¦tico de Madrid consiste en haberlo instalado en la rutina de la m¨¢xima competitividad con mucho menos recursos presupuestarios y balomp¨¦dicos que cualquiera de sus rivales. Simeone ilumina a quienes lo rodean. Sea un jugador, como Griezmann, o sea un club, como el Atleti.
El procedimiento no es otro que apurar y hasta sublimar todas las cualidades extrafutbol¨ªsticas. Tan abstractas como la psicolog¨ªa, la motivaci¨®n, la mentalidad, la intensidad. O tan prosaicas como la preparaci¨®n f¨ªsica, la gesticulaci¨®n, incluso la dieta alimenticia.
Simeone proyecta la sombra del mago de Oz. La percepci¨®n que engendramos es superior a nuestra realidad y nuestra fisonom¨ªa. Y hemos logrado gracias al chamanismo de Simeone amontonar siete a?os en la cima del f¨²tbol continental, desfigurando el relato victimista y conjurando todos los complejos. Basta remitirse a la temporada 17-18. Quienes dudan de los hitos y han osado en cuestionar la idoneidad del m¨ªster, deber¨ªan reparar en que estamos por delante del Madrid en la liga, nos hemos clasificado para la Champions con seis jornadas de anticipaci¨®n y disputamos esta noche otro t¨ªtulo europeo en la expectativa del resultado perfecto: 1-0, gol de Griezmann.
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