El presidente del Sporting de Lisboa, apuntado como inductor moral del ataque a sus jugadores
El caos se adue?a del club, con suspensi¨®n de entrenamientos, b¨²squedas policiales por corrupci¨®n y ruptura de contratos
El caos preside el Sporting de Lisboa, encabezado por su m¨¢ximo dirigente, Bruno de Carvalho. Desde el ataque organizado contra los jugadores y t¨¦cnicos del Sporting de Lisboa en la tarde del martes, el mundo portugu¨¦s del deporte est¨¢ consternado, "vejado", como ha dicho el presidente de la Rep¨²blica.
A cuatro d¨ªas de la final de la Copa, los entrenamientos han quedado suspendidos hasta el viernes, la polic¨ªa ha entrado en la sede del club y los jugadores podr¨ªan rescindir sus contratos en vigor sin pagar indemnizaciones. Peri¨®dicos deportivos y tertulias radiof¨®nicas se?alan al presidente como inductor moral de la guerrilla montada contra jugadores y t¨¦cnicos. Cuando ocurri¨® el ataque, ning¨²n directivo estaba en Alcochete, sede de la Academia del Sporting, y tampoco Bruno de Carvalho. Fue para all¨¢ y sus primeras palabras no fueron tampoco muy felices. "Es feo, pero cosas como estas ocurren cada d¨ªa".
Que el patr¨®n no pueda asegurar a sus trabajadores la seguridad en el puesto de trabajo es causa suficiente para la rescisi¨®n unilateral de contratos sin derecho del club a indemnizaciones. Es decir, que las joyas del equipo, como Rui Patr¨ªcio, William, Gelson o Bast Dost podr¨ªan fichar por otros clubes sin pagar derechos de traspaso. Esto podr¨ªa suponer unas p¨¦rdidas de 200 millones de euros para el Sporting de Lisboa. Como cotiza en bolsa,la Comisi¨®n del Mercado de Valores ya ha pedido explicaciones al club sobre la situaci¨®n que se vive.
Presidente de la Rep¨²blica: "Esta actuaci¨®n colectiva no es una realidad aislada, tiene un contexto y el contexto lo conocemos bien"
Las agresiones a jugadores y a su t¨¦cnico, Jorge Jes¨²s, -el primero que fue golpeado- no fueron improvisadas. Llegaron despu¨¦s de que el presidente nombrara en su cuenta de Facebook, uno a uno a los responsables, en su opini¨®n, de la derrota contra el Atl¨¦tico de Madrid; despu¨¦s suspendi¨® a todos los jugadores por responderle, educadamente, a sus cr¨ªticas; despu¨¦s revoc¨® la suspensi¨®n y cerr¨® su cuenta de Facebook para no tener la tentaci¨®n de hablar de m¨¢s otra vez. El domingo, antes de un partido decisivo para obtener plaza en la Champions, realiz¨® declaraciones contra sus propios jugadores y t¨¦cnicos. Tras perder, ya los jugadores fueron insultados al ir a recoger sus coches. El ataque en formaci¨®n de guerrilla -con divisi¨®n de funciones de sus elementos y uniformados-, programado y dentro de la propia casa, es solo el desencadenante previsible del comportamiento de su presidente incitando al odio constantemente.
Para comprender un poco el estado latente de violencia del f¨²tbol portugu¨¦s -denunciado ante el Parlamento por la Federaci¨®n y la Liga Profesional- basta dar un ejemplo: hace 15 d¨ªas se disput¨® el Sporting-Benfica. Los ni?os que iban de la mano de los jugadores del Sporting no vest¨ªan la camiseta de rival, como es normal. Durante el partido, los cambios del Benfica no eran anunciados. No hubo goles, porque si lo hubiera marcado el Benfica, se habr¨ªa anunciado as¨ª: "Sporting, 0; el otro, 1". Como ocurri¨® hace un par de temporadas. Las malas maneras est¨¢n institucionalizadas en el Sporting desde la llegada de Bruno de Carvalho.
En la ma?ana del mi¨¦rcoles, el caos continuaba en el club. La polic¨ªa judicial entr¨® en la sede del Sporting para realizar b¨²squedas de documento por presuntos delitos de corrupci¨®n, por la compra de partidos de balonmano y de f¨²tbol. Cuatro personas est¨¢n detenidas, entre ellas Andr¨¦ Geraldes, el director de f¨²tbol del club, dentro de la investigaci¨®n de la operaci¨®n Cashball.
El primer ministro anuncia la creaci¨®n de una autoridad nacional contra la violencia en el deporte
"Ayer tuve el sentimiento de alguien que se sinti¨® vejado por la imagen proyectada por Portugal en el mundo", ha declarado el presidente de la Rep¨²blica, Marcelo Rebelo de Sousa. "Esta actuaci¨®n colectiva no es una realidad aislada, tiene un contexto y el contexto lo conocemos bien. Los portugueses son buenos en hacer creer que no es grave lo que es grave, que es normal aquello que no es normal".
Efectivamente, con ser extraordinario el tipo de ataque en el campo de entrenamiento de un equipo, no es el primero; a?os atr¨¢s fue interrumpido un entrenamiento de los ¨¢rbitros -que tuvieron que ir con escoltas-; y tambi¨¦n ocurri¨® con el Oporto. Tampoco es pr¨¢ctica extra?a que el jugador que rechaza la renovaci¨®n de contrato amanezca con su casa llena de pintadas.?
En marzo de este a?o, el presidente de la Federaci¨®n de F¨²tbol acud¨ªa al Parlamento para alertar de la violencia que viv¨ªa el f¨²tbol portugu¨¦s y de las medidas que deb¨ªan ser tomadas con cambios legislativos. Hasta hoy, nada hicieron diputados ni gobernantes. En la tarde del mi¨¦rcoles, el primer ministro, Ant¨®nio Costa, anunci¨® la creaci¨®n de una autoridad nacional contra la violencia en el deporte y el Bloco de Esquerda anunci¨® que est¨¢ disponible para revisar la legislaci¨®n en vigor.
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