Zidane, un ¡®parche¡¯ directo a la historia
El franc¨¦s, reclutado en enero de 2016 para reconducir el rumbo de un Madrid desnortado con Ben¨ªtez, deja un legado para la eternidad con tres Champions consecutivas y nueve t¨ªtulos en dos a?os y medio
La historia m¨¢s reciente del Real Madrid ha acostumbrado a dejar un largo cat¨¢logo de amargas despedidas. Una especie de rutina en la que el club blanco se hab¨ªa habituado a ense?ar la puerta de salida. No importaba el nombre, la trayectoria ni el legado. A excepci¨®n del portazo de Jos¨¦ Antonio Camacho en septiembre de 2004 y la marcha de Xabi Alonso en 2014, no se conoce un jugador o t¨¦cnico trascedente durante la etapa de Florentino P¨¦rez que haya comunicado al presidente su firme e irrevocable decisi¨®n de marcharse de Chamart¨ªn. La historia suced¨ªa al rev¨¦s y a nombres con el peso de Iker Casillas, Ra¨²l Gonz¨¢lez, Vicente del Bosque o Fernando Hierro fue el club el que de una manera u otra les hizo ver que era el momento adecuado de cerrar una etapa. Les sucedi¨® a todos menos a uno, Zinedine Zidane, el ¨²nico hombre capaz de plantar al Madrid en el ¨²ltimo siglo.
El franc¨¦s lo ha hecho, adem¨¢s, en dos ocasiones. La primera, como jugador, en 2006. Con 34 a?os y la sensaci¨®n de poder estirar su carrera unos cuantos a?os m¨¢s, Zidane le comunic¨® al dirigente su decisi¨®n de retirarse despu¨¦s del Mundial. La segunda este mi¨¦rcoles, cuando visit¨® a Florentino para informarle de que no seguir¨ªa al frente del banquillo de Chamart¨ªn. Dos a?os y medio despu¨¦s, Zidane pon¨ªa fin a la etapa m¨¢s prol¨ªfica del club desde Miguel Mu?oz. Tambi¨¦n a la de mayor estabilidad de una instituci¨®n que queda ahora inmersa en la incertidumbre.
Tres Champions y nueve t¨ªtulos en 878 d¨ªas completan un legado para la historia del f¨²tbol. Un periodo que comenz¨® el 4 de enero de 2016, un d¨ªa despu¨¦s de que fuese el presidente P¨¦rez el que acudiese a la casa del franc¨¦s. El motivo, preguntarle si estaba preparado para dar el salto al Madrid despu¨¦s de un a?o y medio de aprendizaje en el filial. Zidane dijo s¨ª. Su misi¨®n era la de reconducir un club desnortado a ra¨ªz de la marcha de Carlo Ancelotti solo un a?o despu¨¦s de la consecuci¨®n de la D¨¦cima y de la contrataci¨®n de Rafael Ben¨ªtez. Su etiqueta entonces era la de un entrenador sin experiencia, un mito convertido en el mejor parche para sostener la situaci¨®n institucional y deportiva m¨¢s comprometida del presidente desde su regreso al cargo en 2009.
La llegada de Zidane supuso una liberaci¨®n para la plantilla, hastiada de la pizarra de Ben¨ªtez. La insistencia y la metodolog¨ªa del entrenador madrile?o resultaron insoportables para los jugadores. Con Zidane se encontraron una figura totalmente contraria, conocida ya por el grueso del equipo y muy similar a la de Carlo Ancelotti, bien valorada por el grupo. Como ocurriera con el italiano o Vicente del Bosque, la faceta de gestor encaj¨® a la perfecci¨®n en el n¨²cleo duro y logr¨® reconducir una temporada que se daba por perdida con la conquista de la Und¨¦cima. El camino no fue sencillo para Zidane, obligado a priorizar el papel de Casemiro y relegar el de James para dar con la tecla. Una vez instalados en el ¨¦xito, nadie se vio capaz de cuestionar sus decisiones. El franc¨¦s tom¨® el mand¨® de la parcela deportiva y abri¨® una etapa de paz y continuidad alejada de grandes fichajes y bandazos deportivos.
A la primera Champions le siguieron la Supercopa de Europa, el Mundial de Clubes y el primer t¨ªtulo de Liga en cinco a?os. Ganar el campeonato dom¨¦stico fue su mejor momento en el Madrid. Un cl¨ªmax alcanzado con una pol¨ªtica de rotaciones nunca vista en la ¨¦lite. Zidane siempre entendi¨® que conquistar la Liga era la misi¨®n de mayor complejidad, m¨¢s incluso que el hito hist¨®rico que estaba por venir en Europa solo unos d¨ªas despu¨¦s, cuando levant¨® la Duod¨¦cima en Cardiff. Era la segunda Champions consecutiva, algo inaudito en el actual formato y que completaba el primer doblete Liga-Copa de Europa del club en 59 a?os, el segundo de la historia en Chamart¨ªn. El hito no fue suficiente para encumbrar la libreta de un Zidane al que se le catalogaba de sobresaliente gestor pero al que se le cuestionaban sus capacidades t¨¢cticas. Sus ¨¦xitos se justificaban en la fortuna.
878 d¨ªas, tres Champions y nueve t¨ªtulos
Estirada la racha triunfal con otras dos Supercopas veraniegas, el pasado mes de agosto dio paso a su periodo m¨¢s delicado. De un equipo que se mostraba invencible a una ca¨ªda insospechada que les apart¨® de la pelea por la liga en diciembre y les dej¨® fuera de la Copa en enero. La derrota y eliminaci¨®n de los blancos a manos del Legan¨¦s fue el momento m¨¢s cr¨ªtico de Zidane. Un golpe que le gener¨® las primeras dudas sobre su continuidad y que dej¨® la temporada al borde del fracaso absoluto. Todo lo sosten¨ªa la Champions. Era irrumpir en la historia o terminar en blanco. No exist¨ªa t¨¦rmino medio. Con todo en contra, Zidane ense?¨® su faceta m¨¢s estratega para superar a tres campeones, PSG, Juventus y Bayern, y plantarse en otra final europea. En Kiev, ante el Liverpool, el club alcanz¨® la gloria e instaur¨® una era, la del Madrid de Zidane, un equipo a la altura del Ajax de Johan Cruyff o el Bayern de Franz Beckenbauer.
Nadie intu¨ªa que solo cinco d¨ªas despu¨¦s de aquello Zizou optar¨ªa por clausurarla. 878 d¨ªas, tres Champions y nueve t¨ªtulos despu¨¦s, Zinedine consider¨® que era el momento de parar. Se marcha en lo m¨¢s alto, a las puertas de la historia con una hegemon¨ªa en Europa solo vista en otra ¨¦poca. Adi¨®s al Madrid de Zidane, el 'parche' m¨¢s triunfal que se conoce en el f¨²tbol.
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