Neymar reaparece a lo grande

Tres meses despu¨¦s de fracturarse el quinto metatarsiano del pie derecho, Neymar regres¨® a lo grande. En un escenario legendario como Anfield, el pinturero extremo brasile?o dej¨® para el recuerdo un gol muy suyo. Una manera muy particular de honrar el n¨²mero diez de la camiseta brasile?a y decir aqu¨ª estoy yo. Primero sali¨® ganador por velocidad del uno contra uno con Vrsaljko. Luego, remat¨® y desvencij¨® por el suelo al lateral del Atl¨¦tico con un recorte seco. A la filigrana, Neymar cosi¨® un violento derechazo que revent¨® la red de Subasic. El portero croata ni vio la pelota del zurriagazo centrado que tuvo que tragarse. Fue un golpeo contundente, incontestable y hasta rabioso con el que pareci¨® querer reafirmar su regreso con rotundidad.

M¨¢s informaci¨®n

Especial Mundial Rusia 2018

Diego Costa, el mismo ¡®lagarto¡¯, pero con otra piel

Llevaba 25 minutos Neymar en el campo y su calentamiento ya hab¨ªa generado m¨¢s expectaci¨®n que todo lo que hab¨ªa ocurrido en el primer tiempo. Antes de que comenzara el segundo acto, brazos en jarra y con esa cabellera ensortijada que luce ahora, esper¨® a que el ¨¢rbitro registrara su entrada al campo. Su anunciado retorno era el gran foco del fin de semana futbolero. A diez d¨ªas para el comienzo, por lo visto en Anfield todo apunta a que el Mundial tendr¨¢ en plenitud a una de sus tres grandes estrellas. Con acciones como la del gol, Neymar discutir¨¢ de inicio con Cristiano y Messi por ser el mejor jugador del torneo.

Neymar entr¨® para ganar el partido y derrotar a una Croacia que pudo mantener el pulso mientras Modric estuvo en el campo. Fue el volante madridista el que ense?¨® alguno de los problemas que puede tener Brasil durante el Mundial de Rusia. Le sonaban y mucho: Modric se empe?¨® con descaro en dirigir los ataques de Croacia hacia la espalda de Marcelo. Modric y Coutinho fueron los que gobernaron el juego hasta la esperada entrada de Neymar. Obediente, y de menos a m¨¢s, se situ¨® sobre la punta izquierda. Sus primeras acciones fueron una dejada con el pecho y un regate que desmay¨® a dos croatas. Rug¨ªa Anfield y el seleccionador brasile?o Tite jaleaba cada acci¨®n de su estrella, aunque luego hizo una llamada a la prudencia: ¡°No voy a precipitarme, voy a esperar que los entrenamientos hablen. ?l regres¨® por encima de lo normal y genera expectativas. Esperaba mucho menos de ¨¦l, pero tiene que ir paso a paso. Si ¨¦l decae en su rendimiento lo voy a entender. Esto va a suceder hasta el tercer o cuarto partido que juegue¡±.

Con Neymar, Brasil tiene la seguridad de que puede ser Brasil apelando a su estilo florido o ganando partidos desde su pegada y su habilidad cuando nada sucede. As¨ª ocurri¨®. Apenas hab¨ªa ya dinamismo en el juego de una y otra selecci¨®n. El fervor en la presi¨®n del primer tiempo por parte de ambas selecciones hab¨ªa dado paso a la regulaci¨®n de esfuerzos. Hasta que Neymar culmin¨® esa jugada tan breve como explosiva nacida de un error en la entrega de Croacia.

El eterno debate

Este Brasil de Tite pretende dominar todos los tipos de partido. Lo mismo se entretiene intentando jugar desde atr¨¢s y provocando con los laterales Danilo y Marcelo, que no le hace ascos al juego de contragolpe. Casemiro, Fernandinho y Paulinho van a ser los guardianes permanentes del equilibrio. Con Neymar y Coutinho tiene garantizado ese juego vertiginoso y la fantas¨ªa. Lo mismo que con William y Firmino, que mejor¨® en prestaciones del juego a Gabriel Jes¨²s.

El punta del Liverpool hizo el segundo gol, con una buena maniobra tras un pase a la espalda de la defensa croata de Casemiro. Su control con el pecho le dio para hilvanar un globo por encima de Subasic. Tiene pinta de que Tite va a tener que aguantar el debate Firmino-Gabriel Jes¨²s si el delantero del City no est¨¢ acertado con el gol. Tambi¨¦n en el horizonte asoma otro matiz que dar¨¢ que hablar. Est¨¢ por ver si a Tite le caben en el once Neymar, Coutinho y William, lo que supondr¨ªa prescindir de uno de los tres mediocentros. De nuevo, otro seleccionador tendr¨¢ que afrontar la batalla interior que dirime Brasil desde que por el juego desplegado fue la campeona moral del Mundial 82. Que prime el exceso de equilibrio europeo que la desnaturaliza o que domine la esencia ofensiva de sus ra¨ªces.