Liquidador Bartomeu
Nadie sabe todav¨ªa el motivo del adi¨®s de Zubizarreta, sin embargo Bartomeu lo utiliza como una receta: cada temporada ofrece un cabeza de turco
A Bartomeu le encanta jugar con el organigrama t¨¦cnico, seguramente porque es la mejor manera de hacer saber que manda, cosa que a veces se le discute porque siempre ha dicho que no entiende de f¨²tbol y se sabe que su mandato expira el mismo d¨ªa que acaba el contrato de Messi y por tanto su misi¨®n consiste en hacer feliz al 10. La ¨²ltima vez que el presidente habl¨® en serio fue para expresar en privado su desconsuelo por la derrota de Roma. Hab¨ªa entonces tanta rabia en el club por la eliminaci¨®n de la Champions que incluso se temi¨® por la continuidad de Valverde. El Bar?a gan¨® despu¨¦s la Copa y la Liga y hasta Zidane aplaudi¨® el doblete mientras dimit¨ªa como entrenador del Madrid en plenos fastos por la Liga de Campeones.
La Copa de Europa es la obsesi¨®n de Bartomeu y de Messi. No hay que olvidar que el mandato del presidente se edific¨® a partir del triplete ganado en 2015 despu¨¦s de haber despedido en enero a Zubizarreta. Nadie sabe todav¨ªa el motivo de aquel adi¨®s y, sin embargo, el mandatario azulgrana lo utiliza como una receta: cada temporada ofrece un cabeza de turco para que cargue con la culpa y ahora le ha tocado a Robert Fern¨¢ndez, ni que sea por no haber sabido configurar una plantilla capaz de ganar la maldita Champions despu¨¦s de no poder retener a Neymar. Ya pas¨® tambi¨¦n con Albert Soler, desterrado al Palau Blaugrana despu¨¦s de mandar en el Camp Nou, de la misma manera que en su d¨ªa Albert Puig y Guillermo Amor cargaron con la mochila de la sanci¨®n de la FIFA.
Ha habido muchos cambios en el Barcelona y se han desvirtuado tanto los cargos que ahora mismo cuesta mucho reconocer la figura del secretario t¨¦cnico y su poder respecto al manager deportivo y su relaci¨®n con el propio Bartomeu, heredero al fin y al cabo de Rosell, un presidente que quiso ser como Florentino y acab¨® como N¨²?ez. La actual estructura t¨¦cnica azulgrana es un laberinto que agrupa personalidades opuestas, maneras distintas de entender el juego, simplemente reunidas por su amplio sentido del barcelonismo, sin que se sepa muy bien en qu¨¦ consiste ser precisamente barcelonista despu¨¦s de haber vivido el cruyffismo y el nu?ismo para acabar ser simplemente pro o anti Guardiola.
Nadie se quejar¨¢ por el nombramiento de Abidal, un jugador que dej¨® una huella futbol¨ªstica y humana ¨²nica en el Camp Nou. La duda est¨¢ en los motivos que han provocado su elecci¨®n despu¨¦s que figurara como cabeza de cartel de la candidatura de Joan Laporta, rival de Bartomeu en las elecciones de 2015. La sospecha es que Bartomeu ha dado con Abidal como pod¨ªa haber reparado tambi¨¦n en Jordi Cruyff en su intento de comprar complicidades y tambi¨¦n de agradecer los servicios prestados sin que tal extremo sirva para menospreciar por ejemplo a Bakero.
Bartomeu no ha movido un dedo para sustituir a los directivos que se han ido y en cambio se desvive por agitar el cuadro t¨¦cnico. La mejor manera de situar el problema en el campo y no en las oficinas. La consigna es hacer ver que se hace lo imposible para ganar la Champions y el Torneo de Brunete. Nadie discutir¨¢ el estilo ni el ADN si se juntan Abidal, Bakero, Amor y Roura. Ocurre que el problema no es de nombres sino de pol¨ªtica deportiva, y Bartomeu todav¨ªa busca quien se la haga porque Rosell le ten¨ªa dicho que lo importante eran los jugadores y no los t¨¦cnicos, como si el Bar?a hubiera pasado sin m¨¢s de Ronaldinho a Messi.
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