Sopor¨ªfero
La final de este a?o ser¨¢ un pulso entre el br¨ªo de la juventud y la sabidur¨ªa de la veteran¨ªa. En la de 2005 tuve mucha fe en la juventud de Rafael. Hoy la tengo en su sopor¨ªfera, aunque respetuosa, veteran¨ªa
Unas horas antes de la semifinal le mand¨¦ un mensaje de texto a mi sobrino en el que le record¨¦ una frase de Severiano Ballesteros: ¡°M¨¢s vale una gran actitud que un gran swing¡±. ¡°Esto es lo que te har¨¢ ganar¡±, a?ad¨ª a continuaci¨®n.
Le anot¨¦ unas cuantas cuestiones t¨¢cticas, por inercia y a buen seguro innecesarias sabiendo como s¨¦ que tanto Carlos Moy¨¢ como Francis Roig le hab¨ªan dicho lo m¨¢s certero y conveniente.
Yo creo que el consejo del gran golfista espa?ol, la actitud incansable que tanto admiraba Rafael, es lo que le hizo ganar el primer set y lo puso en el contexto ideal para imponer su mejor tenis.
En esa primera manga, Juan Mart¨ªn del Potro puso en verdaderos aprietos a mi sobrino. La velocidad de la bola del argentino y lo certero de sus disparos le dieron seis bolas de break que Rafael, sin embargo, logr¨® salvar con equilibradas dosis de temple y agresividad. Mi sobrino solo dispuso de dos y aprovechando la segunda de ellas logr¨®, no solo cerrarlo a su favor, sino tambi¨¦n dar un giro a la tendencia del partido.
El 6-4 dio alas a Rafael y, en cambio, supuso una losa dif¨ªcil de levantar para el argentino. El partido cambi¨® totalmente a partir de ese momento. Juan Mart¨ªn no lograba sobreponerse a una combinaci¨®n letal de bolas cruzadas, drives paralelos ganadores, dejadas y contrapi¨¦s inteligentes, y no logr¨® tampoco sacar a relucir su mejor golpe, de todos los tenistas conocido y padecido: su implacable derecha.
En el segundo y tercer set vimos un tenis de intensidad creciente en la raqueta de Rafael, un juego agresivo e inteligente, sin el cual, por otra parte, hubiera sido imposible desbordar a un jugador del enorme nivel de Juan Mart¨ªn, quien ya no logr¨® mucho m¨¢s que ir a remolque hasta que se cerr¨® el partido.
Esta es la l¨ªnea a seguir en la final si Rafael quiere imponer sus opciones de victoria. No podemos olvidar que Dominic Thiem ha sido el ¨²nico jugador que ha logrado derrotar a mi sobrino en tierra batida en los ¨²ltimos dos a?os. Lo ha hecho en dos ocasiones, aunque el score es claramente favorable a Rafael, y tiene los mimbres para imponerse en la Philippe Chatrier en cualquier momento.
Creo que veremos un partido dif¨ªcil, de esos que hacen disfrutar al p¨²blico, de largos intercambios y alt¨ªsima intensidad. Son dos jugadores con caracter¨ªsticas muy parecidas. El austriaco tiene gran potencia desde el fondo de la pista, golpes buenos desde los dos lados y un tenis muy completo, y sin apenas fallos.
La final de este a?o ser¨¢ un pulso entre el br¨ªo de la juventud y la sabidur¨ªa de la veteran¨ªa. Curiosamente y creo que, por fortuna, el tiempo nos cambia la visi¨®n de las cosas. En la final de 2005 tuve mucha fe en la juventud de Rafael. Hoy la tengo en su sopor¨ªfera, aunque siempre respetuosa, veteran¨ªa.
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