Baja por maternidad

Es un hecho que los tenistas actuales perduran m¨¢s que antes en el circuito. Y que esto conlleva tener que conciliar la vida profesional con la familiar, tarea que no siempre resulta f¨¢cil. Imagino que para David Ferrer ser¨¢ m¨¢s costoso a partir de ahora ausentarse por largas temporadas y ver menos a su beb¨¦ y a su mujer. No pasa solo en esta profesi¨®n, claro est¨¢, y adem¨¢s no es motivo de queja. El hecho requiere m¨¢s reflexi¨®n, sin embargo, cuando esta circunstancia afecta a las tenistas.

Ha habido cierto debate en las ¨²ltimas semanas sobre el regreso de Serena Williams al circuito despu¨¦s de su reciente ausencia por maternidad. La sugerencia era que se le permitiera entrar como cabeza de serie, es decir, ocupar un sitio entre las 32 primeras del mundo, una posici¨®n que es pr¨¢cticamente indiscutible en el caso de la americana.

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Mi pregunta es la siguiente: ?Ser¨ªa justo y no un hecho subjetivo eliminar a una de las 32 tenistas que se han ganado su posici¨®n para ced¨¦rsela a la que fuera n¨²mero uno de la clasificaci¨®n? Desde mi punto de vista, la organizaci¨®n ha tomado la decisi¨®n correcta al no hacerlo.

Esto no me lleva a obviar que el debate de los rankings debe existir y que se debe buscar una soluci¨®n que regule de una tacada las dos principales circunstancias que rompen la estabilidad de los tenistas: las lesiones que afectan a hombres y mujeres por igual, y el derecho a ser madres, que afecta solo a las mujeres.

En su d¨ªa yo propuse que se contemplara la posibilidad de un ranking cada dos a?os, con un sentido decreciente a medida que pasase el primero. As¨ª se evitar¨ªa una p¨¦rdida dr¨¢stica de todos los puntos en juego al producirse una baja de un torneo por lesi¨®n, por maternidad o por cualquier otra circunstancia puntual.

No es posible que Juan Mart¨ªn del Potro regrese de una obligada interrupci¨®n siendo el 700 del mundo y no entre como cabeza de serie ni en un Future ¡ªque son los torneos que disputan algunos chicos que est¨¢n en la Academia de mi sobrino¡ª. Cualquiera sabe que esto no se corresponde con la realidad.

En cuanto a la maternidad de las tenistas necesitamos una soluci¨®n que nos impida caer en decisiones arbitrarias y, por tanto, no siempre justas. La italiana Flavia Pennetta decidi¨® abandonar su carrera deportiva al d¨ªa siguiente de ganar el US Open para colmar su deseo de ser madre. Para ella combinar un embarazo, un parto, una recuperaci¨®n y un regreso a una buena clasificaci¨®n, imagino yo, le resultaba dif¨ªcil de encarar.

En el tenis, como en todas las profesiones, debemos proteger el derecho de cualquier mujer a ser madre si lo desea. Debemos procurar, en la medida de lo posible, no dificultar su regreso a la competici¨®n. Y, sin duda, ser¨ªa muy bueno para la sociedad ver como una mujer puede ser madre y, a la vez, triunfar en el deporte. Lo que no es aceptable, bajo ning¨²n concepto, es permitir que, a diferencia de los hombres, tengan que decidir entre una cosa y la otra.

Espero que los dirigentes hagan algo al respecto.